Emancipación de jóvenes: 6 beneficios

Emancipación de jóvenes: 6 beneficios

Al dejar el hogar de sus padres, los jóvenes pueden practicar y desarrollar una variedad de habilidades esenciales para convertirse en adultos. Presentamos algunas ventajas de la emancipación.

Emancipación de jóvenes: 6 beneficios

Última actualización: 13 de enero de 2022

La emancipación de los jóvenes no sólo es positiva, sino necesaria para un correcto desarrollo psicológico y emocional. Así, después de la adolescencia, y ya en la adultez temprana, los jóvenes deben asumir una serie de responsabilidades que reflejen su camino hacia la autonomía.



En este proceso, la emancipación juega un papel fundamental como primer paso hacia la independencia de la unidad familiar. Pero, ¿cuáles son exactamente los beneficios de empoderar a los jóvenes?

Antes de responder, es importante recordar que el momento de dejar el hogar familiar se posterga cada vez más. Según datos de Eurostat, en España la edad media de emancipación ronda los 30 años. La situación económica y la precariedad laboral impiden que muchos jóvenes tengan una vivienda propia.

Por otro lado, también hay un cambio de mentalidad respecto a las generaciones anteriores. Hoy en día la emancipación se planifica con mayor cautela y previsión y se espera que tenga cierta seguridad financiera y personal antes de dar este paso.

Pero también es común la figura del eterno adolescente, que prefiere quedarse en casa de sus padres para mantener un estilo de vida desprovisto de responsabilidades.

¿Cuáles son los beneficios de la emancipación para los jóvenes?

Dada la situación actual, cabe preguntarse qué beneficios ofrece la emancipación durante la juventud y por qué es necesario promover y facilitar este proceso.

En realidad, se trata de acompañar la maduración cognitiva con acciones que permitan la aplicación y práctica de las herramientas y habilidades adquiridas.


Una persona de 25-30 años ya tiene la madurez suficiente para empezar a vivir por su cuenta, pero en el hogar paterno estas habilidades son limitadas.


1. Responsabilidad

Tener una casa propia implica adquirir infinitas responsabilidades. Hay que cuidar de uno mismo, de la casa, de los aspectos económicos y domésticos.

No tener apoyo externo, experimentas las consecuencias de tus acciones de primera mano y te ves obligado a planificar, prever y resolver para que todo salga bien.

2. Proceso de toma de decisiones

La emancipación ofrece muchas oportunidades para ejercitar las habilidades de toma de decisiones. Desde elegir qué invertir en el presupuesto mensual, hasta decidir qué productos de limpieza comprar o cómo organizar el tiempo disponible para cumplir con todas las tareas y obligaciones.

Anteriormente, eran otros quienes hacían este proceso de pensamiento por nosotros. Ahora tenemos que analizar las diferentes opciones, sus pros y sus contras, eligiendo y pudiendo rectificar si los resultados no son los esperados.

3. Solución de problemas

Una de las áreas donde se vive más la diferencia que vivir con los padres, y es ahora el joven que tiene que solucionar los percances diarios que puedan surgir.

Desde electrodomésticos rotos hasta filtraciones o conflictos con el vecindario. Por primera vez, depende de nosotros identificar el problema, encontrar una solución lógica e implementarla.

4. autonomía

De niños soñamos con llegar a la edad adulta para poder actuar solos, autogestionarnos y no depender de las directivas de los demás. Y esta realidad se hace evidente después de dejar el hogar paterno. El joven emancipado puede decidir libremente sobre su dieta, sus horarios o sus actividades.


Ya no habrá nadie que te inste a seguir una determinada dieta, dormir lo suficiente o cuidar tu baño y tus espacios; Pero, por supuesto, tú serás el único afectado por tus buenas o malas decisiones.



5. Autoestima

El desarrollo y práctica de todas las habilidades anteriores tiene una consecuencia directa en la autoestima. Esta no se construye solo a base de bellas palabras y pensamientos, sino a través de la superación personal y la consecución de retos.

Al asumir la responsabilidad, la autoimagen mejora; el joven comienza a percibirse a sí mismo como capaz, decidido y diligente, lo que aumenta su confianza.

6. Realización personal gracias a la emancipación de los jóvenes

No podemos olvidar que somos seres sociales imbuidos de una cultura que nos empuja a la independencia y la individualidad, y en la que se espera la emancipación a partir de cierta edad.

Por lo tanto, no lograr esto puede causar altos niveles de frustración y sentimiento de fracaso. Por el contrario, dar este paso aumenta la sensación de realización y abre la puerta a futuros proyectos individuales.


Los beneficios de empoderar a los jóvenes conducen a la edad adulta

Los beneficios de la emancipación son posibles porque ofrece la oportunidad de desarrollo y crecimiento personal que no ocurren en otros contextos.

Cada caso es diferente y, como hemos adelantado, las circunstancias sociales actuales no favorecen la emancipación; sin embargo, es una experiencia satisfactoria y necesaria en la mayoría de los casos.

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