De una dieta restrictiva a hábitos saludables

De una dieta restrictiva a hábitos saludables

¿Son saludables las dietas restrictivas? ¿Hay otras formas de perder peso? Puede que no lo sepas, pero hacer los cambios adecuados en tus hábitos diarios puede ayudar mucho. ¡Saber más!

De una dieta restrictiva a hábitos saludables

Última actualización: 07 de junio de 2020

Vives en el eterno dilema: ¿estar a dieta o no? ¿Sientes que has pasado la mitad de tu vida en este estado y no puedes sentirte bien contigo mismo? Comienza una dieta restrictiva y poco después se siente abrumado por sentimientos negativos, como culpa o frustración.?



Te vamos a dar algunas herramientas para entender qué hay detrás de la cultura dietética y cómo distinguir las famosas dietas milagrosas de algunos hábitos de vida saludables. Decir adiós a las dietas restrictivas y optar por cuidarse es el primer paso para romper este círculo vicioso.

¿Qué hay detrás de la cultura de la dieta?

Desde el punto de vista etimológico, el significado de la palabra "dieta" proviene del griego dayta y se puede definir como “El conjunto de alimentos que una persona ingiere habitualmente”.

Con los años, esta palabra ha ampliado su significado: se ha convertido en un concepto no solo relacionado con la nutrición, sino también con el estilo de vida lo que, en ocasiones, se aleja del de una existencia sana y adquiere un valor negativo para la salud física y mental.

Es fácil ver cómo la palabra "dieta" afecta directamente a nuestro estado emocional. A nivel cultural, su significado se ha construido a partir de una polaridad: “la dieta es prohibitiva, si no lo soy, como lo que se me pasa por la cabeza”.

Esta polaridad, aunque ha sido impuesta por los medios y la cultura dietética, puede afectar negativamente nuestras emociones y nuestra vida. impidiéndonos cambiar o mantener hábitos alimenticios saludables, así como un estilo de vida saludable. ¿Pero por qué?



Cuidarse es más que elegir alimentos saludables

Cuidarse no solo significa elegir alimentos saludables, también implica disciplina, armonía y la capacidad de entender la dimensión física y emocional como dependiente, a nivel general y específicamente de los hábitos alimentarios.

Por ejemplo, cuando una persona tiene sobrepeso y quiere adelgazar, instintivamente lo primero que hace es limitar la ingesta de alimentos, porque cree que las porciones más pequeñas equivalen a alcanzar su objetivo más rápido. Sin embargo, seguir una dieta restrictiva, además de ser perjudicial para la salud, no tiene en cuenta aspectos importantes, propios del individuo, como son las emociones.

Varios estudios recientes han demostrado que en casos de pérdida de peso necesaria, los resultados son mejores cuando se integran elementos psicológicos, como una pauta alimentaria, a la dieta, en comparación con cuando se trabaja solo con una dieta restrictiva.

Así, en los programas combinados se observa una mejora no solo en la autoestima, sino también en la percepción del propio cuerpo y la autoeficacia (Villaalba, 2016); también mejoran los niveles de motivación y aceptación del cambio.

Características de la mentalidad de dieta restrictiva

Para acabar con esta creencia errónea que reduce la pérdida de peso a la simple restricción de alimentos, lo primero que hay que saber es cómo funciona la cultura dietética, pero también conocer el conjunto de pensamientos y emociones negativas que pueden surgir; es decir, lo que son las características de la mentalidad dietética. A continuación, te presentamos los más comunes:

  • Presenta fecha de inicio y finalización.
  • Requiere encogerse, eliminar o prohibir el consumo de ciertos alimentos, que induce estados de ansiedad y sentimientos negativos, como culpa o frustración.
  • Incompatibilidad con eventos sociales. El ser humano es un ser social. Cualquier plan de alimentación que sea incompatible con la vida social actuará como un parche y no podrá durar mucho tiempo.
  • Favorece la pérdida rápida de peso, que no equivale a la grasa corporal, sino a otros aspectos físicos, como la masa muscular.

Además…

  • È eficaz a corto plazo.
  • En muchos casos, la dieta que sigues tiene un efecto boomerang.
  • El peso corporal es el único indicador del progreso realizado.
  • Provoca sentimientos negativos y baja autoeficacia cuando no logras tu objetivo, que generalmente es un cierto peso corporal en un período de tiempo específico.

De una dieta restrictiva a hábitos saludables

Desde hace un tiempo, el concepto de salud ha dejado de estar asociado a la ausencia de enfermedad, y ha adquirido el significado de un estado de bienestar general, tanto físico como psíquico. Siguiendo esta línea, podemos definir un hábito saludable como ese patrón de comportamiento que hacemos nuestro y que, si se repite en el tiempo, producirá un efecto positivo sobre nuestra salud.



Las principales características que definen los hábitos alimentarios saludables son las siguientes:


  • Se guían por objetivos concretos, que ayudan a potenciar los pequeños éxitos alcanzados.
  • implican cambios graduales en la dieta y el estilo de vida.
  • Implican una pérdida de peso gradual, siendo esta última una de las consecuencias, y no el único objetivo.
  • No hay restricciones ni imposiciones alimentarias., pero a través de la adquisición de conocimientos adecuados, poco a poco aumenta el sentido común en la elección de los alimentos.
  • Permiten llegar objetivos rentables para la salud, que se mantienen en el tiempo.
  • Los niveles de bienestar físico y psicológico aumentan.
  • La culpa y la frustración ya no predominan.
  • Son compatibles con la vida social.

Reflexiones finales: de una dieta restrictiva a hábitos saludables

Una vez repasadas las principales diferencias entre las características de la cultura dietética y el cambio de hábitos alimentarios, pueden surgir fácilmente dudas sobre el tiempo y la eficacia inmediata.


Es importante tener en cuenta que cambiar los hábitos lleva tiempo. Antes de que las prisas se apoderen de ti y empieces a seguir de nuevo alguna dieta restrictiva, es bueno detenerse y reflexionar sobre los años invertidos en este ciclo de comienzo-abandono o final-comienzo de nuevo.

¿Es posible cuidarnos enfocándonos solo en lo que vemos, castigándonos con prohibiciones y ciclos interminables de dietas restrictivas, que no pueden durar en el tiempo y que afectan nuestra autoestima?

La respuesta es clara: no, o al menos no de forma saludable. Entonces, ¿qué piensas sobre cambiar la lente? e invertir en algo diferente, como aprender a cuidarnos sin dietas? 

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