Dieta para la mononucleosis

Mononucleosis

La mononucleosis infecciosa es una enfermedad viral contagiosa causada por el virus EBV.
Alrededor del 90% de la población muestra que ya ha contraído el virus y tiene anticuerpos específicos.
Dieta para la mononucleosisTras el contagio, los niños muestran síntomas menos graves y evidentes; sin embargo, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes, ocurre lo siguiente: fiebre, dolor de garganta y fatiga generalizada. A veces, el inicio es típico de la presencia de náuseas, vómitos y diarrea.
Es una enfermedad autolimitada (3-4 semanas) que normalmente no requiere ningún tratamiento farmacológico.
El diagnóstico se realiza sobre la base de los síntomas y los informes clínicos.



Papel de la dieta

El papel de la dieta en la mononucleosis es de apoyo. La nutrición, de hecho, no es un factor directamente involucrado en la curación de la enfermedad infecciosa.
Se sabe que la mononucleosis es extremadamente debilitante e, incluso después de la curación, no permite que el cuerpo se recupere rápidamente. Debe recordarse que un organismo desnutrido NO es capaz de reaccionar eficazmente; por el contrario, una dieta correcta puede reducir el tiempo total de recuperación.
En general, especialmente cuando la mononucleosis comienza con náuseas, vómitos y fiebre, la dieta debe tener las siguientes características:

  • Comidas pequeñas y frecuentes
  • Alta digestibilidad
  • Riqueza de agua y potasio
  • Rico en nutrientes esenciales (especialmente ácidos grasos omega 3) y fitoelementos (antioxidantes fenólicos, etc.)
  • Alimentos / suplementos probióticos
  • Nutrientes que pueden apoyar el sistema inmunológico.

Comidas pequeñas y frecuentes

Una mayor fragmentación de la dieta es una característica fundamental para evitar sobrecargar el sistema digestivo.
Esto se puede lograr agregando algunos bocadillos o enfatizando la importancia nutricional de las comidas secundarias. P.ej:




AVERÍA NORMAL I) RUPTURA DE LA DIETA DE MONONUCLEOSIS II) TRASTORNO DE LA DIETA DE MONONUCLEOSIS
desayuno 15% de energía desayuno 15% de energía desayuno 15% de energía
Merienda I 5% de energía Merienda I 10% de energía Merienda I 5% de energía
/ / Refrigerio II 5% de energía
Almuerzo 40% de energía Almuerzo 30% de energía Almuerzo 30% de energía
Refrigerio II 5% de energía Refrigerio II 10% de energía Merienda III 5% de energía
/ / Snack VI 5% de energía
Cena 35% de energía Cena 25% de energía Cena 25% de energía
/ Merienda III 10% de energía Merienda III 10% de energía

En la práctica, para fragmentar las comidas, basta con trasladar los alimentos que habitualmente componen el desayuno, el almuerzo y la cena, en los distintos snacks del día. P.ej:



AVERÍA NORMAL I) RUPTURA DE LA DIETA DE MONONUCLEOSIS II) TRASTORNO DE LA DIETA DE MONONUCLEOSIS
Desayuno: Leche, Cereales, Pan y Mermelada, Manzana Desayuno: Pan y Mermelada, Manzana y Yogur Desayuno: Pan y Mermelada
Merienda I: yogur Merienda I: Pan y Mermelada Merienda I: Leche y Cereales
/ / Merienda II: Manzana y Yogur

Digestibilidad

La digestibilidad debe afectar:


  • Todas las comidas
  • Las recetas que las componen
  • Los ingredientes individuales.

