Última actualización: 23 marzo, 2015
Hay una cosa en mi vida que siempre me ha hecho preguntarme quién soy realmente. El hecho es que cada vez que me pasaba algo malo, a diferencia de muchas personas, me era imposible derramar ni una sola lágrima.. No pude hacer que mis ojos fueran una especie de escape de todo. dolor que albergaba dentro de mi. Pero, ¿significaba esto que yo era indiferente e insensible a todo lo que sucedÃa a mi alrededor? Ciertamente no, no podÃa ser asÃ.
Con el paso del tiempo me di cuenta de que, simplemente, estos episodios adversos me estaban ayudando a convertirme en una persona emocionalmente más fuerte, alguien que siempre ha usado el dolor para crecer y convertirse en una persona más madura, capaz de hacer lo mejor para no volver a caer en el mismo error.
Y asà hoy, cuando pienso en el pasado, con todos sus buenos y malos momentos, a veces Me encuentro llorando al recordar todo lo que pasé antes de convertirme en quien soy. En esos momentos, la emoción llena todo mi cuerpo; es un sentimiento muy difÃcil de describir, que podrÃa definir como felicidad. Este sentimiento me ha demostrado que no soy una persona vacÃa, sino que soy capaz de escuchar, llorar o reÃr según el momento y la situación.
Llorar es bueno para nuestras emociones
Dicen los expertos que el ser humano llora tanto en los momentos de tristeza como en los de alegrÃa, porque se trata de situaciones extremas en las que de repente surgen sentimientos (buenos o malos). Y entonces, nuestro cuerpo ya no es capaz de contener todas estas emociones, por lo que tiene que exteriorizarlas en forma de lágrimas. Interesante, ¿verdad?
Por otro lado, también se dice que, si lloramos de alegrÃa, la primera lágrima saldrá del ojo derecho, mientras que si lloramos de tristeza, saldrá del izquierdo. De una forma u otra, el llanto es una forma muy sana de expresar todo nuestro enfado, alegrÃa, tristeza o sensación de impotencia, asà que no tengas miedo y no contengas las lagrimas.
Pero, ¿adónde quiero llegar contándote esto? Quiero invitarte a vivir tu vida de la manera más intensa posible: no tengas miedo de equivocarte, porque todo en la vida se puede solucionar. Llora solo para expresar tus sentimientos, para liberar el estrés y la ira que llevas dentro, no para sentir pena por ti mismo. Cuando lloras, estás derramando adrenalina y noradrenalina, una hormona y neurotransmisor asociado con situaciones estresantes. Esto produce una sensación de alivio y tranquilidad, que seguro que has experimentado muchas veces.
Respecto al llanto de compasión, como dijo Rabindranath Tagore, un célebre escritor indio: “Si lloras por perder el sol, las lágrimas no te permitirán ver las estrellas".
Imagen cortesÃa de Kirill Linnik
