“Lo siento, no tuve tiempo” es una excusa que probablemente hemos escuchado en más de una ocasión y que probablemente también hemos utilizado. Pero eso es solo una excusa, porque la verdad es que no hay falta de tiempo, solo falta de interés.
Cuando algo no nos interesa, cuando simplemente no nos llama la atención o no nos gusta, nos resulta mucho más fácil escondernos detrás de las obligaciones y actividades diarias. Pero cuando algo nos apasiona y realmente nos interesa, nos aseguramos de que encaje perfectamente en nuestra agenda, como si fuera un gran rompecabezas, y encontramos el tiempo necesario para dedicarlo a ello.
Cuando nos mentimos a nosotros mismos ...
La jornada tiene 24 horas, no podemos alargarla, pero sí podemos reorganizar nuestra agenda para tener tiempo para realizar las actividades importantes. Si no lo hacemos, es porque algo en nuestro inconsciente nos está empujando en otra dirección.
Por ejemplo, cuando posponemos constantemente una decisión y decimos que no tenemos tiempo para estar mejor informados, generalmente es porque nuestro "yo" más profundo tiene miedo de dar el paso, quizás porque sentimos que aún no estamos listos. También puede ser porque realmente no nos importa, estamos tan cómodos en nuestra zona de confort que no queremos cambiar y, por lo tanto, nos mentimos a nosotros mismos diciendo que no tenemos tiempo.
Pero mentirnos es un juego peligroso, porque podemos acabar tomando decisiones de las que nos arrepentiremos, simplemente porque nos dejamos llevar por las circunstancias o porque nos vimos obligados a decidir en el último minuto. Entonces, la próxima vez que crea que se está quedando sin tiempo, piense por un momento en lo que puede estar escondiendo esta oración.
Considere que para ocultar, reprimir o enmascarar ciertas ideas y sentimientos de nuestro "yo" consciente, necesitamos hacer un gran esfuerzo mental que con el tiempo se vuelve muy agotador. Mentirse a sí mismo es agotador.
Ser honesto contigo mismo te salvará de este problema. Si en lugar de decir que no tienes tiempo, que lo harás mañana o quizás el próximo mes, simplemente acepta que esto es algo que no te importa o para lo que no estás listo, cierra un capítulo y sigue adelante, con menos estrés y preocupaciones. Te quitarás un gran peso de los hombros.
Participa en lo que te hace verdaderamente feliz
En la vida, su activo más preciado es el tiempo. Puedes compartirlo con tus seres queridos y hacerte feliz o invertirlo en esas cosas que te hacen vibrar y apasionar de verdad.
Esto significa que no tienes que cumplir con todas las expectativas sociales, solo debes comprometerte con aquellos valores que consideras importantes, con los que realmente te identificas.
Recuerda que vivir constantemente en el carril rápido, pasar de un compromiso a otro, de un proyecto a otro y de una relación a otra, evitará que te conectes con tu esencia y poco a poco terminarás perdiéndote a ti mismo.
A veces solo tienes que darte tiempo para pensar, determinar lo que realmente quieres y, lo más importante, decidir en qué invertir los minutos y horas que tengas disponibles. Porque son limitados.
- 26
