Se da por sentado y es simplista decir que trabajas para satisfacer sus propias necesidades económicas. Pero el trabajo, para ser gratificante, debe verse con otros ojos.
A menudo, no nos detenemos a reflexionar sobre los beneficios positivos que el trabajo tiene para cada uno de nosotros. Desde mi punto de vista, quienes quieran tener el enfoque correcto del mundo del trabajo deben ver en él la realización de una parte importante de su persona y encontrar en el trabajo. una gratificación personal, como persona insertada en un contexto productivo y social.
Cada uno de nosotros es un eslabón en la cadena de la vida y debemos hacer una contribución tratando de mantener un buen equilibrio interior y un buena relación con los demás. Para sentirse bien, una persona debe sentirse satisfecha con su trabajo y ver sus habilidades reconocidas y apreciadas en el contexto en el que opera.
La autoestima de cada uno de nosotros está vinculada a diferentes áreas:
- la esfera afectiva
- la esfera del trabajo
- la esfera social
Estos se entrelazan para formar la imagen que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Incluso aquellos que por diversas circunstancias no "necesitan" trabajar para ganarse la vida, quieren ser parte activa e integral de la sociedad y promover actividades que sean útiles para ellos mismos y para quienes los rodean.
Por el contrario, aquellos que se sienten obligados a trabajar solo por necesidad o hacer algo que sea gratificación personal de alguna manera, terminan sintiéndose frustrados y haciendo estéril su trabajo. Otra parte importante de la vida laboral es la socialización que ocurre cuando se establece un régimen de intercambio entre personas: dar y recibir información para el enriquecimiento mutuo. No solo es importante seguir buscando nuevos conocimientos para mejorar, sino que es igualmente importante transmitir a los demás lo aprendido para crear valor añadido.
La implicación en la circulación de ideas dentro del grupo de trabajo es el principal testimonio de un buen funcionamiento de la misma.
