Mejorar la atención y la memoria: 5 estrategias

Mejorar la atención y la memoria: 5 estrategias

La mejor manera de aumentar la memoria y la atención es crear las condiciones para que puedan expresarse plenamente. Con el tiempo, entrenar estas dos facultades se convertirá en un hábito, con todos los beneficios que ello conlleva. 

Mejorar la atención y la memoria: 5 estrategias

Última actualización: 12 de marzo de 2021

mejorar atención y la memoria es el objetivo de muchos de nosotros. Las razones van desde hacer el estudio más rápido y efectivo, hasta fortalecer estas dos habilidades que tienden a debilitarse con los años.



Ciertamente nuestro rendimiento cognitivo aumenta si logramos fortalecer la memoria y la atención. Ninguno de los dos equivale a más inteligencia, pero contribuyen de manera decisiva a aprovecharla al máximo. En particular, nuestra capacidad de aprendizaje depende en gran medida de la atención.

En realidad, mejorar la atención y la memoria es principalmente el resultado de una serie de buenos hábitos, así como constancia y autodisciplina.

Se puede conseguir a cualquier edad aunque, por supuesto, a mayor edad será necesario un mayor esfuerzo. Las estrategias disponibles para nosotros son diferentes. Vamos a ver cinco.

“Enfócate solo en lo que quieres atraer hacia ti. Recuerda, donde va tu atención, allí fluye tu energía".

–Jack Canfield–

Estrategias para entrenar la atención y la memoria

1. Evita las distracciones y la monotonía

Nunca está de más recordar un aspecto aparentemente obvio: para mejorar la atención y la memoria es fundamental evitar las distracciones. Debemos evitar sobre todo ruidos e interrupciones. Ambos afectan negativamente la atención. Y sin atención, nuestra capacidad para crear recuerdos es limitada.

Mantener alejada la monotonía es igual de obvio y básico. Sabemos que el cerebro humano tiene una capacidad de atención precisa. Para algunas tareas que requieren gran concentración, lo ideal es tomar un descanso cada media hora y cambiar de actividad o entorno cada dos horas.



2. Repasar y subrayar para mejorar la atención y la memoria

Una de las grandes dificultades para memorizar conceptos es la prisa. Simplemente damos por terminada una lectura cuando terminamos el capítulo o libro. Pero esto no es suficiente.

En el caso de la lectura, en particular, es muy útil para subrayar los conceptos que consideramos más importantes o merecedor de ser recordado.

Y al final, es bueno repasar los pasos que hemos esbozado. Así sacaremos el máximo partido a la lectura. Algo similar se debe hacer con las demás actividades.

3. Evita la multitarea

Hacer más cosas juntos es un hábito cada vez más común, pero muy negativo. ¿Cuántos de nosotros hacemos un trabajo viendo televisión o escuchando música con audífonos y respondiendo mensajes en el celular al mismo tiempo?

Lo único que se consigue de esta forma es no prestar toda la atención a ninguna de las actividades en cuestión. Al mismo tiempo estamos alimentando la ansiedad o la sensación de impotencia por no poder dar lo mejor de nosotros. Esta es la peor situación para nuestra memoria.

Trabajar en modo multitarea hace que nuestra capacidad para mantener la atención disminuya mucho antes, lo que afecta la capacidad de crear memorias confiables y precisas.

4. Crea un ambiente ideal para potenciar la atención

El entorno juega un papel decisivo en los trabajos que requieren concentración. El contexto debe ayudar al control atencional: buena iluminación, pocas distracciones y bajo nivel de ruido.


Asimismo, un ambiente agradable predispone al cerebro a una mejor actividad. El ambiente no es solo físico, sino también emocional. Un tono emocional de baja intensidad favorece el control de la atención y la formación de recuerdos.


Puede parecer paradójico, pero una emoción negativa como la tristeza es en ocasiones un factor que puede mejorar la concentración.


5. Ayudas externas para la memorización

La atención y la memoria están íntimamente ligadas.. Cuando se alcanza un alto nivel de atención, los procesos de memoria se activan casi automáticamente.

En algunas circunstancias, sin embargo, esto no sucede, ya sea porque el grado de atención no es lo suficientemente alto o porque el contenido a memorizar es más complejo de lo habitual.

Especialmente en este último caso, se hace necesario recurrir a estrategias externas para facilitar la codificación o el acceso a las memorias. Las alternativas son diferentes: desde la elaboración de flashcards, pasando por la grabación y reproducción del texto, hasta el uso de mapas conceptuales.


Mejorar la atención y la memoria es cuestión de práctica

Como decíamos al principio, mejorar la atención y la memoria es cuestión de ejercicio constante. En otras palabras, buenos hábitos. La adopción de técnicas y estrategias efectivas conducirá a resultados visibles de inmediato. en nuestras actividades cognitivas.

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