En cualquier empresa, especialmente en esta época de crisis, el miedo a ser despedido es más evidente que nunca. En este artículo te explicamos cómo superarlo.
Última actualización: 13 de abril de 2021
El miedo a ser despedido puede causar altos niveles de estrés en los empleados, especialmente si la empresa u organización está pasando por una fase de crisis. Es, de hecho, uno de los miedos más concretos y con las consecuencias más dañinas tanto para la salud como para el lugar de trabajo.
Por ejemplo, el miedo a ser despedido puede afectar la productividad y el desempeño, pero también sobre las relaciones con los compañeros de trabajo y sobre el nivel de satisfacción general, que puede convertirse en un malestar intenso. Aprender a gestionar el miedo, la sensación de inestabilidad e incertidumbre es fundamental.
Analizando el miedo a ser despedido
En algunos casos, somos víctimas de miedos infundados que no se reflejan en la realidad. Los siguientes consejos pueden ayudarnos a deshacernos de él:
Evaluar la situación
Analizar la situación y reflexionar sobre lo que sucede es el primer paso. Se trata de valorar la situación con la mayor objetividad posible e identificar posibles motivos reales por los que puedes acabar perdiendo tu trabajo. En ausencia de evidencia concreta, estos son probablemente solo temores infundados y el despido no ocurrirá.
Pon tus miedos en orden
Si tras el análisis anterior aún no has podido encontrar indicios de un despido inminente, tendrás que analizar los orígenes de estos miedos. Por ejemplo, podrían ser el resultado de experiencias pasadas personales.
¿De dónde viene el miedo a ser despedido? ¿Cuál es el punto de intentarlo? Estas son preguntas que pueden ayudarnos a aprender más sobre cómo nos sentimos y lo que debemos. la idea es contener los miedos irracionales que nos encadenan al malestar y que nos impiden hacer nuestro trabajo de la mejor manera.
Relacionarse con los compañeros de trabajo
Una buena relación con los compañeros de trabajo es clave para crear un ambiente de trabajo saludable. Hablar con ellos sobre cómo se sienten puede ayudarnos, ya que pueden entendernos e incluso compartir nuestros sentimientos. Además de esto, encontrar apoyo en los demás puede ser útil para hacer frente a la situación.
Hable con su supervisor o gerencia
Si lidiar con el miedo a ser despedido se convierte en una tarea imposible, una conversación tranquila con su supervisor, gerente o gerente es otra opción.
Pide una entrevista privada con ellos. puede aclarar nuestras dudas y brindarnos más información sobre la situación del negocio. Esto hará que sea mucho más fácil saber si nuestro lugar de trabajo está realmente en peligro, además de ser una oportunidad para demostrar cuánto valoramos nuestro trabajo.
Afrontar el miedo a ser despedido preparándose para un posible despido
Ser conscientes de los peligros puede alarmarnos y prepárate para reaccionar, por lo que en determinadas circunstancias puede ser una buena idea empezar a prepararte para un posible despido.
Actualizar el currículum
Tener un buen currículum, actualizado y en orden, te ayudará a sentirte más seguro en tu investigación. Por eso es importante agregar cualquier experiencia y habilidades adquiridas desde la última actualización de CV.
Revisar el contrato de trabajo
Nunca está de más echar otro vistazo a su contrato de trabajo para asegurarse de que tiene derecho a compensación por años de servicio prestados a la empresa.
En este caso, el consejo es centrarse en la cantidad que la empresa puede tener que pagar en caso de despido, ya que podría ser útil para hacer proyectos alternativos y dar respuesta a algunas necesidades a la espera de otro trabajo.
Consulta si tienes derecho a la prestación por desempleo
El apoyo económico en caso de desempleo puede ayudar a gestionar este período de transición entre un trabajo y otro. Es por ello que necesitamos informarnos sobre la posibilidad de recibir las subvenciones y los requisitos necesarios para solicitarlas.
Obtener una carta de recomendación
Antes de despedirse de un trabajo es importante revisar los trámites para obtener una carta de recomendación, gracias a la cual será más fácil encontrar otro trabajo. De esta manera, habrá alguien dispuesto a confirmar nuestras habilidades y nuestra ética moral. El consejo es mantener siempre una buena relación con las personas que hemos señalado como referentes.
Estar disponible
Finalmente, es fundamental estar dispuesto a firmar un contrato con otros empleadores. En este sentido, es una buena idea contactar con el departamento de Recursos Humanos de otras empresas de nuestro interés.