Hoy me elijo a mí mismo y no es un acto de egoísmo.

Hoy me elijo a mí mismo y no es un acto de egoísmo.

Hoy me elijo a mí mismo y no es un acto de egoísmo.

Última actualización: 02 de enero de 2017

Hoy me elijo a mí mismo y no es un acto de egoísmo. Hoy me elijo por encima de todo y de todos, porque merezco el tiempo para me. Merezco liberarme de las cuerdas de los compromisos que he hecho con los demás y dedicarme a mi cuidado, amor y respeto por mí mismo.



Hoy elijo ser la reina de mi mundo sin que los demás se conviertan en mis preocupaciones. Hoy son mi mundo entero. Porque siempre me he ocupado de los demás y, aunque esto no fuera una obligación para mí, he decidido que siempre debo ser mi primera opción.

Hoy soy libre de ser yo mismo, porque estoy cansado de dar partes de mi tiempo, mi amor y mi vida a personas que no saben apreciarlos. Entonces, por una vez, ponerme frente a los demás, elegirme a pesar de todo y de todos, no es un acto de egoísmo, sino de honestidad hacia mí mismo.

Hoy construiré un nuevo yo en el que no quede lugar para un "tú primero", sino sólo para un "nosotros" si estamos compartiendo un momento. Hoy decidí extender mis alas y empezar a volar hacia lo que realmente quiero, sin culpa ni tormento. Porque yo vengo primero que todo.

Me elijo a mí mismo para colorear mi mundo.

Soy feliz a mi manera y no pido que seas parte de esta alegría. Efectivamente, nada pido, aparte de darme el espacio, el espacio que necesito para ser yo mismo, y no lo que tú quieres que sea. Ahora siento que me falta algo. Algo, no alguien. Es la libertad de movimiento, es la posibilidad de colorear todo mi mundo.



Por eso hoy me elijo a mí mismo para colorear mi mundo, porque mi sonrisa no puede aparecer en los rostros de los demás. Porque sé que el cielo no siempre es azul, que está lleno de matices. Y los matices los elijo, porque todo es subjetivo, todo cambia de color según mi forma de observarlo.

Me elijo a mí mismo en primer lugar porque, entre las mil formas de vivir la vida, elijo la que me hace feliz. Me elijo porque merezco ser feliz sin miedo. Me elijo a mí porque antes ha habido gente que me despreciaba y que se creía mis amos.

Borraron mis sueños y me hicieron sentir culpable cuando no les di prioridad. Y en ese momento yo no era importante para nadie: era una opción, podía ser descartado. Pero ahora ha llegado mi momento, porque tomé vuelo y decidí ser como quiero.

He decidido que la sonrisa debe ser parte de mi cara

He decidido que las sonrisas que busco no solo deben aparecer en los rostros de los demás, sino también y sobre todo en el mío. Ya no se trata de resistir o sobrevivir: se trata de vivir, divertirse y ser feliz. Hoy me elijo a mí porque soy el único que puede conseguir lo que quiero; nadie puede vivir en mi lugar.


Hoy decido mi camino. Soy quien, con paso firme, mira al futuro sin temor a que mi elección convenga a los demás. Porque soy yo y no tengo que esperar a que a los demás les guste lo que hago. Soy independiente y mientras no interfiera en la vida de los demás lastimándolos, deben respetar mi libertad.


Hoy me elijo a mí porque si me desprecio nunca encontraré el aprecio de los demás. Hoy me elijo a mí, me cuido y me amo porque eso es lo que merezco. He sido valiente y he decidido que valgo tanto como las otras personas a las que prioricé antes. Me elegí a mí mismo y no me siento culpable. Y tú, ¿alguna vez te pondrás a ti mismo primero?

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