No hay miedo a empezar de cero, sino a repetir todo de nuevo.

No hay miedo a empezar de cero, sino a repetir todo de nuevo.

Comenzar desde cero, la posibilidad de tener un nuevo comienzo puede ser emocionante y motivador para algunos, pero para la mayoría es una experiencia aterradora. En realidad, no tenemos miedo de empezar de cero, sino de volver a tenerlo todo, de tropezar dos veces con la misma piedra, de decepcionarnos y confirmar nuestras peores sospechas.

Pero hay que recordar que “nada se pierde si tenemos el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo”, en palabras de Julio Cortázar. Después de todo, así es la vida: una serie de comienzos y epílogos.



El miedo a tropezar dos veces con la misma piedra

Cuando nos embarcamos en una nueva aventura, lo que más queremos es que todo salga bien. Comenzamos con gran entusiasmo trabajando duro para asegurarnos de que todo funcione a la perfección. Pero ese no es siempre el caso. A veces, por mucho entusiasmo y compromiso que pongamos, las cosas no salen del todo bien. A veces la vida "nos obliga" a recoger los pedazos y empezar de cero. Puede suceder en cualquier campo, desde las relaciones hasta el trabajo.

De hecho, cada vez que emprendemos un nuevo proyecto existe el riesgo de que no se lleve a cabo, cada decisión que tomamos prevé tanto la posibilidad de éxito como la de “fracaso”. Cuando ponemos mucho esfuerzo y entusiasmo en un proyecto y se desmorona, la perspectiva de comenzar desde cero puede ser aterradora. En esos casos es normal estar paralizado por el miedo. Si no logramos superar ese miedo, estaremos atrapados en el pasado, en el círculo de la desesperación y la frustración.

Tal vez pasó años de su vida en una relación que salió mal, invirtió los ahorros de su vida en un negocio que no funcionó, o se mudó a un país extranjero donde tuvo que empezar de cero.



En estos casos es normal sentir diferentes emociones. Después de un "fracaso" puede que te sientas desanimado y decepcionado, esto no solo se debe a la decepción sino también a que te has agotado tu "batería emocional". Cuando un proyecto va mal, suele consumir gran parte de nuestros recursos psicológicos, precisamente porque intentamos salvarlo a toda costa. Y mientras intentamos salvarlo sufrimos una hemorragia emocional, algo muy común en las relaciones.

También es normal tener miedo. Sin embargo, el miedo es una emoción tan intensa y visceral que a menudo eclipsa al resto. A veces el "miedo a empezar de cero" se convierte en una expresión genérica que engloba todas las demás emociones y acaba paralizándonos. Pero si no nombra lo que siente, si no enfrenta ese miedo, no podrá combatirlo de manera efectiva. Si no sabe con quién está peleando, simplemente atacará en la oscuridad.

Es muy probable que realmente no tengas miedo de empezar de cero, pero que vuelvas a repetirlo todo, reviviendo un nuevo fracaso que te dejará con profundas cicatrices. Puedes tener miedo de volver a sufrir, volver a intentarlo sin obtener los resultados esperados, desperdiciar otros años de tu vida ...

Empezar desde cero no da miedo, lo que da miedo es la perspectiva de volver al punto de partida. Es una diferencia sutil que puede ayudarte a superar el miedo y seguir adelante.

¿Por qué es tan difícil empezar de cero?

  1. No sabes que hacer. Si se siente completamente atascado y ni siquiera puede considerar varias alternativas para comenzar desde cero, probablemente sea porque no sabe qué hacer. Tal vez tenga su objetivo en mente, sepa adónde quiere ir, pero no conozca el camino. De hecho, es una situación normal cuando los objetivos son muy ambiciosos y los pasos necesarios no están claros. Si es así, todo lo que necesita hacer es dividir esa meta en pequeñas metas que pueda manejar mejor. Poco a poco irás descubriendo cuál es la mejor forma, paso a paso. Haz la máxima de Confucio: "un paso no te lleva a donde quieres ir, sino que te aleja de donde estás".
  2. Estás agotado. Puede que tengas claras tus metas y el camino a seguir, pero la historia anterior fue tan intensa que te sientes agotado, al límite de tus fuerzas. El simple hecho de observar el camino que hay que atravesar te agota y crees que no estás a la altura. En este caso, cuando te quedes sin recursos psicológicos, tu mejor opción es tomar un descanso de ese problema, darte tiempo para empezar de nuevo. Durante este tiempo podrás recuperar la fuerza, la motivación y el entusiasmo que necesitas para iniciar tu nuevo proyecto.
  3. Has perdido la fe en ti mismo. Es el peor de los casos porque implica que no tienes suficiente confianza en tus habilidades. Es probable que sea el resultado de decepciones o fracasos anteriores. En ese caso, empezar de cero parece inútil porque estás convencido de que volverás a fallar. Te culpas por lo que sucedió y no crees que hayas aprendido de los errores del pasado, por lo que te niegas la oportunidad de tener una segunda oportunidad. Para tener una segunda oportunidad, necesita redescubrir la confianza en sí mismo. Para lograrlo, es necesario hacer un trabajo interior profundo que le permita aprender de los errores del pasado y afrontarlos con una actitud elástica. Cuando asumes que un "fracaso" sólo significa que has intentado hacer algo, recuperarás las ganas de volver a intentarlo, esta vez con más madurez y experiencia. Recuerde las palabras de Henry Ford: "El fracaso es una oportunidad para empezar de nuevo con más inteligencia".

