¿Correr es malo para la espalda? | ¡Aquí está la verdad!

Por el escritor de healthiergang , entrenadora personal y licenciada en Ciencias del Ejercicio y el Deporte.

¿Correr es malo para la espalda?

La raza (o running, si eres purista) ha sido desde hace algunos años una de las disciplinas más practicadas en el mundo, lo practica cualquier persona, sin importar sexo, edad, profesión o posición social; simplemente vaya a cualquier parque de la ciudad en cualquier momento para ver multitudes de corredores entrenándose en ritmo, distancia, técnica o incluso simplemente para sacudirse las secuelas de un día intenso.



Correr es, en este momento, el deporte con mayor número de practicantes en el mundo, que además crecen año tras año, siguiendo una tendencia que no parece querer frenar.

Viene la carrera recomendado para adelgazar, para combatir el estrés, para fortalecer la musculatura realizando una actividad tan eficaz como sencilla y económica; y se puede bajar de las más variadas formas: en la pista, en la carretera, tierra y tierra con obstáculos.

Realmente hay algo para todos, pero ¿estamos seguros de que es realmente tan efectivo, sin riesgos y asequible para todos?

¿Correr es malo para la espalda? | ¡Aquí está la verdad!

Cualquiera que esté familiarizado con el deporte sabe bien que no hay disciplinas sin riesgos, sobre todo si se practica con fines competitivos, pero también es cierto que no hay deportes que sean malos, solo deportes que se hacen mal.

En el caso de correr, la lista de molestias o lesiones en las que se puede incurrir es bastante larga e incluye varias causas: van desde problemas de cadera, rodilla, tobillo, inflamación de la banda iliotibial, hasta dolor en la ingle y problemas de rótula y tendón de Aquiles.


Y las causas pueden ser tantas: sobrepeso, problemas posturales no diagnosticados o desatendidos, calzado inadecuado, soporte anormal de la planta del pie, técnica deficiente o inexistente.


Pero de todos los problemas que hemos visto, el que cada año obliga a más corredores a abandonar la carrera es el dolor de espalda, que puede manifestarse como un simple endurecimiento de la zona de la espalda, como malestar y dolor intenso y generalizado en la zona lumbar, o como dolor intenso que se irradia desde la espalda hasta el nervio ciático.

Pero, ¿cuál es la relación entre correr y dolor de espalda?

Entonces, ¿ejecutar una actividad dañina para la columna vertebral?

La respuesta es bastante compleja, pero intentaremos resumirla tanto como sea posible.

1. La técnica 

Correr no es una actividad natural para los humanos, nuestra fisiología y anatomía han evolucionado en diferentes direcciones, y esto es lo primero que debemos decir; corremos porque queremos, y para ello implementamos toda una serie de ajustes motores que nos permiten hacerlo, pero hay una técnica, y hay que aprenderla.

Las personas a menudo comienzan a correr para ponerse en forma después de un período de inactividad., y tú eliges porque puedes practicar al aire libre y es económico, pero aquí tenemos que abrir un paréntesis muy importante; cuando sales a correr, tu cuerpo está sometido a un estrés intenso y repetido a lo largo del tiempo, corriendo de hecho una media de 160 a 190 pasos por minuto, si multiplicamos este número por los minutos que se tarda en recorrer un km, y luego más adelante para los km que hacemos en cada sesión, tendrás un concepto claro.


Si nuestro gesto técnico, ese es el paso, presenta algunos problemas técnicos, ese problema lo repetiremos miles de veces con cada entrenamiento, con consecuencias muy graves para las articulaciones, pero sobre todo para la columna.

2. El gimnasio es importante

Espero convertirme en corredor sin ir al gimnasio. Es otro gran error, de hecho ya es bien sabido que todos los mejores corredores del mundo alternan con sesiones de entrenamiento de carrera en la sala de pesas para fortalecer el core, la espalda y los brazos, porque si es cierto que corres con Tus piernas Es igualmente cierto que el ritmo y la postura provienen de la parte superior del cuerpo.


¿Correr es malo para la espalda? | ¡Aquí está la verdad!

Entonces, si te encanta correr pero tienes dolor de espalda (o vino después de que comenzaste a correr), intenta unirte al gimnasio y dedicar un par de sesiones a la semana a la sala de equipos, quizás concentrándote en el trabajo de estabilidad del core y en la espalda, verás que el dolor de espalda pasará, y quizás también mejorarás tu técnica y tiempos de carrera.


3. Calzado y reposapiés

Otro elemento que no debe subestimarse cuando se habla de la relación entre el dolor de espalda y correr es el apoyo del pie y la elección del calzado.

A estas alturas todas las principales firmas de calzado deportivo tienen en su colección diferentes modelos en función del peso, la sujeción y la técnica de carrera, y la elección de la zapatilla es fundamental para un corredor.

Podemos ser sobrepronadores o hipersupinadores, ser ligeros pero lentos, o pesados ​​pero rápidos, sean cuales sean nuestras características, ahí está el zapato adecuado; tómate el tiempo de encontrarlo, pruébalo y compáralo con otro, porque se convertirá en tu compañero en los próximos meses.

Y el color no importa.

En conclusión

Resumiendo lo anterior, correr no es perjudicial para la espalda per se, pero puede empeorar una situación preexistente o crear una, si se practica de manera incorrecta o superficial.


Así que no tenga miedo de quitarse los zapatos e ir a disfrutar de un buen entrenamiento al aire libre, pero tal vez también busque un gimnasio cercano para cuidar aquellos músculos que no participan activamente en la carrera, pero que si se descuidan pueden convertirse en un problema.

Si, por el contrario, eres un agonista con un alto kilometraje semanal, fortalece tu core y espalda para que tu postura y ritmo sean lo más efectivos posible, evitando así molestias y mejorando tus tiempos.

Hasta la próxima!

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