Chi, la fuerza vital para los orientales

Chi, la fuerza vital para los orientales

El chi se define como una fuerza vital que fluye constantemente por el cuerpo y que, si se ve obstaculizada o alterada, puede provocar enfermedades. Para los orientales, sólo si el cuerpo se mantiene saludable, la mente puede evolucionar.

Chi, la fuerza vital para los orientales

Última actualización: 12 de mayo de 2020

A muchos se les habrá ocurrido ver un espectáculo en el que un artista marcial golpea un ladrillo con la mano, partiéndolo en dos sin hacerse daño y esto parece estar fuera de toda lógica. La respuesta que dan los orientales a este fenómeno es el Chi (o Qi), un concepto taoísta milenario.



Chi es utilizado no solo por los artistas marciales, sino también por los médicos tradicionales chinos. Se define como un "flujo de energía vital". Una fuerza vital que se puede concentrar, liberar y dejar fluir como desees. En cierto modo es lo que llamamos energía en Occidente.

Según los orientales, el Chi, o soplo vital, lo rige todo.. El objetivo de varias prácticas orientales como, por ejemplo, Tai-Chi, acupuntura o reiki es facilitar el flujo de Chi o concentrarlo para un propósito específico.

“Quien permanece en su centro, dura para siempre”.

-Lao Tse-

The Who y sus principios

Se cree que Chi comenzó a hablarse en Oriente hace unos 4000 años. Desde entonces, se piensa que esta fuerza vital circula en nuestro cuerpo a través de una serie de "ríos". En la medicina china estos ríos se denominan meridianos.

Durante mucho tiempo se ha creído que la forma de hacer fluir el Chi es a través de la respiración y la meditación. Se piensa que respirando correctamente una persona puede sincronizarse con el ritmo del cosmos. Además, a través de la meditación uno puede despertar esta fuerza vital de la quietud y el estancamiento y dejar que fluya a través del cuerpo y la mente.



Con el tiempo, los orientales se dieron cuenta de que había algo más que, además de la respiración y la meditación, podía ayudar al flujo de esta fuerza vital. Identificaron el movimiento como el medio para equilibrar y armonizar el Chi.

Pero eso no va con ningún movimiento, de hecho los hay específicos, que se han agrupado en lo que hoy conocemos como Taijiquan o Chi-Kung.

Los tipos de Chi

Para los orientales, la energía vital reside en distintas partes del cuerpo, incluidos los más remotos. Además, también está presente en el exterior del cuerpo. Definitivamente se concentra en los riñones y es desde allí que hace posible la vida y la salud. Existen diferentes tipos de energía vital, las principales son:

  • Zongqi. Proviene de la respiración y se considera el combustible que el cuerpo necesita para funcionar. El oxígeno es su motor y afecta el funcionamiento de los músculos, varios órganos, la audición y la voz.
  • Qi del gusto. Esta energía proviene de la tierra y de todos los procesos que se llevan a cabo para absorber los nutrientes. Este Chi está estrechamente relacionado con la sangre. El sabor de cada alimento define qué órgano se beneficiará de su ingesta: picante/pulmones, ácido/hígado, dulce/bazo, amargo/corazón, salado/riñon.
  • Wei Chi. Se dice que proviene del Chi de los alimentos, que protege contra infecciones y lubrica la piel y el cabello (aunque no hay evidencia de eso).

La función energética del Qi

Para los orientales, la salud de la mente es inseparable de la del cuerpo. Un desequilibrio de uno de los dos afecta al otro.


Chi fluye para mantener a una persona viva y saludable, para restablecer el equilibrio y para prevenir el debilitamiento o deterioro del cuerpo y la mente.



El primer signo de que el Chi no fluye correctamente es la producción excesiva de líquidos: hiperhidrosis u orina. Desde este punto de vista, se cree que la enfermedad es un signo de un flujo incorrecto de esta fuerza vital.

Es posible reequilibrarlo a través de la meditación, la respiración, la presión de ciertas partes del cuerpo (a través de la acupuntura o el masaje) y la práctica del Tai-Chi.

El flujo de energía vital también depende de la dimensión espiritual de cada uno de nosotros. Desde un punto de vista emocional, ante todo hay que intentar entrar en un estado de calma. Calmar la mente es una forma de restablecer el equilibrio energético. Si el cuerpo ha de estar sano, no debe ser un obstáculo para la mente. De esta manera, la mente puede estar libre para evolucionar.


Algunas prácticas te permiten enfocar el Chi en un área específica del cuerpo. Por ejemplo, en las artes marciales tratamos de centrarnos principalmente en las manos, los brazos y las piernas. Esta imagen, según los orientales, permite que una persona aparentemente débil rompa un ladrillo o salte muy alto desafiando la gravedad.

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