La comunicación no violenta en la familia.

La comunicación no violenta en la familia.

Los conflictos son comunes en las familias y no son malos en sí mismos. Sin embargo, pueden llegar a serlo cuando no se manejan adecuadamente y provocan heridas que no cicatrizan. ¿Qué papel juega la comunicación noviolenta en este contexto?

La comunicación no violenta en la familia.

Última actualización: 28 de mayo de 2022

La comunicación no violenta es un modelo desarrollado por Marshall Rosenberg lo que facilita que las personas se comuniquen con empatía y asertividad. En el contexto familiar, este concepto se aplica a la comunicación entre diferentes miembros.



Las herramientas que ofrece la comunicación no violenta permiten transformar una situación conflictiva que se puede presentar en la convivencia diaria y relacionarse con amabilidad, respeto y armonía.

Este modelo de comunicación, también llamado comunicación empática, pretende sustituir los patrones de respuesta defensiva o evitativa ante los juicios y críticas de otros miembros de la familia por otros basados ​​en la empatía.

Se minimizan las reacciones de resistencia, defensa y violencia, ya que cuando nos enfocamos en esclarecer lo que observamos, sentimos y deseamos, en lugar de dedicarnos al diagnóstico y juicio, la compasión tiende a surgir de forma natural.

La comunicación empática elimina las barreras entre las personas para fomentar el entendimiento.

Pautas para la comunicación no violenta en la familia

En caso de conflicto entre dos miembros de la familia, la comunicación no violenta propone seguir los siguientes pasos:

  • Observación de los hechos: cómo los veo yo y cómo los ve el otro.
  • ¿Cómo nos sentimos (yo y el otro)?: con empatía, sin juzgar, negar, etc.
  • ¿Cuáles son las necesidades auténticas? detrás de los sentimientos descubiertos?
  • Hacer una solicitud dirigida a lograr la meta o el deseo genuino (necesidad). Qué podemos y debemos preguntarnos a nosotros mismos o al otro para solucionar el problema y enriquecer nuestra vida.

Después de realizar la solicitud, es necesario asegurarse de que el mensaje ha sido entendido satisfactoriamente con preguntas directas.



La idea es entender cómo el interlocutor entendió nuestras palabras y poder corregir cualquier mala interpretación (Rosenberg, 2013). En resumen, la estructura sugerida por Rosenberg (2013) es la siguiente:

  •  "Cuando haces o dices..."
  • "Siento que…"
  • "Por qué necesito ..."
  • Si estás de acuerdo, me gustaría que…”.

Un paso más es seguir los pasos descritos con los diferentes miembros de la familia. Primero percibiendo lo que piensan, sienten y necesitan y luego descubriendo lo que quieren enriquecer sus vidas escuchando la petición que nos hacen. Asimismo, invitémoslos a que hagan lo mismo y establecemos un flujo de comunicación asertivo.

Comunicación no violenta: léxico de sentimientos y necesidades en la familia

La expresión de los estados emocionales debe ser clara y precisa para ayudarnos a conectarnos con los demás.. Rosenberg distingue entre sentimientos agradables, cuando se satisfacen las necesidades, y sentimientos desagradables, cuando no se satisfacen las necesidades.

Por un lado, menciona sentimientos agradables como el afecto, la confianza, el entusiasmo, la esperanza, la paz, la alegría, la gratitud, el interés, la inspiración y la apertura. Por otro lado, enumera sentimientos desagradables como el deseo, la aversión, la confusión, la ira, la inquietud, el miedo, la tristeza, la ira, el dolor y la vergüenza.

Sin embargo, existen dos elementos que frecuentemente dificultan la expresión de los sentimientos. Uno es la falta de alfabetización emocional en la familia, lo que complica la capacidad de los miembros para expresarse abierta y claramente.


Otro obstáculo es el miedo común a mostrarse vulnerable ante los demás, cuando la propia vulnerabilidad facilita la resolución de conflictos (Vivas, Gallego y González, 2007).


En cuanto a la expresión de necesidades, significa conectar el sentimiento con todo lo que necesitamos para nuestro bienestar físico, emocional y espiritual.


Una vez más, Rosenberg proporciona una lista de necesidades humanas, que incluyen conexión, cercanía, autonomía, integridad, participación, libertad e interdependencia, que pueden guiarnos para comprender qué necesidad no hemos satisfecho.

La comunicación no violenta permite la comprensión basada en la empatía y el respeto.

Una herramienta útil en casa: la caja de los sentimientos

La caja de sentimientos es una herramienta útil para usar en casa para fomentar la comunicación no violenta. Consiste en dejar sobre una mesa, al alcance de todos, una caja con papeles en su interior.


A través de este recurso, todos los miembros de la familia pueden compartir los diferentes eventos que les causaron molestias durante el día.

Al final del día, cada miembro leerá un papel al azar y propondrá una solución o un comentario agradable para encontrar una solución al problema. Esta dinámica ayuda a ser consciente y responsable en cuanto a pensamientos, sentimientos y acciones; como resultado, tiene que tomar mejores decisiones.

Conclusiones

La comunicación no violenta nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y con los demás. Gracias a ella podemos aumentar la comprensión y la empatía, basando la convivencia en la honestidad y el compromiso.

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