Conoce tu fuerza, cuando ser fuerte es la única solución

Conoce tu fuerza, cuando ser fuerte es la única solución

Conoce tu fuerza, cuando ser fuerte es la única solución

Última actualización: 03 de diciembre de 2015

Querida vida,

cuando digo que nada puede empeorar, es solo una pregunta, no un desafío. Tienes una gran habilidad para complicarme la existencia, debo admitirlo. 

De todos modos, gracias, tu firmeza me ha enseñado a no rendirme. Gracias a ti, pude probarme a mí mismo lo fuerte que soy. Nunca aprendí tanto como lo hice durante situaciones adversas. Cuanto más sufría, más miedo tenía, cuanto más débil pensaba que era, más fuerte me volvía.



Parece que hay momentos en que todo se voltea y se vuelve en tu contra. Esto te destruye y escuchas gritos de dolor muy adentro. Después de eso, es difícil recuperarse cuando el mundo lo ha derribado, cuando se siente solo o cuando cree que nada puede empeorar.

La historia de las dos ranas, un ejemplo de resistencia  

Un día dos ranas cayeron en un cuenco lleno de crema y sintieron que se hundían. Era difícil nadar o flotar en esa masa espesa como arenas movedizas.

Al principio, las dos ranas rebuscaron en la crema para llegar al borde del tazón, pero simplemente se movieron en el mismo lugar y se hundieron. Cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar. Uno de ellos dijo en voz alta:

-No puedo soportarlo más. Es imposible salir y, como voy a morir, no tiene sentido prolongar este dolor. No tiene sentido morir exhausto por un esfuerzo inútil.  

Dicho esto, dejó de correr y se ahogó rápidamente, literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana, más resistente, o quizás más testaruda, se dijo:



–Es muy difícil avanzar en esta crema, pero Seguiré intentándolo, a ver si encuentro la salida.. No me rendiré, lucharé hasta el último aliento, mientras sea necesario y mientras pueda soportarlo.

Y siguió correteando y retorciéndose siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. Horas y horas. Y, de repente, después de tanto retozar y retozar... la nata se convirtió en mantequilla.

La rana sorprendida saltó y se deslizó hasta el borde del cuenco; desde allí, felizmente regresó a casa. 

No rendirse nunca. Siempre hay una oportunidad de salir a la superficie incluso cuando pensamos que es imposible y no tomamos en consideración esta opción. Las situaciones adversas, de hecho, nos sorprenden por su capacidad de hacernos ver las cosas con otra perspectiva.

No te rindas, aunque el frío queme...

No te rindas, aún estás a tiempo de empezar de nuevo, de enterrar tus miedos, de liberar tu sentido común, de volver a despegar. No te rindas porque así es la vida. Continúa el viaje, persigue tus sueños, derrite el tiempo, retira los escombros y descubre el cielo.

No te rindas por favor, no te rindas. Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y el viento calle, aún hay fuego en tu alma. Todavía hay vida en tus sueños.


Porque la vida es tuya y tus ganas también. Porque tú lo quisiste y porque te amo. Porque hay vino y amor, porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abre las puertas, quita los cerrojos, abandona los muros que te protegían, vive la vida y acepta el desafío,
recupera la sonrisa, prueba una canción, baja la guardia y estira las manos, abre las alas y vuelve a intentarlo.
Celebra la vida y recupera los cielos.


No te rindas, por favor no te rindas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y el viento calle. Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.


Porque cada día es un nuevo comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque te amo.

Mario Benedetti

Sé fuerte. No importa la situación por la que estés pasando. Todo pasa, nada es para siempre, todo evoluciona. No está de más que dure cien años, tu vida mejorará. No te deprimas, porque tú haces de tus días lo que quieres que sean.

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