Dificultad para dormir, efecto pandemia

Dificultad para dormir, efecto pandemia

Muchas personas tienen dificultad para dormir en este momento. La incertidumbre, la ansiedad, la angustia, el no saber qué vendrá después nos quitan el sueño. Ayudémonos con estas estrategias.

Dificultad para dormir, efecto pandemia

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Uno de los efectos de la situación actual es la dificultad para encontrar el sueño. Muchas personas se quejan de insomnio o no pueden dormir más horas consecutivas debido a la ansiedad. Esta es sin duda una de las consecuencias que trajo consigo la pandemia.



Es importante considerar que Dormir bien es tan importante como comer adecuadamente. El insomnio que se prolonga durante semanas acaba debilitando el sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables ante el coronavirus. Además, un mal sueño puede empeorar los síntomas de cualquier enfermedad ya presente.

Nuestro estilo de vida se ve alterado, hemos perdido los hábitos que marcaban nuestros días. Estos cambios en la rutina afectan la calidad del sueño de una forma u otra. A las evidentes preocupaciones se suma la imposibilidad de poder disfrutar de siete u ocho horas consecutivas de descanso.

Por eso, también debemos cuidar esta dimensión de nuestro bienestar con estrategias y cambios sencillos. En breve, además de una buena higiene de manos, es importante recuperar una buena higiene del sueño. Veamos cómo.

Dificultad para dormir durante este momento difícil

La dificultad para conciliar el sueño en este momento de incertidumbre, aislamiento y ansiedad puede manifestarse de muchas formas y no siempre de manera repentina.

Cada uno de nosotros reacciona con síntomas personales que no siempre se traducen en insomnio. Entre estos


  • bruxismo. El clásico rechinar de dientes o apretar la mandíbula con tanta fuerza que te duele la cabeza al despertar.
  • Mente hiperactiva. Tan pronto como nos metemos debajo de las sábanas, algunos de nosotros comenzamos a pensar, a preocuparnos, a anticipar escenarios muy negativos. La sobrecarga mental alimenta el insomnio.
  • Despierta en medio de la noche, los más ansiosos con taquicardia y sudor.
  • Pesadillas, muy comunes en este período.
  • Incapacidad para alcanzar el sueño REM (más reconstituyente para el cerebro y el cuerpo). Al despertar, el sueño ligero nos deja la sensación de no haber descansado lo suficiente. Durante el día, por tanto, nos sentiremos cansados ​​y nos costará más concentrarnos.

Como hemos dicho, la falta de una buena noche de sueño puede debilitar el sistema inmunológico. También aumentan la ansiedad y el estrés.


Cuando el cuerpo está cansado y la mente saturada, aumenta la vulnerabilidad emocional. Nuestra capacidad de reacción, de implementar estrategias de afrontamiento también se reduce.

Estrategias para mejorar el descanso nocturno durante la emergencia del COVID-19

En cuanto a las alteraciones del sueño provocadas por el momento de crisis actual, es necesario señalar que no todas se manifiestan de la misma manera. En general, sin embargo, se trata de hacer pequeños cambios en tu rutina y descubrir qué estrategia encaja mejor contigo a nuestro caso.

Establece una nueva rutina diaria

El distanciamiento social ha alterado nuestros hábitos establecidos desde hace mucho tiempo. Es hora de definir nuevos para que tu cuerpo y tu mente se vuelvan a usar. Esto significa, por ejemplo, ser estricto con la hora de acostarse y levantarse: asegúrese de que estas acciones se realicen siempre al mismo tiempo.


Cuidado con el "envenenamiento"

Una de las principales fuentes de estrés y ansiedad es el exceso de información, la necesidad de estar siempre actualizado sobre las últimas noticias, el número de contagios y muertes.

Así que disminuyamos la velocidad. Necesitamos mantenernos informados, claro, pero sin obsesionarnos. De lo contrario, la preocupación y el insomnio empeorarán.


Desconecta de la tecnología antes de ir a la cama para combatir las dificultades del sueño

Estamos acostumbrados a pasar nuestro tiempo libre viendo series de televisión y películas en plataformas digitales. Sin duda es una buena forma de despejar la mente, pero si tu problema es conciliar el sueño, será así apagar todos los dispositivos para evitar la exposición a la luz azul;

Esto es al menos una hora antes de ir a la cama. Recuerda que este tipo de onda excita el cerebro y dificulta el buen descanso.


Después de la cena damos espacio a las emociones positivas

En las últimas horas del día, es importante esforzarse en fomentar el buen humor y las emociones positivas. Este efecto se puede lograr con una llamada telefónica a las personas que nos importan, hablando de todo, recordando los buenos momentos y todo lo que podemos hacer cuando superemos esto.

También es el momento ideal para sumergirnos en actividades divertidas como jugar en familia, escuchar música, refugiarnos en un buen libro, darnos un baño relajante. Lo importante es meterse en la cama evitando que la sombra del COVID-19 nos abrume.   


Meditación contra la dificultad para conciliar el sueño

Se necesitan algunas semanas para aprovechar al máximo los efectos positivos de la meditación. Sin embargo, puede ser el momento adecuado para introducirnos en esta práctica con importantes beneficios: relajar el cuerpo, calmar la mente, mantener el control de las emociones y pensamientos, centrarnos en el momento presente. Merece la pena probarlo y descubrir día tras día sus efectos positivos.

En conclusión, si tiene dificultades relacionadas con el sueño durante este momento difícil, pruebe estos consejos para practicar. Nuestra salud también depende de ello.

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