La naturaleza es un remedio para el estrés: ¿por qué?

La naturaleza es un remedio para el estrés: ¿por qué?

Las imágenes de seres humanos en comunión con la naturaleza siempre transmiten cierta tranquilidad. ¿Te has preguntado alguna vez por qué? En este artículo encontrarás algunas respuestas.

La naturaleza es un remedio para el estrés: ¿por qué?

Última actualización: 29 de diciembre de 2020

Salir al campo, aunque sea de paseo, está cada vez más de moda. Cada vez son más los grupos de senderistas, los amantes de las setas de otoño y las vacaciones de camping. Acostumbrados como estamos a la vida en las grandes ciudades y sus comodidades, ¿qué nos impulsa a pasar un tiempo en un entorno tan diferente? ¿Es la naturaleza un remedio para el estrés?



El estrés crónico es una de las principales causas de consulta médica y psicológica. Todos estamos de acuerdo en que la vida contemporánea tiene una serie de inconvenientes que nos impiden relajarnos cuando lo necesitamos.

En este artículo veremos estos factores para determinar si la naturaleza es realmente un remedio para el estrés.

El estrés y sus causas.

El estrés es un sentimiento normal y adaptativo que nos permite reaccionar ante situaciones de emergencia, pero la vida en la ciudad, a veces, puede engañar al cuerpo haciéndole creer que vive en peligro constante. Aquí es donde hablamos de estrés crónico. El estrés puede ser causado por múltiples factores, tanto internos como externos:

  • Tendencia biológica al estrés.: algunas personas tienen mayor facilidad de activación emocional que otras, manifestando estrés en situaciones en las que otros no lo experimentarían
  • Condiciones de vida duras: la pobreza, el maltrato, los desastres naturales o las enfermedades crónicas son algunos ejemplos de situaciones vitales estresantes que favorecen su cronificación.
  • Características de la personalidad: Varios estudios han encontrado que ciertos rasgos de personalidad, como la falta de asertividad o la impulsividad, predisponen al estrés crónico.
  • Alimentación: aunque parezca descabellado, los malos hábitos alimenticios están ligados al estrés. Un ejemplo de esto es el abuso de cafeína y grasas procesadas.
  • Ambiente: El exceso de ruido, los lugares concurridos o la falta de tiempo libre nos impiden relajarnos, contribuyendo al estrés crónico.

Para establecer el papel de la naturaleza en la lucha contra el estrés, hay que centrarse en los factores ambientales. Para saber cuál de estos factores puede preocuparte, sigue leyendo.



¿Cómo es la naturaleza un remedio para el estrés?

Nuestra relación con el medio ambiente es bastante compleja. Hay miles de factores vinculados entre sí y con nosotros mismos, y muchas veces es difícil rastrear una causa, tanto dentro como fuera de nosotros.

Por otra parte, la forma de vida moderna ha evolucionado tanto en los últimos siglos que cada vez es menos compatible con la biología.

Factores como el ambiente de trabajo, la contaminación o las prisas pueden entrar en conflicto con los ritmos naturales del cuerpo. Y es precisamente aquí donde la naturaleza entra en acción: cada uno de estos factores juega su contraparte.

Escucha el silencio

El ruido ambiental en la ciudad es prácticamente constante: el vecino que hace ruido a todas horas, el tráfico incesante, las obras de construcción; nunca hay un momento de descanso. El hábito de estos sonidos se vuelve tan normal a nivel consciente que casi nos sorprendemos cuando no está presente.

Alvarsson y su equipo compararon el desempeño de dos grupos que realizaban una actividad después de haber estado expuestos a un estímulo estresante. Un grupo se hizo para escuchar el ruido de la ciudad y el otro los sonidos de la naturaleza.

El primer grupo se desempeñó significativamente peor. Por lo tanto, hemos llegado a la conclusión los sonidos de la naturaleza ayudan a reducir la actividad del sistema nervioso simpático (que nos avisa de un peligro).

La soledad también es necesaria

El ser humano es una especie gregaria y la compañía de otros seres -humanos y no- es necesaria, aunque sea mínimamente, para el bienestar emocional. Evolutivamente, sin embargo, estamos acostumbrados a vivir en grupos pequeños y esto significa que las grandes multitudes pueden crear estrés para nosotros. Incluso hay estudios que relacionan la disminución de la fertilidad con la superpoblación.



Cuando nos encontramos en un entorno natural, el simple hecho de que no haya personas alrededor infunde una mayor sensación de intimidad e introspección, que tiende a disminuir en situaciones de constante interacción con otras personas.

Polución

La contaminación de una gran ciudad no atañe únicamente al aire contaminado, aunque este último se incluye entre los promotores de los trastornos de estrés y ansiedad.

Ya hemos mencionado el exceso de ruido, pero también la contaminación lumínica no se queda atrás: la de las grandes ciudades también afecta al organismo alterando el ritmo circadiano, naturalmente regulado por la luz solar.


La naturaleza es un remedio para el estrés: evidencia

Citamos el estudio de MaryCarol R. Hunter en el que Se ha demostrado que veinte minutos de exposición a un entorno natural son suficientes para reducir los niveles de cortisol en la sangre., incluso si ese entorno se encuentra dentro de una gran ciudad. La exposición se realizó sin pantallas, evitando el ejercicio aeróbico e incluso la lectura. Solo se permitía caminar o sentarse.

Estos nuevos descubrimientos combinan el progreso con la biología, brindándonos nuevas herramientas para proteger la salud sin renunciar a las comodidades de la vida moderna.

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