Estamos hechos de coraje y esperanza.

Estamos hechos de coraje y esperanza.

Y luego llega un momento en el que nos damos cuenta de que no estamos hechos solo de sueños y preguntas interminables. En nosotros reside una gran dosis de valentía que nos hemos visto obligados a demostrar en un momento determinado de nuestra vida, porque somos luz y esperanza. Grandes cosas nos esperan.

Estamos hechos de coraje y esperanza.

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre



Los científicos afirman que los humanos están compuestos en un 99% por cuatro elementos químicos: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. También informan que el 73% de nuestros átomos provienen de la explosión de estrellas enormes. Sin embargo, todavía faltan dos elementos, ¿por qué la vida nos enseña que estamos hechos de coraje y esperanza.

Somos seres extraordinarios. Somos criaturas que, como dijo Stephen Hawking, habitamos un planeta menor que orbita una estrella de tamaño mediano. A pesar de esto, podemos comprender el universo y escribir nuestra historia con gran valentía y creatividad. Y esto aunque a veces olvidemos y descuidemos nuestras fortalezas psicológicas, perdiendo ese brillo original que las estrellas han dejado en nuestro ADN.

Aún así, es normal que esto suceda e incluso es deseable. No puedes ser un héroe todos los días, es imposible ser fuerte en cada circunstancia de la vida.. Tenemos absolutamente el derecho de caer, de acurrucarnos en las grietas de nuestros fracasos y refugiarnos en las profundidades de nuestras derrotas, por algún tiempo. Hay experiencias que necesariamente requieren un punto muerto.

Los héroes más grandes, después de todo, no solo aquellos que lucen armaduras brillantes o uniformes de colores brillantes. Los verdaderos héroes están hechos de carne y hueso, cicatrices, historias tristes y piel endurecida con mil vivencias.. Somos seres tercos que rara vez perdemos la esperanza. Y esto nos hace únicos.



Estamos hechos de coraje y esperanza, no olvidemos que

No dejéis que este mensaje se disuelva en la nada: estamos hechos de esperanza y de valentía. Somos fragmentos de audacia mezclados con fragmentos de entusiasmo y sueños.

A menudo protestamos porque el mundo no siempre está a la altura de nuestros deseos. y nuestras expectativas. Obstinados cuando trabajamos por nuestros objetivos y olvidadizos, a veces, cuando nos descuidamos un poco, entre tantas presiones, deberes y compromisos.

Howard Gardner, psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard, dice que uno de nuestros mayores defectos es la dificultad que nos distingue para hacer frente al cambio. Esos son los momentos en los que más nos subestimamos.

Somos seres inteligentes, pero difícilmente renunciamos a las situaciones ventajosas, a algunos hábitos, a nuestra estabilidad, a esa rutina en la que determinadas actividades, compromisos y personas llenaban nuestros días.

Quizás olvidamos que el ciclo de la vida no es más que un proceso en constante cambio. Hay derrotas y hay éxitos. Hay puertas que se cierran y ventanas que se abren.

Un cambio da miedo y repetimos una y otra vez que no estamos preparados para tal cosa. Sin embargo, como informa Kakuzo Okakura, un filósofo japonés del siglo XIX, el arte de vivir no es más que un continuo reajuste a las circunstancias cambiantes.

Ante el cambio aterrador, ¡se necesita coraje!

Hace dos años la Universidad de Alabama (EEUU) realizó un interesante estudio sobre el concepto de valentía. Los responsables de este proyecto, los doctores Mark Howell y Elaine Coshgell, se han ocupado de analizar a un nutrido grupo de personas que en el transcurso de su existencia se han tenido que enfrentar a situaciones difíciles, cambios traumáticos.


A partir de este punto de partida, fue posible afirmar que la personalidad dotada de coraje tiene los siguientes rasgos:


  • Las personas valientes aprenden a ser decididas y proactivas.
  • Tienen objetivos en la vida y los recuerdan todos los días.
  • Cuando tienen un problema, no se quedan quietos. Están buscando estrategias para solucionarlo.
  • Son hombres y mujeres entusiastas.
  • Saben pedir ayuda, saben expresar sus miedos e inquietudes a quienes confían y lo hacen para abrirse a otros puntos de vista.
  • El coraje es una cualidad innata. Está asociado con la resiliencia y, en última instancia, es una respuesta de nuestro cerebro, impulsada por el instinto de supervivencia.

Estamos hechos de coraje y esperanza: un mecanismo para activar en los días más tormentosos

Podemos inspirarnos en el descubrimiento de que el coraje es un mecanismo innato en todos nosotros. Estamos hechos de coraje y esperanza porque es gracias a esta orientación y estos engranajes que avanzamos. Esta fuerza psicológica garantiza nuestra supervivencia, nos permite estar de pie, con la frente en alto, activando nuestra mente, nuestro corazón y nuestra voluntad, y todo ello para dejar de temer al cambio.


Obviamente no es fácil. Y como decíamos al principio, quizás no podamos contar todos los días con la energía necesaria para superar nuestros miedos. Sin embargo, nuestro cerebro está dotado de cualidades fascinantes, que nos guían en la práctica tan indispensable del mecanismo de superación.


La inteligencia y la creatividad nos impulsan a resolver los problemas de forma original. La terquedad nos dota de un motor en el que no hay lugar para la rendición.

Ni siquiera podemos olvidar nuestras emociones.. Como señala Antonio Damasio, estos últimos estimulan nuestra homeostasis, llevándonos a actuar, a sobrevivir, a adaptarnos ya reaccionar. Estamos hechos de coraje, esperanza y sueños. No lo olvidemos.

Somos seres con un ADN hecho de la misma sustancia que las estrellas que nos dieron la vida. Estamos hechos para brillar en los días más oscuros.

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