Desaprendizaje creativo: el arte de reinventarse a uno mismo

Desaprendizaje creativo: el arte de reinventarse a uno mismo

Desaprendizaje creativo: el arte de reinventarse a uno mismo

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Si queremos recuperar nuestro verdadero potencial, a veces no queda otro remedio que dejar de lado la mayoría de las creencias y enseñanzas que nos han inculcado para ver el mundo desde otra perspectiva. Esta nueva mirada debe ser más amplia, más curiosa y crítica, solo así podremos reinventarnos, solo así podremos finalmente sentirnos libres. El desaprendizaje creativo es una práctica sensacional.



Hablar de creatividad es hablar de capital humano. Pensemos un momento: estamos ante un mercado laboral saturado, en el que todos tenemos habilidades y competencias muy similares. Lo único que necesitarían las grandes empresas es innovación, para encajar en un escenario económico y social cada vez más complejo y exigente.

"No ahogues tu inspiración y tu imaginación, no te conviertas en esclavo de tu modelo".
-Vincent Van Gogh-

No es difícil entender lo que significa hoy en día tener personas altamente creativas y, dada su rareza, no es de extrañar que estén tan demandados. Son perfiles que dan chispa a los ya oxidados engranajes de muchas empresas, donde cualquier cambio, en una fase estancada, es un paso adelante, un logro importante, un punto de ruptura con la inercia de un sistema prácticamente inmóvil.

Además de esto, es imposible negar los beneficios personales de ser más creativo que los demás, más abierto a la complejidad y más ingenioso para dar respuestas cuando se enfrenta a un problema. Esta flexibilidad mental es una forma maravillosa de invertir en el crecimiento personal. .

Desaprendizaje creativo: elijo crecer

Ser idéntico a los demás o ser capaz de sobresalir. Vivir atrapado entre la monotonía y la mediocridad o elegir crecer en todos los sentidos: emocional, personal y profesionalmente. ¿Donde empezar? Como dijo Aristóteles, la felicidad debe ser la meta en la que convergen todas las demás. Por eso es fundamental asimilar y afinar las estrategias psicológicas y emocionales que nos permitirán parecernos un poco más a la persona que nos gustaría ser.



Para ello, necesitamos desarrollar una habilidad que todos tenemos desde que nacemos: la creatividad. Si tales afirmaciones te dejan con dudas y crees que no eres muy original y nada creativo, vale la pena leer el libro de la neuróloga Alice W. Flaherty "La enfermedad de medianoche".

Explica el proceso por el cual nuestras emociones, nuestras vivencias y el sistema educativo al que estamos expuestos nos “contagian” paulatinamente, apagando nuestra chispa, nuestro potencial creativo, nuestra motivación.

Para “curarnos”, para reinventarnos y despertar nuestro potencial adormecido, debemos practicar el desaprendizaje creativo. En primer lugar, sin embargo, tenemos que entender lo que es.

Ver el mundo desde diferentes ángulos

Reinventarse no es fácil, porque, si lo piensas bien, abandonar una parte de ti mismo puede dar miedo. Se trata de dar a luz a un nuevo yo, dejando de lado algunos aspectos de nuestra persona para dejar espacio a otros. ¿Cómo se puede hacer esto? Es cierto que las empresas valoran la creatividad y la innovación, pero también es cierto que en cierto modo la sociedad en la que vivimos quiere que seamos pasivos, prefiere que seamos silenciosos, dóciles y con gustos similares.

Seamos realistas, reinventarnos es un desafío para el que no todos estamos preparados. Por lo tanto, debemos ser capaces de decir basta a la visión del mundo que nos quieren imponer: simplemente debemos "despertar". reconectar con nuestra esencia y sacar a la luz todo su potencial, saliendo a la luz y tomando una posición original pero bien meditada.

Aquí hay algunos consejos para hacer esto.


Los 3 puntos principales del desaprendizaje creativo son:


  • No significa olvidar o "resetear" para eliminar todo lo que nos han dicho, enseñado o transmitido. Significa saber cuestionarse, saber cuestionar y sobre todo nunca aceptar puntos de vista impuestos y verdades absolutas.
  • Significa aprovechar al máximo nuestra inteligencia emocional. Muchos de nuestros hábitos, emociones, creencias y actitudes obstaculizan nuestra creatividad.
  • Otro aspecto que hay que trabajar es la flexibilidad. Muchas de nuestras experiencias de vida pueden hacernos adoptar, casi sin darnos cuenta, una línea de pensamiento extremadamente rígida limitada a lo que convencionalmente se considera correcto o aceptable. Sin embargo, abrirnos a nuevas experiencias, ser flexibles y saber criticarnos y autocriticarnos nos permitirá aumentar nuestro potencial humano.

Es importante recalcar una vez más que todos podemos hacerlo, todos podemos volvernos más creativos, más libres, más sofisticados a la hora de reaccionar ante los problemas de la vida. Ya sea un curso o un libro especializado, por lo tanto, no tienes que pensar dos veces antes de emprender un camino para mejorar esta preciada habilidad.


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