Gastroprotectores

    Gastroprotectores

    generalidad

    Los fármacos gastroprotectores -como se puede deducir de su propio nombre- tienen la función de "proteger" el estómago, en particular su mucosa, de los daños que pueden causar tanto los fármacos dañinos gastronómicos (como, por ejemplo, los AINE), como de condiciones patológicas que favorecen la formación de lesiones en la propia mucosa gástrica (como, por ejemplo, estrés, infecciones por Helicobacter pylori, alteraciones de los factores endógenos que regulan la producción de ácido en el estómago y deficiencia de la barrera mucosa).
    En realidad, el término "gastroprotectores" es bastante genérico e incluye varios principios activos, con diferentes dianas y diferentes mecanismos de acción.
    Estos ingredientes activos se ilustrarán brevemente a continuación.



    Inhibidores de la bomba de protones (IBP)

    Los inhibidores de la bomba de protones ejercen la actividad de los fármacos gastroprotectores al inhibir la secreción de ácido del estómago.
    Más concretamente, estos principios activos son capaces de unirse de forma irreversible a la H + / K + -ATPasa, es decir a la bomba de protones presente en las membranas de las células parietales de la mucosa gástrica, lo que dificulta la producción de ácido clorhídrico.
    Los inhibidores de la bomba de protones tienen una acción de larga duración e inhiben la secreción de ácido tanto basal como estimulada por los alimentos.
    El progenitor de esta clase de fármacos es el omeprazol, pero también se utilizan ampliamente lansoprazol, esomeprazol, pantoprazol y rabeprazol.
    En cualquier caso, para obtener más información sobre esta clase de fármacos, recomendamos leer el artículo dedicado "Inhibidores de la bomba de protones contra la gastritis".



    Antagonistas del receptor de histamina H2

    Los antagonistas del receptor de histamina H2 (o antihistamínicos H2) también realizan su acción como fármacos gastroprotectores al inhibir la secreción de ácido del estómago.
    De hecho, en las células parietales de la mucosa gástrica, existen receptores para la histamina tipo 2. Señal positiva para la liberación de ácido clorhídrico.
    Por lo tanto, a través de la antagonización de los receptores H2 antes mencionados, ayudamos a inhibir la secreción de ácido tanto basal como estimulada por los alimentos.
    Entre los diversos antagonistas de los receptores H2 utilizados en terapia, recordamos la cimetidina (el progenitor de esta clase de fármacos), ranitidina, nizatidina y famotidina.

    Misoprostolo

    El misoprostol (Cytotec®) es un análogo sintético de la prostaglandina E1 (PGE1). Este principio activo es uno de los fármacos gastroprotectores gracias a su capacidad para ejercer una fuerte acción citoprotectora contra la mucosa gástrica.
    Más específicamente, el misoprostol puede aumentar la secreción de bicarbonato y la producción de moco, evitando así el daño a la membrana mucosa del estómago.
    Este ingrediente activo se usa principalmente para prevenir el daño que puede ocurrir después del uso crónico de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.



    Sucralfato

    El sucralfato (Gastrogel®) es un complejo de hidróxido de aluminio (Al (OH) 3) y octasulfato de sacarosa.
    Este compuesto forma parte de los fármacos gastroprotectores ya que es un agente citoprotector que, una vez que llega al estómago, es capaz de formar un gel que actúa como barrera protectora frente a la mucosa gástrica, dificultando así su contacto con el ácido clorhídrico y evitando así la aparición de cualquier lesión.
    Además, el sucralfato también es capaz de inhibir la actividad de la pepsina y estimular la síntesis de prostaglandinas.
    Sin embargo, tomar este compuesto puede causar efectos secundarios no despreciables, como estreñimiento y reducción de la absorción de cualquier otro medicamento por vía oral.

    Bismuto coloidal

    El bismuto coloidal, al igual que el misoprostol y el sucralfato, también entra en la categoría de fármacos gastroprotectores, gracias a la acción citoprotectora que puede ejercer.
    De hecho, el bismuto coloidal es capaz de estimular la síntesis de prostaglandinas y bicarbonato; además de poder ejercer una acción tóxica frente a Helicobacter pylori, impidiendo también su adhesión a la mucosa gástrica.


    No es de extrañar que el bismuto coloidal, junto con los antibióticos y los inhibidores de la bomba de protones, se utilice en la terapia de erradicación del propio H. pylori.


    Antiácidos

    En realidad, los antiácidos no se consideran verdaderos fármacos gastroprotectores, ya que no son capaces de aumentar las defensas de la mucosa gástrica; al mismo tiempo, no obstaculizan la producción de ácido clorhídrico, sino que solo neutralizan la acidez excesiva del estómago solo temporalmente.

    Los antiácidos más conocidos incluyen bicarbonato de sodio (NaHCO3), carbonato de calcio (CaCO3), hidróxido de aluminio (Al (OH) 3) e hidróxido de magnesio (Mg (OH) 2). En particular, la asociación de las dos últimas sales se utiliza en diversas especialidades medicinales (Maalox®, Maalox TC®, Maalox Plus®) que son ampliamente utilizadas en el tratamiento del ácido de estómago y el dolor epigástrico asociado a dispepsia, úlcera péptica u otros enfermedades gastrointestinales.

     

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