¿Cómo pasar del área de interés al área de influencia?

 ¿Cómo pasar del área de interés al área de influencia?

Es difícil hacerlo todo cuando tenemos tanto que hacer. Es normal preocuparse. Nos preocupamos mucho y por muchas cosas. Y por alguna extraña razón, creemos que preocuparnos es justo lo que necesitamos. ¡¿Cómo no preocuparnos por todos los problemas que enfrentamos ?!

Creemos que preocuparse es útil porque nos ayuda a resolver problemas. Pero la preocupación es como una mecedora: nos da algo que hacer, pero no nos lleva a ninguna parte.



¿Cómo afecta la preocupación al cerebro?

La preocupación es un estado de sobrecarga cognitiva, que afecta particularmente a nuestro sistema límbico. El sistema límbico es una red de estructuras que influyen en nuestras respuestas autónomas como la presión arterial, la respiración y la frecuencia cardíaca, aunque su función principal es la regulación emocional.

Las preocupaciones afectan el funcionamiento del sistema límbico, provocando un estado de activación que nos impide funcionar con normalidad. Actúan de manera similar a cuando ocurre una abducción emocional, por lo que dejamos de pensar racionalmente.

Las preocupaciones pueden hacer que caigamos en un ciclo de negatividad, en el que una preocupación genera la siguiente, arrastrándonos a un agujero cada vez más profundo del que será cada vez más difícil salir.

Esto no significa que podamos eliminar las preocupaciones, pero debemos asegurarnos de que su impacto sea limitado. Tenemos que preocuparnos inteligentemente.

Área de preocupación vs. Area de influencia

Solemos dedicar mucho tiempo y esfuerzo a revivir los traumas psicológicos y las experiencias conflictivas del pasado, cosas que ya no podemos cambiar, pero cuyo aura de preocupación se extiende hasta nuestro presente. También pasamos mucho tiempo y energía fantaseando con el futuro incierto y potencialmente catastrófico.



Un pensamiento equilibrado sería lo que nos permite disfrutar de las cosas buenas que nos pueden pasar y preocuparnos por las negativas. Sin embargo, solemos mirar el mundo a través de lentes grises y solo nos preocupamos por las peores posibilidades. Nos limitamos al área de interés.

El área de preocupación es un espacio brumoso donde nos dedicamos a alimentar las peores posibilidades, agregando más leña al fuego del miedo y la ansiedad. Cuando entramos en esa zona, simplemente reaccionamos, imaginando los peores escenarios posibles.

Si pasas mucho tiempo en el área de las preocupaciones, estarás desperdiciando tu energía, llenándote de pensamientos negativos que no solo afectarán tu estado de ánimo, sino que también se convertirán en una profecía autocumplida.

El área de influencia, por otro lado, es donde tenemos el poder de actuar, todo está en nuestro poder para cambiar las circunstancias que no nos gustan. En esta área somos proactivos.

¿Cómo pasar del área de interés al área de influencia?

En esta representación gráfica podemos ver que a medida que crece el área de preocupación, el área de influencia disminuye a medida que nos volvemos reactivos e incapaces de actuar. Por el contrario, en la medida en que somos proactivos y tomamos medidas, el área de preocupación disminuye. La clave es aprender a pasar del área de interés al área de influencia, el área sobre la que realmente tenemos poder.

Técnica del área de preocupación pospuesta

  1. Establecer un área de preocupación diferida

Esta técnica consiste en elegir un momento del día en el que dar rienda suelta a tus preocupaciones. También es importante limitar el tiempo que dedicará a esas preocupaciones, para que no corra el riesgo de que tomen el control y se instalen en su mente. Esta será su área de preocupación diferida.


  1. Envíe inquietudes a esa área

Siempre que una preocupación lo asalte durante el día, detenga ese pensamiento y envíelo de regreso al área de preocupación diferida. El objetivo no es olvidar la preocupación, sino volver a ella en el momento adecuado. Todo tiene un momento y un lugar, y las preocupaciones no son bienvenidas cuando te diviertes o trabajas.


Cuando una preocupación lo asalte, anótelo y clasifíquelo del 1 al 5, dependiendo de qué tan emocionalmente alterado esté o cuánto podría afectarlo. El objetivo de transcribirlo es también reducir su impacto emocional e ir más allá de la preocupación para analizar su posible impacto real.


Una vez que se registre la inquietud, simplemente continúe con lo que estaba haciendo. Al principio será complicado, pero a medida que practiques, te resultará cada vez más fácil controlar esos pensamientos.

  1. Entre en su área de interés diferida

Ahora es el momento de preocuparse. Revise sus notas y vea cuán preocupado se siente. Vuelva a la evaluación que le dio a cada inquietud en el momento en que surgió. Es posible que muchos de estos ya no le parezcan tan importantes.

Elija las preocupaciones más importantes y reflexione sobre ellas. Pregúntese cuáles son las posibilidades de que lo que le molesta pueda suceder y qué impacto tendría en su vida. Recuerde que las preocupaciones a menudo son solo una imagen mental de los peores escenarios posibles.

Por lo tanto, intente establecer un plan para eliminar esta preocupación. ¿Qué puede hacer para reducir la incertidumbre? ¿Qué grado de control objetivo tiene sobre las circunstancias que le preocupan? ¿Cuál es su margen de maniobra objetivo? ¿Qué plan de acción puede implementar para minimizar los riesgos?


Debe pasar del área de interés al área de influencia, donde tiene más control y puede adoptar una actitud proactiva.

Con esta técnica conseguirás tres objetivos:

- Reducir la cantidad de preocupaciones y el tiempo que dedica a ellas.

- Reducir la intensidad de las preocupaciones y su impacto emocional.

- Cree un hábito saludable de gestionar las preocupaciones.

  • 68
Añade un comentario de ¿Cómo pasar del área de interés al área de influencia?
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.