Dieta para la bulimia nerviosa

Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario (DCA) que se caracteriza por el miedo a aumentar de peso y un fuerte deseo de perder peso.
Las actitudes típicas de los bulímicos incluyen la restricción excesiva de alimentos y la pérdida de control sobre los alimentos.
El descontrol resulta en atracones y va seguido de métodos de purga, como el vómito autoinducido o el uso de laxantes. Algunos practican la compensación motora realizando una actividad física excesivamente intensa y / o prolongada (a menudo en ayunas).




Dieta para la bulimia nerviosa

Las causas no están claras y se asume que el mecanismo patológico concierne al ámbito psíquico y sociocultural. La bulimia nerviosa a menudo se ve afectada por comorbilidades psiquiátricas como síntomas o trastornos de ansiedad, depresión, autolesiones y síndrome obsesivo compulsivo. En ocasiones, se asocia el abuso de alcohol y el consumo de drogas.
Las complicaciones relacionadas con la bulimia nerviosa son de varios tipos.
Mentalmente, si no se trata, esta condición puede empeorar y volverse crónica. A veces, se convierte en anorexia nerviosa.
En cuanto al aspecto físico, la bulimia no necesariamente provoca una pérdida de peso excesiva. Por el contrario, los casos de normopeso o sobrepeso también parecen frecuentes. Esto significa que el riesgo de desnutrición es menor y menos severo que el de la anorexia nerviosa.
Sin embargo, se pueden mostrar algunas complicaciones relacionadas con los métodos de compensación. Entre estos: enfermedades dentales o de la cavidad bucal (por vómitos autoinducidos), trastornos intestinales (por laxantes), problemas metabólicos (picos de hipoglucemia, hipotensión, desmayos, etc.). músculo-articular (fatiga y estrés excesivo para la actividad física), deficiencias nutricionales específicas de vitaminas y / o salinos.
Tratar la bulimia nerviosa es difícil. Se basa en la intervención multidisciplinar que recluta a cuatro figuras profesionales diferenciadas: psiquiatra, psicólogo, internista y dietista.


Implicaciones dietéticas

El plan de dieta para la bulimia nerviosa NO tiene valor curativo; de hecho, se subordina a una adecuada terapia psicológica (por ejemplo, terapia conductual) y psiquiátrica (drogas).
Sin embargo, la dieta es necesaria para restablecer el equilibrio nutricional y tiene una función educativa muy importante. En particular, ayuda al bulímico a reordenar la dieta y adquirir control sobre los alimentos, permitiéndole manejar la dieta sin llevar a purga / compensación.
Antes de continuar, conviene señalar que el tratamiento de la bulimia nerviosa no es sencillo. La mayoría de los casos requieren varios intentos; por otro lado, la percepción de fracaso puede agravar la condición psicológica.
A los bulímicos no les gusta hablar de su trastorno. Por lo general, esta confidencialidad se debe a la vergüenza por el comportamiento de uno y, a veces, por la apariencia de uno.
Cuando la bulimia nerviosa crea un equilibrio entre los atracones y los métodos de purga / compensación, lo que le permite mantener el peso, surge una condición difícil de "desbloquear". Desafortunadamente, al ocultar sus comportamientos, la bulímica retrasa el diagnóstico médico varios meses o incluso años en comparación con la apariencia.
NB. A menudo, el bulímico esconde el objetivo real de la actividad motora compulsiva (pérdida de peso), disfrazándose de deportista competitivo.


Características de la dieta

¡ADVERTENCIA! la bulimia nerviosa NO es una afección que se pueda tratar por sí sola. Se recomienda la consulta de especialistas en centros especializados.
La dieta para la bulimia nerviosa debe presentar algunas características indispensables, que atañen a la alimentación y especialmente al ámbito psíquico-conductual.


La tabla resume algunos de los elementos fundamentales para la dieta del sujeto bulímico.


CARACTERÍSTICAS NUTRICIONALES

CARACTERÍSTICAS EDUCATIVAS

Dieta normocalórica. Nunca se debe alentar a los bulímicos a perder peso, especialmente si tienen un peso normal. La dieta debe cumplir con todos los requisitos de equilibrio nutricional.

Dieta que garantiza NO engordar. Como se anticipó, es necesario reducir el estrés, la ansiedad y el miedo a subir de peso. Es posible reducir las causas psicológicas de los ataques bulímicos asegurando una dieta que le permita mantener el peso.

En el caso de trastornos metabólicos graves y obesidad, puede ser necesaria una dieta ligeramente baja en calorías.. Teniendo en cuenta lo anterior, si el sujeto presenta obvia obesidad con patologías metabólicas, puede ser necesario favorecer la pérdida de peso. La decisión es de interés médico (psiquiatra e internista).

Acostumbrarse a la sensación de hambre. Es típico de los ayunos prolongados que siguen a los atracones. En el bulímico, el impulso compulsivo de comer tiene una raíz mucho más profunda que los estímulos fisiológicos mundanos.
No obstante, no acostumbrar la mente del paciente a percibir los impulsos fisiológicos del hambre puede ayudar enormemente a disminuir los atracones.


Varietà. Alterne alimentos e intente consumir al menos un alimento para cada grupo de alimentos básicos. Este es un aspecto que, a largo plazo, favorece la cobertura de diversas necesidades nutricionales. Además, nos permite disipar las ideas preconcebidas de carácter dietético, a menudo muy arraigadas en los trastornos alimentarios (por ejemplo, “la pasta engorda”).


Evite el uso de alimentos en condiciones de síntomas de ansiedad o depresión..

Al eliminar el hábito de consumir alimentos ricos en calorías cuando el estado de ánimo está comprometido, se pueden evitar los sentimientos de culpa y los consiguientes medios de compensación.
Es interesante notar cómo la ansiedad predispone a un mayor consumo de alimentos salados y crujientes, mientras que la depresión a los dulces y cremosos. Sin embargo, durante los atracones, la bulímica no siempre es completamente consciente de qué y cuánto está comiendo.

Suplementos y medicamentos. Si es necesario, el bulímico debe usar medicamentos o productos de venta libre para cubrir sus necesidades nutricionales. La decisión recae en el médico y el dietista. Para más información: Medicamentos para la bulimia nerviosa


Comer en compañía. La convivencia es un factor preventivo de los trastornos alimentarios. Comer en compañía es una corrección muy difícil de adoptar porque el sujeto siente miedo a perder el control sobre la comida o miedo a no poder practicar el vómito autoinducido.

Actitud no agresiva. La dieta debe proponerse con delicadeza, establecida de común acuerdo y sin imposiciones que puedan desencadenar un inevitable rechazo.

Personalización. La dieta de la bulimia nerviosa debe ser 100% personalizada. Cada caso es único, por lo que no existen pautas muy específicas.


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