Persona en dificultad + EmpatÃa = Agresión
Investigadores de la Universidad de Buffalo se preguntaron si la empatÃa también podrÃa tener un lado oscuro. Sin pensarlo dos veces, idearon un experimento muy interesante para probar su hipótesis.
Reclutaron a 231 voluntarios y les pidieron que leyeran un artÃculo sobre una persona con problemas económicos. En algunos casos, el artÃculo se referÃa a una persona estresada por dificultades económicas, en otros casos se delineaba un escenario diferente sugiriendo que la persona tenÃa problemas económicos pero no estaba preocupado por ellos.
Más tarde, se les dijo a los participantes que la persona con problemas económicos entrarÃa en un concurso para ganar $ 20. Luego se les preguntó si le darÃan al oponente de esa persona un entrante que contuviera una "salsa especial", que se definió como "una sustancia que causa dolor y afecta el rendimiento cognitivo".
Por lo tanto, los investigadores se aseguraron de que los participantes entendieran que tal decisión beneficiaba a la persona con problemas financieros, pero, al mismo tiempo, causaba daño a su oponente. ¿Qué sucedió?
Los resultados mostraron que cuando los participantes del estudio creÃan que la persona estaba estresada por problemas económicos, no solo optaban por usar la "salsa especial", sino que también usaban grandes cantidades. En otras palabras, la empatÃa por la persona que atravesaba una mala situación económica no solo la llevó a actuar de manera inmoral (inclinar la balanza a favor de una persona y la competencia siendo injusta), también la llevó a causar dolor a los demás.
Parece que la empatÃa nos lleva a creer que "el fin justifica los medios".
¿Por qué las personas que sienten empatÃa también son capaces de causar dolor?
La empatÃa hace que los demás sientan el dolor como propio, nos hace experimentar estrés y preocupaciones personalmente. Por tanto, no es de extrañar que nuestras emociones se activen y la razón se silencie. Como resultado, nos comportamos de manera más impulsiva, sin pensar demasiado en las consecuencias de nuestras acciones. Esta falta de reflexión puede llevarnos a adoptar comportamientos agresivos y violentos.
Baste decir que en diferentes culturas y épocas se han producido centenares de casos en los que, con el pretexto de defender a una persona en dificultad, se ha causado en muchas ocasiones un daño desproporcionado al agresor.
Esto indica que la empatÃa tiene su lado oscuro, que no es una panacea y que debemos tener cuidado cuando este sentimiento se despierte, ya que podrÃa llevarnos a adoptar comportamientos que están lejos de ser justos o nobles.
Cuando vemos a alguien que sufre, debemos buscar formas de aliviar su dolor, pero no causando más dolor a los demás.