Los sumideros: la generación de la crisis mundial

Los sumideros: la generación de la crisis mundial

Los sinkies son aquellas parejas formadas por personas que, a pesar de tener un trabajo, no pueden permitirse formar una familia debido a los bajos salarios.

Los sumideros: la generación de la crisis mundial

Última actualización: 14 de febrero de 2022

La crisis financiera que asoló al mundo hace unos años, y que aún no ha agotado sus consecuencias, trae consigo una serie de fenómenos actuales que parecen haber llegado para quedarse. Una de estas preocupaciones los llamados sumideros.



Los sinkies son jóvenes que están en una relación de pareja, pero que han descartado la idea de tener hijos. Esto, sin embargo, no significa que no los quieran, sino que reciben un salario demasiado bajo para poder mantener a los niños.

La dura realidad de los sumideros

Este fenómeno social, de reciente aparición, afecta a tres de cada diez jóvenes europeos. Es decir, miles de personas de entre 20 y 30 años se encuentran en grave riesgo de exclusión social, a pesar de tener trabajo.

El término fregaderos fue acuñado por Caritas Europa, responsable de un estudio sobre 17 países de la Unión Europea, destinado a analizar este fenómeno e identificar posibles vías para contrarrestarlo.

Sinkies es una especie de acrónimo nacido de la combinación de términos derivados del inglés: Single, Income, No Kids. Es decir, soltero con ingresos, pero sin hijos, y no necesariamente por voluntad propia, sino por necesidad u obligación por circunstancias específicas.

El estudio sobre la pobreza juvenil en Europa

No hace mucho Caritas presentó el informe en la Cumbre Social Europea. En este documento se afirma que, luego de un estudio en profundidad, se observó que las nuevas generaciones disfrutan de menos oportunidades que las anteriores. Viven en peores condiciones que las de sus padres y, en algunos casos, incluso las de sus abuelos.



Este estudio revela la difícil situación a la que se enfrentan tantos jóvenes con graves problemas para acceder incluso a los derechos civiles más básicos. Según Caritas, estos derechos serían vivienda, formación y seguridad social. Cabe señalar que el estudio de Caritas hace una clara distinción entre fregaderos y dinkies:

  • Dinky es el término acuñado en la década de los 80 para definir a aquellas personas que, a pesar de tener el doble de salario y ganar lo suficiente, optaron por no tener hijos.
  • Sinky es el término acuñado para las parejas jóvenes que por motivos personales y laborales desean tener hijos, pero no pueden planear tener una familia propia porque se ven privados de la estabilidad suficiente que les permita hacerlo.

Los efectos a medio y largo plazo

Según fuentes autorizadas, las nuevas generaciones son los primeros en la historia en vivir peor que sus padres. Varias personalidades de prestigio han denunciado esta situación.

Según informa Caritas Europa, el problema es que esto afectará a la demografía a medio y largo plazo. Se espera un futuro económico poco halagüeño para el viejo continente, según el juicio de Jorge Nuño, secretario general de este organismo.

La situación ha empeorado dramáticamente debido a la crisis de 2008. Desde entonces, los niveles salariales en Europa no solo se han estancado, sino que incluso se han desplomado, creando un populoso universo de precariedad, aspecto que aumenta el riesgo de predisposición a la pobreza.

Según este mismo estudio, los jóvenes millennials de entre 21 y 30 años en Reino Unido tienen que esperar una media de 5 años antes de recibir un aumento de sueldo, a pesar de verse obligados a luchar contra la alta inflación. Esto significa que cada día son más pobres.



Los sumideros y la sobrecualificación

Las palabras de Jorge Nuño están motivadas por el hecho de que esta generación no sólo gana menos que la anterior, sino que también enfrenta una reducción en su salario. En definitiva, se pasa de un sueldo medio que ronda los 1000€ a sueldos que rondan los 700-800€.


El colofón es que estamos hablando de una generación con una sobrecualificación extrema. Casos como el de Grecia y Portugal son especialmente graves, dado que miles de jóvenes con títulos universitarios luchan por superar roles no responsables y mal remunerados.

Y en este universo de precariedad y poca esperanza, los sumideros se ven obligados a navegar, tratando de combatir su frustración laboral emigrando y buscando en otros lugares oportunidades que no pueden encontrar en su propio país.


Aquí, para concluir, estas generaciones se enfrentan a serias dificultades de autonomía financiera. Pierden la motivación, les cuesta acceder a una vivienda digna de llamarse así y pueden ser presa de discursos populistas, ante la falta de esperanza en un futuro mejor.

La juventud tiene sus luchas, que es derribar las oligarquías desbocadas, los líderes que desorientan y los turbios intereses que nos explotan.

-Arturo Jauretche-

Añade un comentario de Los sumideros: la generación de la crisis mundial
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.