No llevéis a las personas como cargas sobre vuestros hombros, sino en vuestro corazón

No llevéis a las personas como cargas sobre vuestros hombros, sino en vuestro corazón

No llevéis a las personas como cargas sobre vuestros hombros, sino en vuestro corazón

Última actualización: 09 de diciembre de 2015

Si las personas son demasiado pesadas para ti, comienza a llevarlas en tu corazón y no sobre tus hombros.. No hagas de sus problemas la carga de tu vida y no los conviertas en una mochila que tienes que cargar.

Las personas son mucho más. Son parte de nuestra vida, pero eso no significa que dejen de ser el todo de la suya. Por esta razón, cada uno tiene que soportar su propio peso y no te apoyes en los demás.



Si nos hacemos responsables de nuestra propia existencia, seremos capaces de resolver nuestros problemas, entender nuestras emociones y gestionar nuestros conflictos sin depender de nadie más.

Los parásitos emocionales

Los parásitos emocionales son aquellas personas que viven a expensas de los sentimientos, de las emociones y pensamientos de los demás. No son necesariamente malas personas, pero son personas que viven inmersas en sus complejos y que son incapaces de mejorar su situación.

Podemos decir que hay dos tipos de parásitos emocionales. Veamos juntos cuáles son.

Los parásitos dependientes

Algunas personas se apegan a una parte de nosotros y no hacen más que confiarnos su tristeza y sus peores momentos para encontrar consuelo. Estas personas necesitan que descarguemos su malestar con el mundo y, probablemente, cuando están bien, no se hacen sentir.

Esto significa que cuando estas personas están llenas, se olvidan de quién les dio de comer. Pero cuando sienten la necesidad de ver valorados sus sentimientos nuevamente, entonces regresan. Por lo general, este comportamiento no solo nos quema por dentro y nos hace sentir utilizados, sino que también nos contagia su estado afectivo negativo y nos deja “agotados”.



Su tono de queja, decepción y pesimismo es tan habitual que constantemente piden opiniones para que les saquen de su miseria. Los lentes a través de los cuales observan la vida son tan borrosos que nos hacen cuestionar nuestra visión del mundo.

parásitos agresivos

Además de los parásitos adictivos, también existen esos parásitos emocionales que se comportan de manera agresiva, explotando su encanto, su capacidad de liderazgo y su capacidad de persuasión a través de promesas que no pueden ser rehusadas.

Se trata de esas personas que nos van engañando poco a poco y así invaden nuestra vida. Exigen cada vez más cariño por su persona, sin parar y sin pensar en las consecuencias emocionales sobre su víctima.

En las relaciones, solo escuchan sus propias necesidades y, aunque no lo hagan premeditadamente, siempre tratan de ocultar sus caprichos y el hecho de que sus intereses son más importantes que todo lo demás. Rechazan cada pedido de la persona que explotan.

Piden y requieren cariño y atención, haciendo cada vez más insostenible la situación. De esta manera, surge un sentimiento de ineficacia y de poco valor que desarrolla un estado de inseguridad y baja autoestima en el otro.

Como se esperaba, esta situación absorbe nuestras energías, nos descarga y nos cancela. Por eso, cuando nos damos cuenta de lo que está pasando, solemos tardar un tiempo en “desintoxicarnos”, pero en cuanto volvemos a la normalidad, volvemos a perder toda la energía.

Quítate los parásitos de los hombros, sigue tu propio camino

Si crees que hay personas que pesan sobre tus hombros, lo mejor es analizar y reflexionar sobre los desequilibrios emocionales causado por estas relaciones.



Recuerda que los parásitos emocionales nos transmiten y contagian su estado emocional y por ello es normal sentirnos cansados ​​y psicológicamente destruidos.

Por tanto, es importante recuperar la posesión de todas esas necesidades personales que habías apartado para satisfacer las de tu parásito. Una vez que vuelvan a comprar, dales prioridad. Esto no significa que dejarás de querer a la otra persona, sino que simplemente te estás protegiendo de ciertos aspectos para mantener tu equilibrio emocional.


No puedes sentirte incapaz o culpable porque no logras satisfacer las necesidades del otro. Cada uno de nosotros es responsable de su propia vida y los demás son simplemente parte de ella, sin representar el todo de esa vida. Como dicen, cada madera tiene su propia carcoma, y ​​no hay que imponerse el papel de salvadores, porque cada uno de nosotros es responsable solo de nuestra propia felicidad.

Imágenes de Erback Studios, Nicoleta Ceccoli y Anita Mejia

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