Distancia emocional, cuando las relaciones se enfrían

Distancia emocional, cuando las relaciones se enfrían

La distancia emocional siempre duele, más aún si alguna de las partes sigue creyendo en esa relación. 

Distancia emocional, cuando las relaciones se enfrían

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Cuando las relaciones se enfrían y se crea distancia emocional, debemos ser constantes. A veces será necesario reavivar la relación, otras veces tenemos que soltar por respeto y sentido común hacia nuestros sentimientos.



Cuando las relaciones se enfrían, a menudo surgen los comportamientos más reprobables.. La distancia emocional en algunos casos lleva a desaparecer sin dar ninguna explicación. Otros, en cambio, recurren a falsas excusas o no quieren aceptar el vacío de la relación, ese frío que provoca una relación de pareja o de amistad que está a punto de llegar a su fin.

Las relaciones, como los huesos, también se rompen. Sin embargo, la mayoría de estos descansos o distancias no suceden de manera abrupta y repentina. Más a veces, es la consecuencia de un distanciamiento sutil y progresivo. La falta de complicidad, las miradas que ya no se buscan y las risas que ya no se comparten suelen ser los primeros signos.

La distancia emocional siempre duele, más aún si alguna de las partes sigue creyendo en esa relación. Pero hay que decir que, muchas veces, la otra parte también sufre una acumulación de culpa o remordimiento. En cualquier caso, en todas estas situaciones algo se pone de manifiesto: nuestra escasa capacidad para gestionar las averías.

Una solución adecuada siempre facilita la transición a esta nueva etapa. De lo contrario, sobre todo si nos vemos obligados a afrontar el llamado ghosting (ser abandonado de forma brusca y sin explicación), puede que nos cueste un poco superar esta experiencia. Sin embargo, cada uno de nosotros tiene los recursos necesarios para hacer frente a estos eventos.



"Me siento tan solo que puedo sentir la distancia entre mi presencia y yo".

-Fernando Pessoa-

Cuando buscamos una explicación para la distancia emocional

Cuando las relaciones se enfrían, siempre hay una razón, aunque no nos guste. Corazones rotos, falta de interés, nuevas necesidades e intereses, puntos de vista opuestos sobre ciertos aspectos, etc. Cuando la llama se apaga siempre aparece esa oscuridad espesa y ambigua en la que no sabemos muy bien cómo movernos.

Así, un estudio publicado por Charlene Belu y Brenda H. Lee de la Universidad de Cambridge muestra que Pocas cosas son tan complejas para un ser humano como terminar una relación. El estudio también mostró que a menudo necesitamos saber o aclarar por qué se acabó para poder recomponer nuestra vida.

Si no, la gente no duda en intentar reconectarse, en insistir una y otra vez dificultando el proceso del dolor y la oportunidad de cerrar una etapa para comenzar una nueva con más entereza. Por otro lado, los investigadores de este trabajo pudieron ver las estrategias menos adecuadas que utilizamos cuando las relaciones se enfrían.

Ellos son los siguientes.

Maneras negativas de terminar una relación

Es doloroso e inadecuado afrontar el final de una relación desapareciendo sin decir nada. El ghosting es, hoy en día, una práctica recurrente tanto en las relaciones de pareja como de amistad. 

  • La culpa no es tuya, es "mía". Con esta conocida y frecuente frase optamos por relevar a la otra persona de cualquier (supuesta) responsabilidad, y utilizamos excusas como “te mereces algo mejor”, “es demasiado difícil y creo que no te estoy dando lo que te mereces”. ". Es una forma de ocultar una simple verdad: nuestros intereses son los demás, ya no amamos a la otra persona.
  • El iceberg roto. Otra estrategia muy común es la del iceberg. Se trata simplemente de dejar que la relación se enfríe cada día, negar la evidencia, demorar hasta que, eventualmente, la relación ya fría termine por hundirse y romperse por sí sola.

La distancia emocional, este pesado dilema

Cuando las relaciones se enfrían, no siempre reflejan el preludio de una ruptura irreparable. Hay que entender que la distancia emocional puede llevar a la deriva con el tiempo pero, en ocasiones, si somos capaces de recurrir a las estrategias adecuadas, la calidez y el brillo pueden volver a la relación (en caso de que merezca ser salvada).



En estos casos son comunes trastornos de ansiedad y depresión. Estos estados afectan directamente la calidad de las relaciones sociales. Cuando una persona atraviesa un período lleno de estrés o malestar, no tiene la energía y la motivación suficientes para disfrutar de sus seres queridos.

Con esto queremos subrayar un aspecto muy simple. La distancia emocional se puede abordar. Las relaciones, como las personas, pasan por diferentes etapas y requieren atención, nuevos nutrientes e incluso aprender de los propios conflictos y discrepancias para crecer, avanzar transformados en algo nuevo y más fuerte.


 

En cualquier caso, tanto para revivir la relación y salvarla como para terminarla, debemos ser personas emocionalmente experimentadas. Y esta materia no se enseña en la escuela. Debemos practicarlo día a día en las cosas pequeñas, en los aspectos más sensibles, en el respeto, en el ejercicio de la dignidad y el positivismo.

Porque toda relación, tanto de pareja como de amistad, merece ser respetada en todas sus fases. Saber soltar con integridad y respeto dice mucho de nuestra calidad humana.

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