Nuevas fuerzas están transformando el futuro del trabajo: Desarrollo tecnológico. Cambio climático. Cambios demográficos. Globalización.
Estas transiciones requieren una acción decisiva. Debemos aprovechar el momento para aprovechar las oportunidades que estos los cambios nos ofrecen. El punto de partida de esta reflexión llega tras la lectura del informe de la Comisión Global sobre el Futuro del Trabajo, que ha elaborado un informe independiente sobre cómo lograr un futuro del trabajo que ofrezca oportunidades dignas y sostenibles para todos. Este informe se presentó en Ginebra el 22 de enero y se presentó en la reunión del centenario de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2019.
Innumerables oportunidades para mejorar la calidad de vida laboral, ampliar las opciones, cerrar la brecha de género, revertir el daño causado por la desigualdad global y mucho más. Forjar un nuevo camino requiere una acción comprometida por parte de los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores, revitalizando el contrato social.
El informe pide una agenda centrada en el ser humano para el futuro del trabajo que fortalezca el contrato social al colocar a las personas y el trabajo que realizan en el centro de la política económica y social y las prácticas comerciales. La agenda consta de tres pilares de acción, que en conjunto estimularían el crecimiento, la equidad y la sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras:
- Incrementar la inversión en las habilidades de las personas.
- Incrementar la inversión en instituciones de empleo.
- Incrementar la inversión en trabajo decente y sostenible.