Grosería laboral y consecuencias.

Grosería laboral y consecuencias.

Según diversos estudios, basta con adoptar un comportamiento grosero o agresivo hacia un compañero para que el mismo se contagie y dé lugar a otros comportamientos más groseros que muchas veces desembocan en acoso.

Grosería laboral y consecuencias.

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Con demasiada frecuencia somos testigos de incidentes de mala educación en el trabajo. Los compañeros groseros son aquellos que utilizan las burlas y las críticas y que, lejos de facilitar las tareas y hacer equipo, crean problemas continuamente.



Con su comportamiento a menudo agresivo y poco ético, crean un ambiente de trabajo muy negativo que afecta a toda la empresa.

No nos equivocamos si decimos que esta realidad preocupa cada vez más a los expertos. Cada escenario de trabajo es un microcosmos de la propia empresa.

Es un espacio de interrelación humana cuyo propósito debe ser trabajar en sinergia para lograr objetivos comunes. Sin embargo, la falta de respeto, el acoso y la mala educación parecen ser una constante.

Hay estudios que nos dan información interesante y sorprendente. Basta que alguien adopte un comportamiento grosero para que se propague, poco a poco, como una gripe.

Estas dinámicas se traducen en baja productividad y, lo que es peor, en los trastornos de ansiedad, depresión y baja laboral.

La grosería comienza con la falta de consideración y respeto por un colega. Esta actitud puede convertirse gradualmente en un comportamiento agresivo.

¿Qué es la mala educación en el trabajo?

Hace apenas unos meses se publicó un estudio que debería hacernos pensar. La Universidad de Illinois (Chicago) ha realizado una investigación que ha abarcado más de dos décadas y nos muestra que el comportamiento grosero, la mala educación y la falta de respeto son una constante en el lugar de trabajo.



El problema básico es que se toleran las groserías. y que no se apliquen medidas de contención, sanciones e incluso recordatorios. Lo sorprendente es que estas dinámicas agresivas tienden a normalizarse tanto que hay empresas en las que nada cambia durante años.

Los autores de este estudio definen esta situación como una falta de civilización crónica que aparece tanto en las cadenas de restauración como en las grandes empresas tecnológicas. Ahora veamos en qué consiste la mala educación en el trabajo.

De la rudeza en el trabajo a la agresión

Este dato es importante y sigue atrayendo la atención de los expertos. Este tipo de conductas van desde las menos graves hasta las más graves y tienen su origen en la simple falta de cortesía.

Por ejemplo, puede ocurrir que no tengas en cuenta a una persona a la hora de realizar un trabajo o no tengas en cuenta su opinión a la hora de decidir algo. O bien, puede evitar a alguien durante las pausas de trabajo, las pausas para el almuerzo, etc.

Estos episodios, que para muchos no son importantes, van en aumento y con ellos su gravedad. En algún momento, se manifiesta la verdadera grosería, como hablar mal de un colega a alguien.

Subestimar los juicios de un colega y ridiculizarlo frente a los demás son episodios cada vez más recurrentes. Lo peor viene poco a poco y con el tiempo.

Es muy común que tarde o temprano se presenten comportamientos agresivos e incluso bullying. Comienza con la rudeza en el trabajo, pasa a la rudeza y termina con manifestaciones de agresión cada vez menos disimuladas.


Comportamiento contagioso

Si eso no fuera cierto, parecería una película de terror. Investigaciones como las realizadas por los psicólogos Trevor Foulk, Andrew Woolum y Amir Erez de la Universidad de Florida han puesto de manifiesto algo muy grave.

La grosería en el trabajo es contagiosa e imitada. El comportamiento agresivo no solo se tolera y si alguien lo adopta, otros lo permiten e incluso adoptan el mismo comportamiento.


Estos datos nos muestran algo recurrente en muchas investigaciones experimentales. Recordemos, por ejemplo, el experimento del muñeco Bobo y la agresión infantil. Lo que se ha registrado es que el comportamiento negativo no solo se tolera en el lugar de trabajo, sino que a menudo se aprende, integra y repite.


Hay quien acosa porque otros compañeros también. Hay quienes adoptan este comportamiento para no quedarse atrás y, por supuesto, hay quienes no superan el límite, pero toleran y no denuncian.

Tolerancia cero para la mala educación en el trabajo

La grosería en el trabajo no se puede normalizar. La mala educación no se puede tolerar y la intimidación no puede ni debe permitirse. Como dicen en el lugar de trabajo, a veces basta con que haya una sola "manzana podrida" para estropear toda la cesta de frutas.

Siempre hay una, dos o tres personas que inician estos comportamientos negativos y contraproducentes. La falta de respeto, las burlas y las críticas se introducen lentamente en el lugar de trabajo creando una epidemia de mala conducta.

Tenemos que ser claros en un aspecto: todos terminan perdiendo con este conjunto de dinámicas. El clima que se crea es tan negativo que afecta a todos los niveles: psicológico, social, productivo, etc.

La psicología organizacional propone algo muy simple: detectar focos infecciosos y eliminarlos. La falta de civismo no es aceptable y los gerentes, y quienes trabajan en recursos humanos, deben encontrar estrategias para identificar al incivilizado, al grosero, al acosador.


Necesitamos directivos que promuevan la convivencia, el respeto, la colaboración y el agradecimiento. Solo un equipo de hombres capaces de trabajar en armonía y respeto puede crear escenarios felices para ir adelante (y lejos) todos juntos. Debemos estar unidos en un mismo proyecto y respetarnos, valorarnos, confiar los unos en los otros.

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