Los riesgos que implica reprimir las emociones

Los riesgos que implica reprimir las emociones

"Cualquiera que trague demasiado, eventualmente se ahoga", dice un viejo proverbio español. Freud también nos advirtió sobre los peligros de sofocar los sentimientos al decir: “Las emociones reprimidas nunca mueren. Los entierran vivos y tarde o temprano saldrán de la peor manera ".

De hecho, a veces la sabiduría popular encuentra apoyo en la ciencia. En algunos casos, reprimir nuestros sentimientos y pensamientos, por miedo a ofender a los demás o mostrarnos vulnerables, puede acabar haciéndonos daño. Las emociones que se acumulan nos hieren en silencio, se convierten en fantasmas que dañan nuestro cuerpo y nuestra mente.



Si no expresas lo que sientes, no podrás defenderte

Si no expresas tu malestar, es probable que la persona que te está lastimando no sea plenamente consciente de las consecuencias que sus palabras o actitudes tienen sobre ti. Muchas veces esperamos que otros se den cuenta de que están cruzando la línea, que puedan imaginar nuestros sentimientos y pensamientos.

Pero los que están a nuestro lado no son videntes y, si bien es cierto que pueden intuir algunas cosas, en ocasiones pueden estar demasiado absortos en sí mismos como para darse cuenta del impacto negativo de sus palabras o de su comportamiento. Por lo tanto, nos corresponde a nosotros señalar que nos están haciendo daño. Necesitamos encontrar un equilibrio entre los momentos en los que es más prudente estar en silencio y cuando es necesario hablar para defender nuestras necesidades y proteger nuestro equilibrio emocional.

Las emociones reprimidas se convierten en problemas psicosomáticos

Mente y cuerpo forman una unidad, por lo que no es de extrañar que las emociones y los sentimientos reprimidos acaben expresándose a través de problemas psicosomáticos. Un estudio muy interesante realizado en la Universidad de Aalto reveló cómo diferentes emociones afectan nuestro cuerpo, generando diferentes reacciones. La ira contenida, por ejemplo, se ha asociado con el doble de riesgo de sufrir un infarto, lo que no es extraño porque la ira manifiesta se concentra en la parte superior del cuerpo.



También se sabe que el estrés desencadena la producción de cortisol, una hormona que genera procesos inflamatorios muy dañinos para las células de nuestro organismo y que están en la raíz de enfermedades graves como el cáncer.

De hecho, un estudio clásico realizado en la Universidad de Stanford reveló que las personas que tienen tendencia a reprimir sus emociones, clasificadas como "personalidades represivas", reaccionan con mayor excitación fisiológica a situaciones difíciles que las personas con ansiedad.

En general, las personas que tienden a reprimir sus sentimientos tienen un mayor riesgo de que sus sentimientos salgan a la luz en forma de síntomas psicosomáticos, que van desde tensión muscular y dolores de cabeza hasta problemas gastrointestinales, problemas de la piel o enfermedades más graves y complejas. La calma que da la represión acaba con una factura alta en materia de salud.

Salida emocional: expresar sus sentimientos es la clave para su bienestar

Expresar emociones abiertamente se ha considerado de mal gusto durante mucho tiempo. De hecho, cuando éramos niños nos enseñaron que no debíamos llorar ni enojarnos. Como resultado, muchos adultos nunca han aprendido a manejar de manera asertiva sus estados emocionales, simplemente los reprimen.

Los neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin han visto que los cerebros de quienes han desarrollado una "personalidad represiva" funcionan de manera relativamente diferente. En la práctica, los mensajes molestos o perturbadores tardan más en pasar de un hemisferio a otro. Pero no ocurre lo mismo con los mensajes neutrales o positivos, lo que indica que es una reacción aprendida a lo largo del tiempo.


Sin embargo, la liberación emocional es la clave de nuestro bienestar físico y psicológico. Hablar de cómo nos sentimos o cómo nos hacen sentir los demás, sin miedo, nos permitirá desarrollar relaciones interpersonales más maduras y auténticas, ayudándonos a establecer límites saludables.


¿Cómo se puede hacer esto?

1. Sea consciente de sus emociones y su causa. Si una persona siempre ha reprimido sus emociones, es probable que le resulte difícil profundizar en ellas. Pero es fundamental que aprendas a identificar lo que sientes, que distingas la ira del resentimiento, por ejemplo, y que seas capaz de identificar qué te hace sentir así. Es un ejercicio profundo de autoconocimiento para el que es necesario ampliar el vocabulario emocional a través de esta lista de emociones y sentimientos.

2. Suponga que todo tiene un límite. Los límites no son negativos, al contrario, permiten que otras personas sepan hasta dónde pueden llegar. Si no pone límites a sus relaciones, es probable que otros eventualmente se aprovechen de su amabilidad o de su capacidad para resistir todo sin decir nada, de modo que la cuerda se tensará cada vez más. Es importante que estos límites garanticen que se satisfagan sus necesidades.


3. Decir lo que piensas no tiene por qué significar herir a los demás.. Defender sus derechos no implica dañar a otros. No tienes que convertirte en un kamikaze de la verdad, pero soportar estoicamente críticas locas y ataques de personas tóxicas solo te hará daño. Lo ideal es aprender a decir lo que piensas y sientes con respecto a la otra persona, pero desde una posición firme.

4. Busque una manera asertiva de desahogarse. No siempre puedes decirles a los demás cómo te sientes. Sin embargo, esto no significa que debas reprimir las emociones. Puedes sacarlos usando técnicas como "la silla vacía", donde imaginas que la persona con la que quieres hablar está justo frente a ti. Pero debe tener cuidado, porque los psicólogos de la Universidad Estatal de Iowa han visto que algunas formas de desahogar las emociones pueden tener el efecto contrario, haciéndolo sentir peor. La clave está en encontrar una forma de desahogar las emociones que te permita recuperar el equilibrio perdido, permitiéndote escapar del control que esas emociones ejercían en tu inconsciente.


 

Añade un comentario de Los riesgos que implica reprimir las emociones
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.