Mobbing laboral: los tipos más comunes

Mobbing laboral: los tipos más comunes

El abuso en el lugar de trabajo se manifiesta de diferentes formas y situaciones. Para combatirlos con eficacia, es importante conocer el entorno en el que te mueves.

Mobbing laboral: los tipos más comunes

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Las situaciones de mobbing, o bullying, prolongadas en el tiempo se encuentran entre los eventos más dañinos para la salud psicológica. Algunos estudios afirman que tales experiencias pueden provocar un trastorno de estrés postraumático. El acoso en el lugar de trabajo puede ser casi imperceptible al principio, pero gradualmente se afianza, socavando nuestra estabilidad psicológica.



Por ejemplo, ser eliminado del grupo de WhatsApp de la empresa, no participar en reuniones y actividades extralaborales. O los colegas pueden comenzar a delegar tareas que no quieren completar. Situaciones que tienen un sabor intimidante.

El acoso laboral en el ámbito laboral suele comenzar con episodios que provocan cierta molestia, que luego crece día a día y se cronifica. Terminamos sin encontrar la paz ni siquiera en el fin de semana, porque pensemos en lo que nos espera el lunes. El problema es que muchas veces, para no vivir más estas situaciones, uno no tiene más remedio que dejar el trabajo (Piñuel y Cantero 2002).

Mobbing laboral: reconociendo los diferentes tipos

Podemos definir el bullying como una condición de intimidación repetida y prolongada por parte de superiores y subordinados hacia un empleado.

El practicado por compañeros se denomina bullying horizontal, mientras que el realizado por subordinados se denomina bullying vertical. Otra forma común de intimidación en el lugar de trabajo es el mando, que es ejercido por la gerencia.



Conocer las diferentes situaciones de mobbing es muy importante, ya que cada uno de nosotros podría tener experiencias agotadoras en el ámbito laboral sin siquiera saber que somos una víctima. Hablamos de ello en detalle en las próximas líneas.

1. La discriminación: un obstáculo que bloquea el crecimiento profesional

Una de las formas más comunes de intimidación es construir muros y barreras alrededor de la persona para obstaculizar su crecimiento profesional.

Un ejemplo puede ser aquel en el que las propuestas y oportunidades que se le niegan se ofrecen a sus colegas. Por alguna razón, está excluido de compartir los éxitos, su carrera está casi congelada, mientras que todos a su alrededor prosperan.

2. Lo que eres y lo que haces no tiene valor (devaluación)

¿Eres fan de alguna serie o película? En un contexto de mobbing, tus compañeros o jefes siempre devaluarán lo que más te apasiona. No solo te despreciarán por cómo te vistes o por lo que dices, sino que no importa cuánto te esfuerces, tampoco apreciarán tu trabajo.

3. No eres nadie o no existes (aislamiento en el trabajo)

Como se anticipó al principio, en algunos casos, el empleado es eliminado repentinamente del grupo de WhatsApp de la empresa. Este es un ejemplo clásico de aislamiento en el trabajo, pero hay otras formas de este:

  • Los colegas crean un vacío a nuestro alrededor. (no nos hablan, nos evitan, etc).
  • Casi nunca nos involucramos en el trabajo en equipo.
  • Durante la pausa nadie tiene una palabra con nosotros.
  • No se nos informa sobre citas, reuniones y eventos relacionados con el trabajo.

4. Bullying en el ámbito laboral: el exceso o ausencia de tareas asignadas

Esta es sin duda una de las formas más comunes de acoso escolar. Es decir, cuando de repente se nos asigna una carga de trabajo excesiva. O, por el contrario, no se nos asigna ninguna tarea.



En otros casos, se nos pueden asignar tareas degradantes o humillantes en comparación con nuestra posición profesional.

Por ejemplo, a un investigador de laboratorio se le pueden asignar repentinamente tareas de logística, recolección de muestras o limpieza.


5. Insultos, faltas de respeto, boicot

El caso más llamativo de bullying es aquel en el que existe una acción intimidatoria clara, directa y dolorosa. Hablamos, por ejemplo, de insultos, empujones en el pasillo, burlas, hasta el auténtico boicot profesional que se traduce en un ambiente de trabajo tóxico.

En algunos casos, pueden juntarse varios compañeros haciéndole la vida imposible a la persona, por puro placer, envidia o mera discriminación.

Una situación tan cotidiana hace que aumenta el riesgo de que la víctima experimente PTSD, como explican varios estudios (Mikkelsen, EG y Einarsen, S, 2002).

6. Acoso laboral: culpabilización de la víctima

¿Ocurre un accidente, hay un problema o se comete un error? la culpa es tuya. Ante estas dinámicas debemos ser claros: la forma más efectiva de socavar el equilibrio psicológico de una persona es desgastarla mentalmente. En este sentido, culpar a la persona de todo lo que pasa (y no pasa) suele ser una técnica eficaz.

7. Chismes y rumores difamatorios

Otra forma dolorosa de acoso laboral es la vinculada a la difusión de chismes sin fundamento. No hay nada más potente en ningún entorno de trabajo. Su propósito es unir al grupo y humillar a la víctima. No importa que sean falsos e infundados, lo importante es que hieren y dañan a la persona.


Conclusiones

La intimidación y el acoso psicológico en el trabajo continúan ocurriendo con demasiada frecuencia en estos días.. Estas dinámicas, estos escenarios contaminados por la negatividad, los abusos y los boicots, no dejan solas a las víctimas.

Todo esto también afecta la productividad, pero en particular la salud física y psicológica. Acabemos con la cultura del acoso, no seamos partícipes de ella y, si la sufrimos, no dudemos en pedir ayuda y emprender las acciones legales oportunas.

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