El niño del pijama de rayas: la amistad más allá de las barreras

El niño del pijama de rayas: la amistad más allá de las barreras

El niño del pijama de rayas: la amistad más allá de las barreras

Última actualización: 10 septiembre, 2022

El niño con el pijama de rayas es una obra literaria de John Boyne publicada en 2006, posteriormente llevada a la gran pantalla por Mark Herman. Cine y libro tienen numerosas diferencias, pero no nos detendremos en ellas por no ser muy relevantes para el desarrollo de este artículo. En cambio, nos centraremos en los principales valores y elementos de reflexión que transmite la obra, por lo que la película y el libro serán igualmente válidos como referencia.



El niño del pijama de rayas se desarrolla en uno de los momentos más crueles y vergonzosos de la humanidad: laholocausto perpetuado durante la Segunda Guerra Mundial. Episodio criticado y repudiado, pero no para el olvido, ya que, como se suele decir, necesitamos de la historia para aprender y no repetir los mismos errores.

La historia comienza

Estamos en la Alemania nazi, en el hogar de una familia de militares, con fuertes valores e ideología, o eso parece, entre sus miembros. El cabeza de familia es un militar de alto rango al servicio de Hitler que, gracias a su “gran labor”, es enviado a Auschwitz para continuar allí su labor. Toda la familia se mudó a su nuevo hogar, una casa completamente aislada, pero muy cerca del campo de concentración. Conozcamos mejor a los personajes:

  • Los niños: el protagonista es Bruno, el hijo menor del comandante; como todos los niños de su edad ignora el mundo y solo quiere jugar. Le gustan los libros de aventuras y explorar. En marcado contraste, está Gretel, la hermana mayor; al principio la vemos rodeada de muñecos, aunque pronto cambiará los muñecos que decoran su habitación por propaganda nazi. Por otro lado, Shmuel, un niño de la misma edad que Bruno que, siendo judío, vive en el campo de concentración.
  • Padres: el padre de Bruno es un oficial superior muy estricto que pasa poco tiempo en casa. Su esposa inicialmente ignora gran parte de la actividad de su esposo; sin embargo, podemos ver como esta condición de ignorancia cambia al punto que, a medida que ella sale de ella, también cambiarán sus sentimientos por su marido, sintiendo repulsión por su puesto de trabajo.
  • Los abuelos: son los padres del comandante. El abuelo está orgulloso de su hijo, sin embargo, la abuela se opone firmemente al nazismo y siente repulsión por las acciones del hijo.

El niño del pijama de rayas: dos realidades

En el libro El niño del pijama de rayas vemos que Shmuel y Bruno nacieron exactamente el mismo día, pero sus vidas son completamente diferentes. Bruno vive en una familia acomodada, es hijo de un militar y su mayor preocupación es no tener con quien jugar. Sufre porque está aburrido y no le gusta el nuevo lugar donde tiene que vivir. No entiende por qué tiene que mudarse y dejar a sus viejos amigos.



Shmuel es judío y por ello fue condenado a vivir en un campo de concentración. Como resultado, sus preocupaciones son bastante distintas de las de Bruno, aunque él también tiene los deseos y la inocencia típicos de los niños.

Este contraste de la realidad nos muestra cómo nuestros orígenes pueden marcarnos de por vida y condenarnos; nadie elige donde nacer, nadie es culpable de pertenecer a una cuna antes que a otra. Los niños no entienden estas diferencias y ven a los demás como son, amigos con los que jugar y compartir aventuras. No pueden entender por qué los separa una barrera si nacieron el mismo día, si en el fondo son tan parecidos.

La barrera en este caso es real, pero también podemos verla como un símbolo. Dos niños nacidos el mismo día, dos niños idénticos y dos realidades distintas. Hoy miramos con desprecio a los nazis, pero cuando nació Bruno, tuvo suerte, o al menos más suerte que Shmuel. Podríamos decir que esa barrera, ese contraste de realidad, todavía existe; aunque de manera diferente, hace la diferencia nacer en un país que en otro, en una familia rica que en una familia sin recursos.

Relación con el Outerman de Nietzsche

Las ideas del filósofo Friedrich Nietzsche fueron adoptadas y reformuladas por el nazismo. Nietzsche creía en la existencia de hombres con características superiores: fuertes, inteligentes, creativos, capaces de pensar y razonar. Estos hombres fueron los sobrevivientes, los que salieron del rebaño. Los nazis se identificaron con este superhombre.


Para Nietzsche, además, fue necesario pasar varias etapas para llegar a este estatus de Overman:

  • Camello: representa la obediencia, las cargas y responsabilidades que debemos llevar.
  • Leo: el camello, cuando ya no quiere serlo, se convierte en león. Esto representa la liberación de las cargas, la rebelión y el rechazo de los valores tradicionales.
  • Niño: representa la última fase de la metamorfosis. El niño vive alejado de prejuicios y valores establecidos, tiene la tarea de crear sus propios valores personales. Como si fuera un juego, el niño construye de la nada.

Podríamos reconocer esta imagen del "niño" en los personajes de Shmuel y Bruno; ambos se muestran libres de prejuicios, o semi-libres, son los únicos que superan la barrera contra la que chocan los adultos. Al cruzar la cerca, desafían los valores establecidos; no les importa lo que les han enseñado, su amistad va más allá. Bruno usa el pijama de rayas, a juego con Shmuel. Para los niños, la amistad lo es todo y no hay diferencias.


Hacen juicios a medida que se van conociendo, ellos mismos crean sus valores personales de la nada y a partir de estos valores deciden.

"¡No deberíamos ser amigos, deberíamos ser enemigos!"

-Bruno, El niño del pijama de rayas-

El peso de las ideas

El niño del pijama de rayas destaca los problemas que pueden surgir de una determinada ideología y las ideas que la configuran. En la historia y en la película vemos que las ideas pueden ser indirectamente mucho más peligrosas que cualquier arma, sobre todo si tenemos en cuenta el poder que tienen, en determinados momentos, para unir las voluntades. La creencia en una determinada causa puede llevar a las personas a cometer cualquier acción, por injusta y cruel que parezca.


Para que una idea perdure en el tiempo, es importante inculcarla en los más pequeños; lo vemos en las lecciones que reciben Gretel y Bruno y en la forma en que su profesor les enseña historia siguiendo los guiones de la ideología nazi. De esta manera, se asegura de transmitir a los hijos los valores que considera correctos para mantener viva en las generaciones posteriores la idea de que pertenecen a una raza superior o privilegiada.

También son interesantes las alusiones a la propaganda nazi que vemos en los carteles con los que Gretel decora su habitación o en la forma en que se "vende" la calidad de vida en los campos de concentración.

El desenlace lo anticipan los fenómenos atmosféricos, gracias a un topos literario conocido como locus terribilis; las imágenes de la lluvia indican que algo va a pasar. Este resultado nos invita a reflexionar: no somos conscientes del sufrimiento de la otra persona hasta que nos convertimos en la otra persona. Al invertir los roles, sintiendo el dolor de los demás en nuestra piel, nos hacemos partícipes y conscientes de ello.  


Todo esto en un contexto de historia, horror y crueldad humana, pero que nos lleva a preguntarnos si, de alguna manera y desde la comodidad de nuestro hogar, no hemos cambiado tanto y seguimos siendo indiferentes al sufrimiento de los demás.

“Todo esto ciertamente sucedió hace mucho, mucho tiempo y nada como esto podría volver a suceder. Hoy en día, no".

-John Boyne, El niño con el pijama de rayas-

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