La sencillez nos hace grandes

La sencillez nos hace grandes

La sencillez nos hace grandes

Última actualización: 27 2016 noviembre

Todo lo que somos está ahí, presente, porque la sencillez no necesita ser notada para ser especial. Cuando hablamos de una persona o de un simple comportamiento, en realidad, nos estamos refiriendo a alguien que es fiel a su esencia y que no intenta mostrarse diferente.

"Hay ocasiones en la vida en que la verdad y la sencillez son el manejo más hábil"



-Jean de la Bruyère-

Antes de continuar, debemos precisar que, en este caso, el término "simple" no es sinónimo de personalidad banal o plana, sino que significa verdad y naturalidad. Esto significa que una persona que mantiene la cualidad de la sencillez tiene un comportamiento transparente y puro.

Esconderse detrás de tu piel nunca es la decisión correcta

Como explicamos anteriormente, la sencillez nos hace grandes porque muestra lo que somos sin necesidad de mascarillas y esta es la forma más eficaz de reflejar lo que, inconscientemente, escondemos bajo la piel. A pesar de ello, muchas veces ignoramos esa sencillez y complicamos todo el proceso que lleva a que los demás nos conozcan.

¿Alguna vez has querido ocultar una característica de tu personalidad por miedo a que otros la descubran? ¿Por qué nos comportamos así si, en el fondo, sabemos que es la naturalidad la que fortalece las relaciones? Es probable que esto suceda porque creemos que desnudarnos emocionalmente nos hace vulnerables.

A pesar de ello, nada más lejos de la realidad. Ser transparentes no nos hace débiles ni frágiles, aunque desde fuera lo parezca. Presentarnos con humildad y sinceridad nos ayuda a eliminar los aspectos secundarios que adormecen nuestros contactos.



Aceptar nuestras creencias como fortalezas también nos ayudará a ganar confianza y autoestima. Por eso, podemos decir que esconderse o enmascararse es un regalo envenenado para uno mismo.

Cuando complicamos las cosas

Por otro lado, no se trata sólo de mostrarse sin adornos ni mentiras, sino también de actuar sin complicar las cosas cuando no hay necesidad. Sabemos que las energías que tenemos disponibles son limitadas y, a pesar de ello, hacemos todo lo posible por desperdiciarlas. Es como si tuviéramos una tendencia incorregible a complicar las cosas, porque somos el doble de difíciles, en lugar de actuar con sencillez y espontaneidad.

Por supuesto que no lo hacemos a propósito, pero lo hacemos de todos modos. Perdemos el tiempo y nos esforzamos más de lo necesario en determinadas situaciones cotidianas que, al fin y al cabo, no requieren más que un poco de naturalidad.. ¿Por qué razón? Probablemente, la respuesta a esta pregunta sea la idea que tiene nuestra sociedad de que todo lo que tiene valor implica un gran sacrificio.

“No hay razón para buscar complicaciones. Si escuchas el sonido de un galope, busca caballos, no cebras”

-Lee Child-

Algunos piensan que los frutos más ricos se cosechan solo después de un largo camino lleno de obstáculos. A pesar de esto, en realidad, no tiene por qué ser así. En algunos casos, por ejemplo, la salida del laberinto que, en teoría, debería estar oculta a nuestros ojos, en realidad está más cerca de lo que parece.

En este punto, es importante recordar que es cierto que en la vida hay momentos complicados y es necesario luchar para salir de ellos, pero también es cierto que no todo lo bueno llega por caminos difíciles. En pocas palabras, no es necesario sufrir para ser feliz, aunque, con un poco de esfuerzo, a veces tenemos que superar circunstancias difíciles.



Para encontrar la sencillez hay que cerrar los ojos y abrir el corazón

Hemos introducido este artículo con la misma idea con la que queremos terminarlo: es mejor elegir el camino de la sencillez, tanto en términos de personalidad como en la manera de afrontar muchas situaciones difíciles.


Para hacer esto, solo necesitas cerrar los ojos de vez en cuando y abrir tu corazón. El Principito lo dijo y Murakami lo dice también: tenemos que mirar más allá de la superficie que, muy a menudo, nos confunde. Olvídate de las apariencias y llega al corazón de las personas.

“Quizás las cosas más simples son las más difíciles de ver. A veces, se necesita tiempo para ver lo que tenemos debajo de las narices”


-Murakami-

Tener éxito nos ayudará a comprender que nuestra vida es mucho menos pesada de lo que parece y que las personas que quieran compartirla con nosotros no se irán. Las personas auténticas encuentran y se juntan y son capaces de explorar lo que va más allá de la realidad, un mundo de cariño y honestidad a través del cual pueden hacer frente a todas las situaciones que parecen demasiado complicadas.

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