La dictadura de WhatsApp

La dictadura de WhatsApp

La dictadura de WhatsApp

Última actualización: 22 septiembre, 2016

WhatsApp se ha convertido en una aplicación muy influyente en todo el mundo. No solo ha superado a otros servicios de mensajería, que ya estaban muy de moda, sino que ha dado paso a una nueva era en la que las relaciones sociales están mediatizadas por la tecnología. Aunque inicialmente WhatsApp fue un importante apoyo para facilitar la comunicación, ha demostrado ser una herramienta a la que se le atribuyen riesgos de todo tipo..



Según un estudio realizado por Globax Web Index, que analizó el uso de WhatsApp en 34 países diferentes, se estima que el 40% de los cibernautas utilizan esta aplicación. Las personas entre 16 y 64 años también usan esta aplicación. Los diez países donde más se usa esta aplicación son Sudáfrica, Malasia, México, India, Singapur, España, Argentina, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos y Brasil.

Uno de los factores decisivos para el éxito de WhatsApp es la sencillez y funcionalidad con la que se crean y gestionan los grupos. Aunque otras aplicaciones tienen esta característica, WhatsApp ha convertido la comunicación en grupo en una tendencia actual. El contacto ya no es cara a cara, sino que todo se mantiene a nivel semiprivado y colectivo.

¿WhatsApp causa problemas?

WhatsApp da problemas, pero como tantas otras cosas en el mundo de la tecnología, la dificultad no está en la aplicación en sí, sino en el uso que algunas personas hacen de ella. Existe una tendencia preocupante por parte de los usuarios a hacer multimedia la comunicación.

Esto significa sustituir el contacto directo con otras personas por comunicarse con algún dispositivo electrónico. Todo empezó con el telégrafo, me pareció una gran solución. Luego nació el teléfono y finalmente internet fue más allá de cualquier límite imaginable.



Si vives en Lima y necesitas comunicarte con alguien que vive en Beirut, aplicaciones como esta son una bendición. Sin ellos sería imposible comunicarse en tiempo real y a bajo costo, como es el caso hoy.

El problema surge cuando también usamos estas aplicaciones para comunicarnos con las personas con las que vivimos, trabajamos o estudiamos. Personas que podríamos simplemente buscar y encontrarnos físicamente para hablar cara a cara.. La situación empeora cuando dejamos de ver a alguien porque nuestros ojos se pegan a la pantalla del teléfono.

Especialmente con WhatsApp y sus grupos, los usuarios experimentan una nueva necesidad: estar conectados todo el tiempo. Revisa continuamente los chats para saber qué ha escrito uno o ha respondido el otro. Lo curioso es que estas conversaciones suelen ser espantosamente triviales, pero algo dentro de las personas les obliga a participar y no perderse ni un solo mensaje.

Lo cierto es que el uso excesivo de estas tecnologías puede tener graves consecuencias, como problemas en el estudio, el trabajo o las relaciones interpersonales. En particular, algunas personas acaban usando WhatsApp para paliar o enmascarar un malestar emocional, como la soledad, el aburrimiento, la ira, la ansiedad o la timidez.

Por un uso racional de WhatsApp

Las tecnologías no están hechas para abusar de ellas, sino para aprovecharlas. Estos son cambios irreversibles que el ser humano debe poner a su servicio en lugar de transformarlos en una nueva fuente de esclavitud. Por ello, debemos intentar hacer un uso racional de ellos y no convertirlos en un fetiche o un tabú..


Lo primero que debes saber es si usar WhatsApp te causa problemas. La siguiente información lo ayudará a comprender si esto se está saliendo de control:



  • Cambia radicalmente algunos hábitos de vida para mantenerte conectado el mayor tiempo posible.
  • Raramente practicas alguna actividad física o deporte.
  • Tiene problemas de salud relacionados con el uso de teléfonos móviles u otros dispositivos (fatiga ocular, tendinitis por posición prolongada de las manos, dolor de cuello, etc.).
  • Presta más atención a tus contactos de WhatsApp que a las personas que te rodean.
  • Eres negligente en tus deberes de estudio o trabajo por el tiempo que dedicas al uso de WhatsApp.
  • Cada vez sales menos, pierdes amigos y te sientes aislado.

Si sospechas que estás haciendo un uso de WhatsApp que va más allá del simple interés o necesidad o si esta aplicación te causa problemas, estas son las medidas preventivas recomendadas para evitar caer en una dictadura que puede tener consecuencias mucho peores:


  • No empieces el día iniciando sesión en WhatsApp.
  • Cambia tus hábitos de conexión, no siempre a la misma hora ni en el mismo lugar.
  • Programa una alarma para que sepas cuándo es el momento de guardar tu teléfono.
  • Busca y encuentra un pasatiempo que realmente disfrutes y persíguelo.
  • Busca a tus amigos y conócelos en persona. Apague el teléfono en estas ocasiones.
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