Enseñar a los niños a manejar el estrés

Enseñar a los niños a manejar el estrés

Necesitamos hablar con los niños sobre el estrés, para que sepan reaccionar ante las señales que indican su presencia y adquieran las herramientas necesarias para gestionarlo de forma eficaz. Todo esto es posible si les ayudamos...

Enseñar a los niños a manejar el estrés

Última actualización: 06 de marzo de 2020

El estrés forma parte de la vida adulta estos días y, por desgracia, también está presente en la de muchos niños. El ritmo de vida ha aumentado significativamente en los últimos años. Si es fundamental que los adultos aprendan a manejar esta condición, fruto del conjunto de necesidades y obligaciones que tienen que afrontar, enseñar a los niños a manejar el estrés es aún más importante.



Saber establecer prioridades, gestionar el tiempo o labrarse momentos de descanso y tranquilidad son aspectos fundamentales para evitar que el estrés se convierta en el gran protagonista en la vida de los más pequeños. Por ello, enseñarles a gestionar el estrés, o preocuparse por inculcarles estrategias para afrontar situaciones o momentos estresantes, les hará sentirse mejor y afrontarán con mayor eficacia las dificultades diarias.

Determinar el problema subyacente del estrés, qué puede causarlo y qué pasos tomar es clave para ayudar a su hijo a mejorar y sentirse más relajado.

¿Qué causa estrés a los niños?

El exceso de trabajo, las prisas y la sobrecarga de responsabilidad pueden causar estrés a jóvenes y mayores. Sin embargo, muchos otros elementos contribuyen a aumentar los niveles de estrés, como el ruido, la saturación ambiental (estímulos de todo tipo que compiten por llamar nuestra atención) o la luz de los dispositivos electrónicos (computadoras, celulares, televisores).

Para los niños con una mayor tendencia a la susceptibilidad al ruido y otros estímulos físicos, los factores estresantes diarios se amplifican, lo que hace que la necesidad de tiempo de inactividad sea aún más crucial. Si a esto le sumamos las actividades escolares y extraescolares, la presión por triunfar, los cambios o conflictos familiares y otros factores que pueden generar estrés, tenemos la receta perfecta para un niño estresado.



Además, la menor actividad física propia de nuestros días no ayuda en este sentido. Es más: un niño que no practica deporte pierde una de sus principales herramientas para gestionar el estrés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dar a los niños una hora de actividad física al día. Reducir este tiempo perjudica su salud física y mental.

Señales de estrés infantil

Las señales de estrés en los niños pueden pasar desapercibidas y, en algunos casos, incluso confusas. Hablemos de dolor de estómago, dolor de cabeza o cambios de comportamiento. También se pueden notar cambios de humor y dificultad para dormir y concentrarse en la escuela.

Además, si se producen cambios importantes en la vida del niño, como una mudanza o la llegada de un nuevo miembro a la familia, los padres deben prestar especial atención a las posibles consecuencias. De esta forma, será posible detectar a tiempo cualquier signo de estrés infantil. Es igualmente importante considerar que el estrés puede surgir por hechos que hayan ocurrido en la escuela o en cualquier lugar donde el niño pase mucho tiempo.

Estrategias para enseñar a los niños a manejar el estrés

Un niño no suele entender que lo que le pasa está relacionado con el estrés. Es posible que simplemente se sientan tristes, abrumados, enojados o ansiosos. El estrés puede ser nuevo para él y lo más probable es que no sepa cómo regular sus emociones. Enseñar a los niños a gestionar el estrés es, por tanto, indispensable; tienen que entender qué es, qué lo causa y cómo tratarlo.


Para este propósito, los padres deben:

  • Crear un clima de confianza con sus hijos para transmitirles la idea de que pueden hablar de cualquier cosa.
  • Escuche atenta y activamente lo que desean comunicar, antes de ofrecer sugerencias y consejos. Esta actitud dará más valor a cualquier palabra que agreguemos al diálogo.
  • para muchos niños es mucho más fácil hablar de sus problemas en situaciones activas, especialmente aquellas que favorecen la relajación, como el juego no competitivo y las actividades lúdicas (un paseo por el campo o la preparación de una receta fácil). Lograr que participen en este tipo de actividades les ayudará a desahogarse y sentirse mejor.
  • Anímalos a hacer actividad física aeróbica., actividades que favorecen la relajación, así como para labrar momentos de paz, tranquilidad y descanso.

Yoga y meditación para ayudar a los niños a manejar el estrés

Para concluir, recordamos los resultados de un estudio reciente publicado en Psychology Research and Behavior Management que afirma que Practicar yoga y meditación de atención desde una edad temprana puede ayudar a los niños a controlar el estrés y la ansiedad.. Este tema ha sido objeto de estudio durante varios años.



Gracias a estas dos actividades, los niños experimentan una mejora en la calidad de vida a nivel emocional y relacional. No solo es importante enseñar a los niños a manejar el estrés a través de actividades que involucren aspectos emocionales y creatividad, sino que trabajar la mente a través del cuerpo puede promover un aumento en su bienestar.


El yoga y la atención plena pueden facilitar el manejo del estrés en niños de escuela primaria y pueden complementar las actividades de aprendizaje social y emocional

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