Mediación familiar en separación

Mediación familiar en separación

En los últimos años se ha dado mayor importancia a los conflictos familiares y sus consecuencias. Durante una separación, por lo tanto, se presta gran atención a resolver estas dinámicas.

Mediación familiar en separación

Última actualización: 17 de febrero de 2022

La mediación familiar en la separación es un método de resolución de conflictos que se caracteriza por su sencillez y flexibilidad. Estas características son indispensables ya que los conflictos sociales son hoy inevitables.


A pesar de ser considerado uno de los pilares fundamentales de la sociedad, la familia no está libre de situaciones problemáticas que afecten gravemente el bienestar de sus miembros. En los últimos años se ha dado más protagonismo a los conflictos familiares.


El objetivo no debe ser prevenirlos o eliminarlos, sino cómo tratarlos para solucionarlos de la mejor manera posible.

La mediación en la dinámica familiar

En el pasado, las personas acudían a los tribunales para resolver conflictos con el ex cónyuge. Este sistema, sin embargo, se está alejando cada vez más de la realidad de nuestros días. En particular, porque no ofrece respuestas eficaces a las necesidades de la sociedad del siglo XXI.

Los legisladores, conscientes de la situación, han propuesto métodos alternativos de resolución de conflictos para satisfacer estas nuevas necesidades, así como dar solución al colapso de los juzgados provocado por los mismos.

La Directiva 2008/52/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea, de 21 de mayo de 2008, tenía por objeto mejorar la calidad de la justicia.

En España, la mediación familiar está regulada por el decreto legislativo 2010/28. Es importante distinguir entre la mediación extrajudicial y la judicial. La primera tiene lugar fuera del proceso judicial; el segundo tiene lugar en los tribunales.


La mediación familiar es un proceso extrajudicial o intrajudicial para la resolución de conflictos familiares en el que un tercero imparcial ayudará a los miembros de la familia a encontrar una solución a sus problemas.


El "tercero imparcial", llamado mediador, siempre intentará acercar las dos posiciones. En todo momento intentaremos llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para todos.

La mediación familiar en la separación: el concepto de mediador

El mediador se define como una tercera persona con la preparación técnica necesaria que, desde una posición neutral y sin capacidad de decisión, interviene en el conflicto entre las dos partes. El objetivo es inducir a los involucrados en la disputa a reflexionar racionalmente sobre una solución negociada que ponga fin a la disputa.

Es fundamental entender que en el contexto de la resolución el mediador no tiene poder de decisión o poder legal, como lo hubiera hecho el juez. Su función se limita a facilitar la comunicación. Como se mencionó, el mediador trata de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.

Ly condiciones necesarias para convertirse en mediador puede resumirse así: una persona física en pleno ejercicio de sus derechos civiles y en posesión de un título o formación profesional superior. Además, el mediador deberá contratar un seguro o garantía equivalente que cubra sus responsabilidades civiles.

Mediación versus proceso judicial

Il proceso de litigio tiende a generar conflictos e imposiciones, y este es un aspecto relevante. Con esto queremos decir que siempre hay un bando ganador y otro perdedor, en ningún caso ambos serán favorecidos.


Por ello, en determinadas situaciones, la mediación familiar en la separación puede convertirse en una alternativa win-win para todos. Sobre todo porque la labor del mediador se basará siempre en la consecución de la igualdad.

Es igualmente importante tener en cuenta que el proceso judicial es rígido, con soluciones limitadas y obligatorias. Las soluciones que se pueden lograr a través de la mediación suelen ser creativos, satisfactorios y rápidos.


Vale la pena recordar que, en su caso, la participación de los niños debe ser incluida en el proceso. Es importante que también se consideren a lo largo del procedimiento. La actuación del mediador también debe ser eficaz en este sentido.


Es fundamental entender que, en cualquier caso, la mediación no nace para resolver los problemas de justicia. A pesar de sus ventajas, todavía tiene un rango de acción muy limitado, aunque bastante grande.

Dependiendo de la situación a la que nos enfrentemos, por tanto, será positivo valorar el uso de una opción u otra. Siempre teniendo en cuenta la facilidades que la mediación puede proporcionar.

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