"Espera hasta que tu alma te alcance": un precioso cuento africano que contiene una lección de vida

“Hace mucho tiempo, un explorador entró en los territorios más inhóspitos de África acompañado únicamente por sus porteadores. Todos tenían un machete para abrirse paso entre la espesa vegetación. Tenían un objetivo en mente: avanzar rápidamente a cualquier precio.

Si se encontraban con un río, lo cruzaban en el menor tiempo posible. Si fuera una colina, cortarían el paso para no perder ni un minuto. Sin embargo, de repente los porteadores se detuvieron abruptamente. El explorador se sorprendió de que solo hubieran caminado unas pocas horas. Entonces les preguntó:



- ¿Porque te detuviste? ¿Estás cansado ya? Caminamos solo unas horas.

Uno de los porteadores lo miró y dijo:

- No señor, no estamos cansados. Simplemente hemos avanzado demasiado rápido y por eso hemos dejado atrás nuestras almas. Ahora tenemos que esperar hasta que nos alcance de nuevo ".

Este cuento africano nos habla de la necesidad de sintonizarnos con nosotros mismos y ser pacientes, no permitir que la prisa con la que vivimos nos separe de nuestro "yo". También habla de la necesidad de darnos el tiempo necesario para que cicatricen nuestras heridas emocionales, sin comprometer nuestro ritmo.

Date tiempo para dejar que tus heridas se curen

A veces la vida nos golpea duro, nos pone a prueba con situaciones que superan nuestros recursos. En estos casos, una herida que es difícil de curar permanece en nuestra alma. Todos los traumas, incluso los más pequeños o los traumas de la niñez, dejan huellas en el cerebro. Y estos rastros son diferentes según el tipo de trauma que hayamos sufrido.

Si en lugar de tomarnos un tiempo para reflexionar y esperar a que la herida sane, volvemos a vivir intensamente, solo para olvidar lo sucedido, corremos el riesgo de separarnos de nuestra esencia. A nivel neurológico, esto significa que la huella permanece latente y afecta nuestro comportamiento, aunque no siempre seamos conscientes de ello.



Así, cuando nos lesionamos, es necesario esperar un tiempo prudente para permitir que nuestros recursos psicológicos se reorganicen. Las situaciones que nos llevan al límite normalmente requieren un cambio interior y solo podemos salir fortalecidos si aprendemos la lección, para ello es fundamental que miremos dentro de nosotros mismos, no hacia fuera.

De hecho, se ha demostrado que para que las personas que sufren estrés postraumático se recuperen, es necesario que crezcan nuevas neuronas en sus cerebros. En teoría, esta neurogénesis permitiría "reparar" circuitos rotos o en mal funcionamiento.

Así, cuando vivimos una situación que ha dejado profundas cicatrices emocionales, es recomendable detenerse en el camino, como los portadores de la historia, y esperar pacientemente a que nuestra "alma" nos alcance.

Cada herida cicatriza a su propio ritmo, cambiarla no nos permitirá sanar más rápido, al contrario, aumenta el riesgo de que la herida vuelva a abrirse al menor contratiempo, y en este caso seremos más vulnerables. Tómese el tiempo para recuperar las piezas rotas y volver a colocarlas en su lugar.

No dejes que la prisa te separe de tu "yo"

No es necesario sufrir una herida emocional para mirar dentro de nosotros mismos. A veces la desconexión es provocada por las prisas del día a día, porque estamos metidos en proyectos que consumen mucho tiempo y corremos de un compromiso a otro, sin dedicarnos ni un minuto a nosotros mismos. Séneca dijo que: "Los que corren en un laberinto se confunden con su propia velocidad".

Cuando estamos inmersos en este estilo de vida nos dejamos llevar por la corriente y corremos el riesgo de vivir con el piloto automático siempre encendido, separándonos de nuestros verdaderos deseos y necesidades. Por tanto, no es de extrañar que muchas personas que han perseguido un objetivo con determinación no se reconozcan cuando llegan al final del camino. No se dan cuenta de que no es tan importante alcanzar ese objetivo como darse cuenta de la persona en la que se han convertido mientras lo persiguen.



Por eso, es fundamental que te sintonices todos los días, tomándote unos minutos para preguntarte si vas en la dirección correcta, si has entendido tus errores, si tienes en cuenta tus necesidades ... Este momento de conexión es importante porque te permitirá reconsiderar lo que realmente deseas, para no dejarte influenciar por automatismos o simplemente seguir los sueños de los demás.


Recuerda que estamos aquí para descubrir y seguir nuestro propio camino. No podemos encontrar la felicidad siguiendo el camino de los demás, por lo que solo nos perderemos.

 

Añade un comentario de "Espera hasta que tu alma te alcance": un precioso cuento africano que contiene una lección de vida
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.