Cambiar de trabajo: entender si es el momento

Cambiar de trabajo: entender si es el momento

Cambiar de trabajo: entender si es el momento

Última actualización: 19 septiembre, 2019

El mundo laboral se ha vuelto muy incierto. La tasa de desempleo es tan alta que, a veces, incluso un trabajo deficiente se considera una panacea para alguien que ha estado sin trabajo durante mucho tiempo.. Sin embargo, no es raro encontrarse con personas que sufren esta situación, pero nunca se deciden a cambiar de trabajo.

Hay que tener mucho cuidado en estos casos, porque realizar un trabajo que no te gusta puede tener graves consecuencias. La mente, por supuesto, se ve afectada y lo mismo ocurre con el cuerpo. Estar atrapado en una vida cotidiana que en realidad se niega es una buena razón para enfermarse, literalmente.



"El trabajo no sirve de nada si no nos enseña algo".

Jose Hernández

En general, lo que te impide cambiar de trabajo es el miedo. Es tan fuerte que preferimos desperdiciar nuestra vida y nuestros mejores años haciendo algo que no nos gusta hacer. El miedo es casi siempre infundado, se trata más bien de una falta de confianza en las propias capacidades y de una visión bastante paranoica de la realidad.. Claro, encontrar un nuevo trabajo no es fácil, pero tampoco es imposible.

Tal vez necesites pasar por un período de incertidumbre al decidir cambiar de trabajo o tal vez necesites ajustarte a un salario más bajo. Sin embargo, estos problemas son más fáciles de soportar que un trabajo que no te gusta. Para saber si ha llegado el momento de cambiar de trabajo, presta atención a las siguientes señales.

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Señales que nos avisan que es hora de cambiar de trabajo

1. No cobrar

Suena extraño, pero muchos trabajan y no reciben salario. En ocasiones el impago se justifica con presuntas prácticas formativas o periodos de prueba. Los empleadores cobran por la capacitación y luego piden trabajar gratis hasta que se alcanza un cierto nivel de competencia.



Otras veces no se paga el salario completo por motivos económicos. En este caso, el empleador toma tiempo para volver a entrar en el presupuesto. Pasan los días, las semanas, los meses, pero no se ve el dinero. No esperes a cambiar de trabajo si te encuentras en esta situación.

2. Amenaza continua de despido

Muchas empresas deciden contratar y despedir a sus empleados todo el tiempo. O tienen ánimo de lucro o tienen un tipo de contrato que prevé el despido en cualquier momento.

Tal mecanismo no hace más que crear incomodidad. La ansiedad se convierte en una constante. Nadie quiere perder su trabajo, por lo que todos se vuelven extremadamente manipulables y falsamente eficientes. El ambiente de trabajo está lleno de tensión e ira reprimida, así como de miedo.. No vale la pena trabajar de esta manera. Mejor cambiar de trabajo.

3. Sentir que ya no puedes más

Cualquier trabajo implica esfuerzo y esfuerzo, y de vez en cuando hay que lidiar con tareas desagradables.. Sin embargo, lo que importa es el interés por el trabajo que se realiza y las ganas de completarlo lo mejor posible. Si no tiene interés en su trabajo, tal vez necesite cambiarlo.

Al principio aparece apatía y apatía. Entonces pueden surgir la ansiedad, la fatiga, la depresión y la enfermedad física. No tiene sentido expandir círculos que ya se han completado. Por drástico que parezca, es hora de cambiar de aires.


4. El trabajo no se valora y no permite el crecimiento

Una de las razones que alimentan la motivación en el trabajo es la retroalimentación que recibimos de los empleadores, de los colegas, etc., es decir, el reconocimiento de nuestro compromiso, nuestros éxitos o nuestras capacidades.



Si tienes la sensación de que tu trabajo no es apreciado, a pesar de tus esfuerzos, quizás sea bueno cambiar de aires. Si no valoran lo que haces, difícilmente podrás crecer como profesional. Y si no progresas, tarde o temprano tu trabajo te parecerá una carga y no una herramienta para mejorar..

5. Renuncia mentalmente a tu trabajo

A veces llega a un punto en el que te distancias mentalmente de todo lo relacionado con el trabajo. Hay un deseo de pasar el menor tiempo posible en el trabajo, uno está continuamente distraído y haciendo planes que no tienen nada que ver con el trabajo..

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Si ya has renunciado mentalmente a tu trabajo, no significa nada para ti, no tiene un lugar real en tu vida. Continúas por costumbre, miedo o necesidad, pero tu mente y tu corazón se han ido hace mucho tiempo.. Mejor tomar nota de la realidad de los hechos.


Por difícil que parezca, siempre es mejor cambiar de trabajo a tiempo que tener que cargar con todas las consecuencias de ejercer una profesión que ahora resulta incómoda. Pasamos buena parte de nuestra vida trabajando, por lo que lo mínimo que podemos esperar es que nuestro trabajo contribuya a nuestro crecimiento personal y no a nuestra decadencia.

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