La falta de empatía: cómo reconocerla

La falta de empatía: cómo reconocerla

La falta de empatía empobrece la vida y las relaciones. Es un gran obstáculo reforzado por el egoísmo, los estereotipos y los prejuicios.

La falta de empatía: cómo reconocerla

Última actualización: 10 septiembre, 2020

La falta de empatía es un gran obstáculo para construir relaciones armoniosas con los demás, pero también consigo mismos. De hecho, el yo y los demás son dos realidades que se influyen, se complementan y se determinan. No entender a los demás indica que lo más probable es que tampoco te entiendas completamente a ti mismo. Veamos en este artículo 5 señales que indican falta de empatía.



El individualismo y la incapacidad para adoptar nuevos puntos de vista son rasgos que acaban dando lugar a conductas destructivas. Uno de los aspectos que ha permitido al ser humano separarse de la naturaleza y dar vida a la civilización es la cooperación. La falta de empatía limita esta operación con los demás.

La vita el pensamiento y el mundo emocional se empobrecen notablemente en ausencia de empatía. Muchas personas lo desconocen e incluso confunden la empatía con ciertos rasgos de generosidad o desapego. Por eso se vuelve tan importante reconocer las señales que indican falta de empatía.

"La empatía es la capacidad de estar presente sin tener una opinión".

-Marshall Rosenberg-

5 señales que indican falta de empatía

1. Ponte como ejemplo

Este rasgo muchas veces pasa desapercibido porque se manifiesta cuando quieres dar un consejo. Este recurso también se utiliza como elemento aparente de motivación. Quien se pone como ejemplo cuando alguien le plantea un problema, responde diciendo cómo resolvió un problema similar.

Asimismo, si una persona tiene dificultad para hacer algo, enumere las virtudes que ha demostrado en situaciones similares. Todo esto es una clara señal de falta de empatía. La empatía te permite ver las situaciones desde la posición del otro, no desde la tuya.



2. Falta de tacto en el lenguaje

En estos días no es raro encontrarse con un "sincericida", el tipo de persona que se enorgullece de ser franco o expresar sus ideas espontáneamente y sin segundas intenciones. Pero en la práctica es ofensivo, grosero y sin tacto.

En la comunicación humana son importantes los interlocutores, así como el tipo de vínculo que existe entre ellos. No se recomienda usar un lenguaje demasiado crudo., salvo que sea estrictamente necesario. De lo contrario, se convierte en un medio para incomodar a los demás.

3. Estereotipos y prejuicios, signos de falta de empatía

No hay nada más ajeno a la empatía que los estereotipos. Precisamente esta tendencia a generalizar y simplificar las características de los demás es signo de una gran incapacidad para ver al otro en su integridad y en su diferencia. Las cosas pueden tener características idénticas, las personas no.

Los sesgos involucran un mecanismo similar: se basan en generalizaciones sin evidencia de respaldo. Se mantienen sólo por la falta de conocimiento o reflexión. La empatía requiere apertura al mundo del otro, en lugar de cerrarse en una etiqueta superficial.

4. Difundir chismes

El chisme es un acto de desprecio hacia los demás. Constituyen una falta de respeto porque cuestionan la vida personal o privada de alguien. Chismear sobre otra persona por curiosidad, envidia o falta de autonomía es el gesto menos empático de todos.

Gossip crea una especie de juego de espejos. Cada uno se refleja en la persona sobre la que se ha difundido el rumor para hacer una comparación entre sí y conocer la opinión de los demás frente a las debilidades o errores de la persona objeto del chisme. Esta actitud sólo revela un egoísmo infantil que arruina la imagen de los demás y la autonomía propia.




5. La falta de empatía y utilitarismo

El utilitarismo se expresa a veces a través de conductas dirigidas a hacer del otro una herramienta para lograr los propios objetivos o satisfacer las propias necesidades. Otras veces se manifiesta como una evaluación parcial de los demás basada en la utilidad para lograr objetivos grupales o sociales.

En ambos casos, el utilitarismo es un signo de falta de empatía. Todo ser humano tiene valor y dignidad por el simple hecho de existir. Merece el respeto y la consideración de los demás simplemente porque somos parte de la misma especie. No importa si está en el hospital, la cárcel o la corte.


Todos nosotros, en cierta medida, somos capaces de ver, comprender y aceptar la realidad de los demás. Si combatimos la falta de empatía, mediante un ejercicio continuo de comprensión y compasión, seremos los primeros en vencer. Eso es nos asegurará el acceso a mundos desconocidos que nos enriquecerán.

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