¿Cómo empezar de cero?

  1. Suponga que no está empezando desde cero. De hecho, todas las experiencias pasadas, incluso las negativas y desagradables, nos dejan una lección. Si analizas los errores cometidos, no empezarás de cero porque tendrás una base más sólida, lo que aumenta tus posibilidades de éxito. Por tanto, la idea de empezar de cero es en realidad un error, un engaño de tu mente asustada.
  1. Aprovecha este nuevo comienzo. A veces solo tienes que cambiar la perspectiva para que todo cambie. Cada día es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para que usted cree algo nuevo y mejor. En lugar de tomar el nuevo comienzo como un castigo, puede verlo como una oportunidad para crecer, hacer las cosas de manera diferente y poner a prueba sus habilidades.
  1. Se paciente. Comenzar de nuevo no siempre es fácil, especialmente cuando necesitas curar algunas heridas emocionales. En estos casos, es importante no apresurarse sino tomarse el tiempo para curar estas heridas. Correr demasiado puede llevarlo a repetir los mismos errores del pasado.
  1. Supera el bloque inicial. Algunos finales son tan drásticos o inesperados que nos bloquean. Para empezar de cero hay que superar este bloqueo inicial y la mejor forma de hacerlo es considerar las nuevas oportunidades. Este bloqueo emocional surge de la incapacidad de discernir el camino que nos espera, muchas veces porque los hábitos y las rutinas nos cegan, por lo que poco a poco debemos despejar la niebla mental.
  1. Reconoce tus miedos. ¿Tienes miedo de empezar de cero y repetir los mismos errores? Descubra qué creencias alimentan el miedo y pruébelas con técnicas como la reestructuración cognitiva. Es cierto que emprender un nuevo camino y una forma diferente de hacer las cosas puede dar miedo, pero peor aún es quedar atrapado en el pasado. Asume que cada error es una experiencia de aprendizaje y comprende que nunca podrás volver al mismo punto porque creces más y más con cada nueva experiencia. De hecho, a veces la meta no es tan importante como la persona en la que te convertiste al intentar alcanzarla. Después de todo, la vida es un viaje, no un destino.
  1. Aceptar el cambio. La vida fluye en un proceso de cambio constante. Muchas veces tenemos miedo de empezar de nuevo porque nos consideramos un "producto terminado" o alimentamos imágenes estáticas de una relación o una profesión. Por el contrario, cuando aceptamos el cambio, cambiamos nuestra perspectiva y nos abrimos a un universo de posibilidades que nos permite emprender nuevos comienzos.
  1. Desarrolle la resiliencia. Si confía en su capacidad para superar la adversidad, empezar de cero no será tan difícil. Las personas que han luchado con los vientos y las mareas han probado su capacidad de recuperación e interiorizado una enseñanza de gran valor: "No importa lo difíciles que sean las cosas, al final lo lograré". Esa certeza es un faro que los ilumina y sostiene en los momentos más difíciles.
  1. Separado del resultado. Muchas veces la ansiedad y el miedo a cometer los mismos errores proviene de la tendencia a concentrarse en los resultados. Todo cambia cuando tomamos una distancia psicológica. Por lo tanto, en lugar de aferrarse desesperadamente a imágenes mentales, ideas, creencias y expectativas sobre cómo debería ser el viaje, tratando de controlar todo lo que sucede en el camino, es necesario aprender a dejarse llevar y fluir. Centrarse en experiencias valiosas, en lugar de resultados, es la mejor estrategia para aprovechar al máximo la vida.
  1. Olvida tu ego. A veces, el miedo a repetir los mismos errores proviene de un miedo mucho más profundo, el de ser valorado negativamente, de ser rechazado. Nos preocupa lo que pensarán los demás de nuestros "fracasos". En estos casos es el ego el que habla, así que solo tienes que aprender a silenciarlo. Comprenda que su valor como persona no depende de sus éxitos o fracasos, sino del compromiso y la pasión que ponga en el viaje.
  1. Empiece por el final. Puede parecer una contradicción, pero es un cambio de perspectiva muy útil cuando necesitas empezar de cero. Recuerda que para quienes no saben a qué puerto dirigirse, ningún viento es propicio. Entonces, pregúntese "¿qué tipo de vida quiero crear para mí?" Piense en lo que realmente quiere y esté abierto a las oportunidades que se le presenten. Es probable que logres tu meta a través de un camino que no planeaste inicialmente, pero que fue mucho más simple y emocionante.
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