Los preceptos de vida de los samuráis

Los preceptos de vida de los samuráis

Los preceptos de vida de los samuráis han sido heredados por muchos artistas marciales. Ilustran principios que son válidos para tratar con enemigos o situaciones difíciles. Vale la pena conocerlos.

Los preceptos de vida de los samuráis

Última actualización: 18 de abril de 2021

Los samuráis eran guerreros que no solo se entrenaban en habilidades de lucha, sino que también otorgaban gran importancia a su educación mental y espiritual. Los preceptos de vida de los samuráis se encuentran en Bushido.



Algunos de estos preceptos de vida han sido adoptados por las artes marciales y adaptados a diferentes filosofías. Hoy en día, de hecho, muchas de estas artes marciales se refieren a pautas de vida, cuyo origen se remonta a los samuráis.

Muchos de estos preceptos de vida se encuentran, por ejemplo, en el karate. Están contenidos en el Dojo Kun., texto que condensa estas orientaciones. Aunque están pensados ​​para las artes marciales, pueden aplicarse perfectamente a la vida de cualquier persona. Esto es lo que son.

"Aprender con la práctica es como empujar un carro cuesta arriba: si disminuyes la velocidad, retrocedes".

-proverbio japonés-

El respeto es el primer ataque.

El primero de los preceptos de vida de esta filosofía dice que todo comienza y termina con respeto. Es el valor más grande y debe darse a los demás tanto como a uno mismo. Si el respeto no es el principio rector, se produce el caos.

El segundo precepto dice que "el primer ataque no existe". Se refiere al hecho de que ante un ataque, uno debe reaccionar dando tiempo a la otra persona para que tome conciencia de su maldad y se arrepienta. Se debe evitar la confrontación hasta que sea esencial para la autodefensa.



Preceptos de vida: justicia y conocimiento

La justicia nace de una reflexión serena en la que cada uno debe preguntarse si lo que está haciendo está bien. Cuando la respuesta es afirmativa, es recomendable persistir en la conducta o tomarla como ejemplo.

Otro de los preceptos de la vida dice: “Conócete primero a ti mismo y luego a los demás”. Si no nos conocemos a nosotros mismos, siempre estaremos en peligro. Si no conocemos a los demás, será difícil actuar en armonía con ellos.

El espíritu, uno de los preceptos de la vida

Uno de los preceptos esenciales de la vida indica que los valores espirituales están por encima de todo. No hay habilidad, ni técnica que valga la pena, si no está inspirada en valores sólidos del corazón.

De hecho, hay un precepto que dice: "La mente debe ser libre". Esto significa dejarlo fluir, aprender a conocerlo e interpretarlo. No deseas controlar la mente, ya que es inútil. Cultívala para que vaya libremente adonde tiene que ir.

Descuidar y cultivar

El escrutinio continuo de nuestras acciones y la prudencia son claves para evitar calamidades. Por otro lado, es importante cultivar con el mismo cuidado todos los aspectos de nuestra vida: mente, cuerpo, espíritu, técnica, etc. Las habilidades se refuerzan entre sí.

Otro de los preceptos de vida del samurái dice que cuando te comprometes a crecer y cultivarte, es un pacto que haces contigo mismo de por vida. Por lo tanto, tienes que consolidar hábitos poco a poco, con el firme propósito de mantenerlos.


Sé diligente y desea no perder

No es suficiente aplicar los preceptos de la vida al azar y al azar. Para llevar una existencia significativa y pacífica es necesario seguir el propósito con constancia y diligencia. Un compromiso pobre nunca conduce al éxito.


Los samuráis y los artistas marciales también insisten en el concepto de que, antes de tratar de derrotar a otros, uno debe tratar de no perder. En cualquier comparación, esto no es suficiente. Pero es suficiente estar fuera del alcance de los enemigos.

Adaptarse y confiar

Otro de los preceptos de vida del samurái dice que ante un enemigo, o ante una dificultad, la cualidad más importante es la adaptación. ¿En qué? A la dificultad o al enemigo. No todos los obstáculos se enfrentan de la misma manera.


También argumentan que solo porque haya superado grandes problemas en el pasado, no hay garantía de que pueda superarlos en el presente o en el futuro. Tiempo la experiencia es importante, la confianza puede ser traicionera.

Ten cuidado y mantente en guardia.

Los guerreros samuráis creen, metafóricamente, que cuando una persona sale de su casa se expone a muchos peligros. Entonces, especialmente cuando se mueve en un terreno desconocido, es mejor mantener cierto grado de cautela.

También dicen estar en guardia. Esto es cierto para la mente, pero no para el cuerpo. La mente debe estar en un estado de atención constante. El cuerpo, por otro lado, debe estar relajado, de lo contrario creará conceptos erróneos en los demás.

Concéntrate, muévete y sé consciente de los preceptos de vida del samurái.

Para enfrentar dificultades o enemigos es necesario mantener el equilibrio, encontrando siempre un punto de referencia. Encontrar un centro físico y mental para no quedar en una posición de debilidad. También es importante saber moverse: avanzar, retroceder o quedarse quieto. Todo esto depende de cada situación; es un ejercicio de inteligencia.


Finalmente, el último de los preceptos de vida del samurái habla de la importancia de la conciencia. Básicamente, es lo que guía todas las acciones y les da sentido. No ser consciente es como no vivir.

Estos preceptos de vida estaban destinados al combate. Pero, como puedes ver, se aplican a cualquier situación, especialmente en caso de dificultades o problemas.

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