Características de los alimentos:

  • Porciones pequeñas (ver arriba)
  • Pocas grasas, especialmente las saturadas; Los quesos no son adecuados, mientras que los pescados magros o semigrasos (anchoas, sardinas, bacalao, etc.) y las carnes blancas magras (pechuga de pollo, conejo, etc.) sí lo son.
  • Libre de partes no digeribles (por ejemplo, la piel de ciertas verduras y legumbres, los tejidos conectivos de la carne, etc.)
  • 30 g de fibra total. Mejor no exagerar o el riesgo sería comprometer la digestión.
  • Aderezos limitados a 1-2 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra por plato; este producto, si se usa con moderación, puede mejorar la digestibilidad de la carne y el pescado.
    NB. En general, no se debe exceder el 25-30% de las calorías totales en forma de lípidos.
  • Cocción completa de alimentos con proteínas (carne, productos de pescado y huevos), es decir, hasta el corazón del alimento. Absolutamente evitar: cocciones raras (bife y filete a la plancha), carpaccio o tartar, y cocciones demasiado largas (guisos, tortillas, sopas, etc.).
  • Los sistemas de cocción más adecuados son: hervido, al vapor, a presión, baño maría, envasado al vacío y en ollas.

Mucha agua

Respetando el principio de digestibilidad y asumiendo que las ganas de vomitar lo permitan, los alimentos más utilizados deben ser ricos en agua y potasio. Esto se debe a que, en caso de diarrea, las pérdidas fecales aumentan drásticamente.
Entre los alimentos ricos en agua recordamos: leche y yogur (en ausencia de intolerancia alimentaria), fruta fresca, verduras frescas, pasta en caldo, legumbres en caldo, purés, sopas, batidos y centrifugadoras.
Además de mantener el estado de hidratación, las frutas y verduras contribuyen a aportar una gran cantidad de potasio y antioxidantes útiles para fortalecer el sistema inmunológico (tanto vitaminas como fenólicos).



Riqueza de Omega 3

Los omega 3 son moléculas antiinflamatorias. Además de ser potencialmente deficiente en la dieta habitual, es posible que la mononucleosis aumente su demanda metabólica. Por eso la dieta específica debe contener: pescado azul (sardina, bonito, caballa, etc.) y algunas semillas oleaginosas (p. Ej. Semillas de lino) o sus aceites; si lo desea, las algas comestibles también son una excelente fuente.

Probióticos

Los probióticos dietéticos para la mononucleosis son útiles en caso de diarrea, gracias a su capacidad para:

  • Mantiene el intestino sano, gracias a la producción de nutrientes como ácidos grasos de cadena corta y poliaminas específicas.
  • Interviniendo positivamente en el trofismo del sistema inmunológico
  • Produce vitaminas.

Apoyar el sistema inmunológico

Para apoyar la acción del sistema inmunológico, la dieta de la mononucleosis debe contener alimentos ricos en antioxidantes.
Estas moléculas, de origen vitamínico (vitamina A, vitamina C y vitamina E), salinas (zinc y selenio) y fenólicas (pero no solo), son necesarias para la protección celular frente al estrés oxidativo.
Además, las vitaminas C y D parecen jugar un papel vital en la respuesta infecciosa a los virus (ver también: Dieta para resfriados).
Las fuentes de estos nutrientes son:

  • Fenoles, en todas sus variantes; abundan sobre todo en hortalizas, frutas y legumbres. Es una categoría tan amplia que es imposible resumir las principales fuentes de cada una de ellas (bayas, uvas, arándanos, otras frutas, té, propóleos, etc.)
  • Los carotenoides (provitaminas A) abundan en: zanahorias, melón, tomate, etc.
  • La vitamina C está presente principalmente: en guindilla, perejil, cítricos, kiwi, manzanas, lechugas, etc.
  • La vitamina E es muy abundante en aceites y semillas oleaginosas.
  • El zinc y el selenio abundan en oleaginosas y carnes (con las diferencias entre las dos, según el producto)
  • La vitamina D es principalmente endógena; se produce en la piel a partir del colesterol a través de la exposición a los rayos ultravioleta. Sin embargo, los productos de pescado y los huevos son excelentes fuentes de esta vitamina.

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