Flexibilidad mental: estrategias para entrenarla

Flexibilidad mental: estrategias para entrenarla

Tener una actitud rígida ante la vida nos limita, ya que alimenta la resistencia al cambio y la dificultad de adaptación. Por el contrario, la flexibilidad mental promueve la adaptabilidad y es una habilidad que podemos desarrollar.

Flexibilidad mental: estrategias para entrenarla

Última actualización: 18 de junio de 2021

La flexibilidad mental es la capacidad del cerebro para adaptarse a situaciones o cambios inesperados. Es sumamente útil cuando nuestro pensamiento o comportamiento natural no responde como debería a un nuevo contexto. Por eso es importante conocer algunas estrategias para entrenar la flexibilidad mental.



Este fenómeno también se conoce como flexibilidad cognitiva porque directamente conectado con el aprendizaje y la experiencia.. Asimismo, se relaciona con una sana dinámica con la que relacionarse con los demás. Profundicemos en el tema.

En un mundo que cambia tanto, encontramos que la flexibilidad, la capacidad de adaptarse al cambio, es más importante que la experiencia misma.

-Daniel Goleman-

Los beneficios de la flexibilidad mental

La flexibilidad mental ofrece muchos beneficios, el más importante de los cuales es la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios. Esto ayuda a encontrar más alternativas para realizar la misma acción o para resolver problemas.

También ayuda a desarrollar un mayor grado de tolerancia hacia aquellos aspectos de la vida con los que no estamos del todo de acuerdo. Abre la mente, le permite percibir diferentes dimensiones de una misma realidad de otra manera.

Allo stesso modo, incita a comprender los errores con mayor agudeza mental. De esta forma, ya no se les juzga como responsables de una situación frustrante, sino como una lección para mejorar. Finalmente, estimula una mayor empatía hacia los demás, fomentando puntos de encuentro de los que ambas partes pueden beneficiarse.



Los procesos antes mencionados son esenciales para mejorar el desempeño académico, laboral y de vida en general. Esto se debe a que nos ofrecen la posibilidad de optimizar nuestros planes, fijarnos metas y monitorear nuestras acciones para intervenir para corregirlas cuando sea necesario.

Estrategias para entrenar la flexibilidad mental

¿Cómo entrenar y desarrollar la flexibilidad mental? Se trata de cambiar de perspectiva y algunas estrategias son importantes para estimular este cambio. Éstos son algunos de ellos.

1. Aprende a observar

Una de las formas más efectivas de entrenar la flexibilidad mental es aprender a observar. Esta habilidad, como muchas otras, se adquiere solo entrenándolo y se basa en la capacidad de reconocer detalles. 

Representa un precioso instrumento de sensibilidad frente a todo lo que nos rodea, fortaleciendo nuestra capacidad de análisis e identificación en diversos contextos. Asimismo, cumple una función catártica al convertir la observación en contemplación, lo que ofrece un estado de relajación y paz.

2. Ser rebelde te permite entrenar la flexibilidad mental

La rebelión consiste en desafiar lo establecido en lugar de seguir pasivamente modelos autoritarios. Puede representar metas positivas y negativas y dar lugar a motivaciones sanas o reactivas. En su sentido positivo, la rebeldía representa otra estrategia para entrenar la flexibilidad mental.

La rebeldía no consiste en ir contra todo, sino en abrir las puertas a la novedad oa lo diferente para romper con la monotonía y ensayar nuevas realidades. Esto significa iniciar un análisis de la realidad e identificar las oportunidades de cambio que se derivan de ella.


3. Ejercicios mentales

Los ejercicios mentales también son una forma de entrenar la flexibilidad mental, especialmente aquellos que requieren un gran esfuerzo. Estos ejercicios plantean problemas o preguntas que no tienen soluciones inmediatas. Propio en la búsqueda de una solución o una respuesta se estimula la flexibilidad.


Realizar ejercicios mentales te da la oportunidad de desarrollar habilidades y aumenta las posibilidades de encontrar diferentes respuestas a una situación dada. Al mismo tiempo, se fomenta la confianza en uno mismo y el sentido de realización a la hora de buscar posibles soluciones.


4. Empatía para entrenar la elasticidad mental

La empatía es la capacidad del ser humano para percibir al otro como un igual; expresar su admiración y aprecio por los pensamientos y emociones de los demás, por diferentes que sean de los suyos. Dicho de otro modo, es el acto de ponerse en el lugar de los demás. Por eso es otra forma de ejercitar la flexibilidad mental.

La empatía es uno de los rasgos más importantes para construir relaciones sociales. Esto último implica cierta predisposición a escuchar, asistir y comprender puntos de vista ajenos al propio. Además, fomenta la apertura al diálogo, el espacio por excelencia para descubrir puntos en común con el otro.

5. Creatividad

Las actividades creativas son una forma extraordinaria de ampliar horizontes, renovarse y superar la rigidez mental. La creatividad surge cuando es posible ver las cosas desde un nuevo punto de vista. Aquí representa uno de los puntos clave para entrenar la flexibilidad mental.

La creatividad nos permite poner nuestra firma en lo que hacemos y ser originales. Significa inventar diferentes formas de hacer lo mismo o imaginar nuevas soluciones a viejos problemas, lo cual es revitalizante y muy inspirador.


La flexibilidad mental no es tanto una habilidad como una actitud. Como hemos visto, es posible practicarlo y desarrollarlo.

Pero, ¿adónde nos lleva, al final? Es una herramienta realmente valiosa, útil para adaptarse a diferentes tipos de situaciones y sacarle el máximo partido.

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