Bugchasing, exposición intencional a enfermedades de transmisión sexual

Bugchasing, exposición intencional a enfermedades de transmisión sexual

Mientras que algunos ven a bugchasing como una forma de autolesión, otros lo consideran una práctica asertiva para tomar el control de algo que sucederá tarde o temprano.

Bugchasing, exposición intencional a enfermedades de transmisión sexual

Última actualización: 24 de abril de 2022

El mundo es hermoso porque es variado, y aunque parezca increíble, también hay quienes voluntariamente intentan hacerse daño. Bugchasing es una práctica seguida por aquellos que conscientemente se exponen al peligro de ciertas enfermedades. 



Los adeptos al bugchasing son cada vez mayores, y quienes lo practican intentan contraer intencionadamente determinadas enfermedades de transmisión sexual.

En este artículo profundizamos en esta práctica, las razones por las que se considera un movimiento y qué motivaciones empujan a la gente a seguirlo.

Bugchasing, ¿qué es?

Bugchasing es un movimiento, o subcultura, que se desarrolló en los Estados Unidos a fines de la década de 90. El nombre en inglés se puede traducir como “caza de microbios”, en este caso entendido como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El cazador, o bugchaser, es la persona interesada en contraer el virus.

Los donantes se llaman obsequiadores, que son personas que ya están enfermas y ayudan a propagar el virus. La práctica se lleva a cabo en contra de un acuerdo mutuo entre el donante y quienes quieren ser infectados.

Este es precisamente el aspecto más controvertido del fenómeno: ambas partes saben de antemano que transmitirán o contraerán el VIH, un virus que presenta enormes riesgos para la salud.

Como podemos ver, cazar errores es tan peligroso como voluntario. Todavía no está claro si las personas que lo implementan lo hacen bajo manipulación. Sin embargo, lo cierto es que representa una llamada de atención para numerosas organizaciones sanitarias.

¿Qué impulsa a las personas a unirse a este movimiento?

Las razones pueden ser diferentes y en gran medida vinculadas al contexto individual de la persona individual. De cualquier manera, la mayoría de los seguidores podrían ser empujados por:


  • Miedo: quienes quieren contraer el VIH uniéndose al movimiento dicen que tarde o temprano la contracción del virus es inevitable; por ello prefiere hacerse con el control de él y elegir cuándo contratarlo.
  • Vea el VIH como un virus médicamente controlable. Varias investigaciones muestran que la práctica ayuda a reducir la severidad de la percepción de cómo sería vivir con el virus. Esto es lo que sugieren Gabriela H. Breitfeller y Amar Kanekar en su estudio de investigación.
  • erotismo. Quienes buscan el contagio perciben como erótico el riesgo de infectarse. Además, cree que el sexo seguro reduce la posibilidad de tener experiencias sexuales improvisadas. Quienes transmiten el virus, en cambio, encuentran erótica la idea de contagiar a otro.
  • Solitudine. Muchos hombres seronegativos sienten que están excluidos como amantes, al igual que muchos hombres seropositivos sienten el peso de la soledad de su virus. Estas razones llevan a ambas partes a la práctica de bugchasing.
  • Cultura homófoba. Podría ser una respuesta a una cultura homofóbica que desaprueba a los homosexuales, especialmente a los positivos, llegando incluso a marginarlos.

Las segundas teorías también existen aquí. este comportamiento está íntimamente ligado a la personalidad del sujeto. Además, en algunos casos la práctica también se ha asociado a actividades como la escatofilia, la urofilia, el exhibicionismo o los trastornos de adicción.

¿Por qué bugchasing es un movimiento?

Hablamos de movimiento en tanto se refiere a un grupo de personas movidas por intereses e ideales comunes. Estos no son individuos interesados ​​en contraer o infectar el virus. Estamos ante un grupo que frena las relaciones sexuales con el fin de contraer el VIH apoyando la práctica.


Quienes practican bugchasing reivindican su libertad de elección para participar en actividades sexuales sin protección, y son reacios a considerar este comportamiento producto de la perversión sexual. Señalamos que se están realizando diversas investigaciones destinadas tanto a profundizar en esta conducta como a poner en marcha estrategias de prevención.

Actualmente el fenómeno bugchasing está muy extendido en todo el mundo y se encuentra en constante expansión. Las personas interesadas en unirse a la práctica a menudo se ponen en contacto incluso a través de las redes sociales.

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