¿Cómo saber cuándo ha llegado el momento de cambiar de rumbo?

¿Cómo saber cuándo ha llegado el momento de cambiar de rumbo?Siempre debemos avanzar. Nunca retrocedas, ni siquiera para ganar impulso, tienes que hacer un esfuerzo. Rendirse es un fracaso. Si la vida no se detiene, tú tampoco deberías. Debes aspirar siempre a algo más. Estas y otras creencias son parte de nuestra cultura. Las escuchamos en nuestra niñez, nos las repitieron en la adolescencia, y cuando finalmente podemos tomar las riendas de nuestra vida, se convierten en nuestra brújula. la clave del éxito es la perseveranciapero también es la clave del fracaso. Y en la mayoría de los casos, la línea entre la terquedad y la consistencia es muy delgada. Cuando nos ha golpeado durante años la idea de que debemos permanecer firmes en nuestro propósito y cuando estamos demasiado involucrados emocionalmente, es difícil determinar cuándo es el momento de irnos, detenernos y cambiar de rumbo. El punto es que incluso una retirada estratégica a veces puede ser una victoria.

Tres fenómenos psicológicos que nos impiden abandonar un barco que se hunde

1. Refuerzo intermitente. El refuerzo intermitente produce una fuerte dependencia. Básicamente, es una alternancia de situaciones positivas y negativas, éxitos y fracasos, desesperación y esperanza. Esta situación es muy común en las relaciones, especialmente cuando una persona se comporta de manera violenta, pero luego intenta disculparse con un regalo o una cena romántica. De esta forma, la víctima recibe un refuerzo positivo intermitente que le impide terminar la relación porque, en realidad, no es del todo negativo. Por lo tanto, esa persona seguirá involucrada en una relación que lo lastima, o continuará persiguiendo una meta aunque no haya señales de progreso.
2. Los costos varados. Este es un error con el que los economistas y empresarios están muy familiarizados, aunque en realidad ocurre en todos los aspectos de nuestras vidas, no solo en los negocios. Los costos hundidos se refieren a nuestra tendencia a seguir invirtiendo tiempo y esfuerzo, simplemente porque no queremos tirar por la borda el tiempo y el esfuerzo que hemos invertido hasta ahora. Dicho de esta forma puede parecer una contradicción, es como si siguiéramos poniendo grano en un saco que sabemos que tiene un agujero, es el caso típico de una pareja que quiere salvar su matrimonio solo porque han sido casados ​​durante veinte años, no porque tengan un interés común o una buena razón para seguir adelante juntos. Una vez que hemos invertido nuestros recursos en un proyecto, una vez que hemos establecido un vínculo emocional, nos cuesta salir porque es como reconocer que hemos fracasado.
3. El miedo a la incertidumbre. Si hay algo que la mayoría de la gente encuentra difícil de manejar es la incertidumbre. Sin saber qué pasará, sin poder prever las consecuencias que genera una fuerte ansiedad, miedo y frustración. Dado que es muy difícil para nosotros lidiar con estos sentimientos, a menudo preferimos "el mal conocido al bien conocido" y pensamos que "es mejor un huevo hoy que una gallina mañana". El miedo a la incertidumbre nos paraliza y por tanto nos mantiene atados a proyectos o relaciones que ya no funcionan, que no tienen perspectivas de futuro y nos hacen infelices. Y abandonar algo que sabemos puede suponer un gran acto de confianza, un salto a un futuro desconocido para nosotros, junto con las consecuencias emocionales que esto conlleva.

Especiación: cuando el cambio es una cuestión de vida o muerte

Los períodos de especiación cultural tienen lugar de forma cíclica, concepto que proviene de la biología y significa que se está produciendo un cambio en la especie. En la práctica, hay una especie madre de la que nace una nueva especie. Sin embargo, esto no solo ocurre entre plantas y animales, sino también a nivel cultural, sino que en este caso el período de cambio suele ser mucho más corto, no lleva siglos. En el proceso de especiación cultural, hay un cierto número de personas que se alejan de la especie madre en busca de algo nuevo. ¿Qué se entiende por especie madre? Nada más que nuestro círculo de conocidos, los medios de comunicación, el estado y, en general, todo el sistema preestablecido en el que nacimos y crecimos, sin embargo, en algún momento de nuestro recorrido, el mundo puede convertirse en un espacio demasiado estrecho. , nos aprieta de la misma manera que los zapatos cuando éramos pequeños. En ese momento entendimos que la solución era cambiarnos de zapatos, sabíamos que no podíamos reducir los pies y, tomar analgésicos para aliviar el dolor era inútil porque solo sería una solución temporal. Simplemente nos cambiamos los zapatos, sin embargo, cuando se trata de nuestra vida, muchas veces optamos por las soluciones más dispares, porque la forma más sencilla nos asusta. Alejarse de la especie madre implica emprender un nuevo camino en el que no sabemos con qué nos encontraremos. Es por esto que muchas personas deciden ceñirse a las tradiciones, seguir viejos hábitos y permanecer en su zona de confort, donde creen estar "a salvo". Hay otros que, aun sin saber lo que encontrarán, entienden que seguir el camino del las especies madres no las satisfarán pero las harán consumir cada vez más energía y, finalmente, terminarán exhaustas y frustradas. Entonces, deciden cambiar de rumbo, abandonando lo que habían construido, deshaciéndose de las certezas comprando un boleto hacia lo desconocido.

Las señales inconfundibles de que es hora de cambiar

- Insatisfacción. Si lo que estás haciendo ya no te satisface como antes, si ya no sientes el mismo placer y la motivación ha disminuido o ha desaparecido casi por completo, quizás sea el momento de repensar tus metas. Es normal necesitar nuevos estímulos, por lo que no hay nada de malo en cambiar tus objetivos.
- Agotamiento. Esforzarse es positivo y cosechar las recompensas después de trabajar duro es muy reconfortante, pero todo en la vida debe sopesarse en perspectiva. ¿Realmente vale la pena el esfuerzo? Si la respuesta es no, quizás debería buscar en otra parte. No trates de seguir el camino fácil, sino el camino que realmente te motiva y te brinda más satisfacción emocional.
- Pérdida de sentido. Si un día te despiertas, miras a tu alrededor y te preguntas qué estás haciendo ahí, es porque ese sueño ya no es tuyo, ha perdido su significado. Es perfectamente comprensible, porque a medida que pasa el tiempo, cambiamos. Lo que es incomprensible es que continúe persiguiendo una meta que no tiene ningún significado para usted.
- Emociones negativas. De vez en cuando es recomendable hacer un balance de las emociones que se experimentan. Si en algún momento de tu vida tu trabajo o relación empieza a generar más emociones negativas que positivas, si te crea más problemas de los que resuelve es porque ha llegado el momento del cambio, date prisa en tomar una decisión. Da un paso atrás, intentando adoptar una posición objetiva y evalúa dónde te encuentras, hasta dónde te falta llegar y, sobre todo, si merece la pena seguir por este camino. Quizás descubra que es mejor cambiar de rumbo.
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