El mayor pecado es ser infeliz

El mayor pecado es ser infeliz

El mayor pecado es ser infeliz

Última actualización: 11 de enero de 2016

La codicia, la envidia, el orgullo, la hostilidad… pueden ser considerados pecados terribles; pero no hay mayor que ser infeliz. La vida es demasiado corta para ser infeliz, sufrir y enojarse.

Depende de ti lo que hagas en el tiempo que se te ha dado. Piensa profundamente para entender si quieres que los años que pases en este mundo sean una historia fantástica de amor, amistad y metas cumplidas o un mar de lágrimas y sufrimiento constante.   



No siempre se puede ser feliz, pero casi

No seas cínico, pero tampoco seas inocente. Quizás no seas feliz en ningún momento del día, porque siempre pasa algo que perturba nuestra tranquilidad, nuestra vida en general. Esto es evidente. Sin embargo, queremos proponerte que reflexiones sobre esto.

En este caso, el ejercicio consiste en una mirada al pasado. Piensa en todos los años de tu vida, desde que puedes recordarlo, hasta este momento. ¿Que ves?

Hay muchas cosas que apreciará cuando haga una evaluación bien pensada de su vida. Sin embargo, si el resultado final es que dejando de lado los momentos duros y negativos, las desgracias y el dolor, las complicaciones y los desafíos, has sido feliz, no estás cometiendo el pecado de no aprovechar al máximo tu tiempo.   

Sin embargo, si a la hora de hacer balance de tu existencia te das cuenta de que las desgracias te pesan como plomo al cuello, si no puedes levantar la cabeza, si te cuesta mirar al futuro con esperanza y si tu vida es un mar de lágrimas del que no sabes cómo salir, estás cometiendo un grave pecado, porque no eres feliz.



¿La felicidad está sobrevalorada?

Hay quienes dicen que la felicidad está sobrevalorada. Tal vez tengan razón. Otros dicen que es imposible alcanzarlo, y esto es probable. También hay quienes creen que es un concepto inventado, para intentar justificar nuestro paso por el mundo. No lo negaremos.

Independientemente de cualquier estudio o creencia, hay una cosa que podemos aprender en la vida. Y eso es eso cuando estamos enamorados, con un trabajo que nos gusta y rodeados de las personas que nos importan, somos felices. ¿No te hace sentir inmenso estar donde quieres estar, ser amado, valorado y único? ¿No es esto felicidad?

Puede que no tengas la respuesta. Muchos pueden pensar que no son felices, pero si estás a gusto contigo mismo, si estás satisfecho con lo que haces y tienes, probablemente seas feliz.

¿Cómo alcanzar la felicidad?

Solo hay una manera de ser feliz: ser uno mismo. Sin embargo, para hacer explotar tu personalidad, no puedes detenerte en la superficie. Los caprichosos, los envidiosos, los difamadores se justifican diciendo que son así, que nadie los va a poder cambiar, pero están fuera del camino.


"Un día en cualquier lugar, en cualquier lugar te encontrarás contigo mismo, y eso, sólo eso, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas".

-Pablo Neruda-

Una persona sólo puede ser ella misma cuando se conoce íntimamente. En lo profundo del corazón de cada uno de nosotros está nuestra verdad única e inmutable, nuestra verdadera personalidad. La que guarda celosamente los sueños y deseos de nuestra alma.

La verdadera búsqueda de la felicidad está enraizada en lo más profundo de nuestro ser. Porque tu corazón no te miente, te revelará con quién quieres estar y con quién no, el trabajo que quieres hacer, la pareja adecuada para ti y quién te acompaña sólo para beneficio personal.


No esperes más, porque cada día que pasa es un tiempo precioso que desperdicias. No cometas el error de ser infeliz, ni permitas que la tristeza invada tu alma y tu ser. Te mereces lo mejor, y eres el único dueño de tu presente y tu futuro. Aférrate a ello con fuerza y ​​comienza a ser quien realmente eres.

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