Buena Gente: La grandeza está en el corazón

Buena Gente: La grandeza está en el corazón

Buena Gente: La grandeza está en el corazón

Última actualización: 29 agosto 2020

Hay buena gente que ponen su corazón en todo lo que hacen. Los reconoces por el brillo de sus ojos, por el color de su sonrisa y el amor que ponen en cada gesto. Son esas personas que siempre están dispuestas a calentarte incluso antes de que te des cuenta de que tienes frío, esas que te hacen sonreír en los momentos tristes y que siempre están dispuestas a alegrar tus días oscuros.



Gente que cura, gente mágica, gente buena. Los que te abrazan para recomponer tus pedazos rotos, pero también para recordarte que siempre están ahí dispuestos a alegrarse de las cosas buenas que te suceden en la vida. Personas que te acompañan en el camino, descubriendo preciosos matices en las emociones y mostrándote en cada momento maravillosos lugares por descubrir y puntos de vista por profundizar.

Buenas personas cuya conexión con nosotros implica mucho más que compartir tiempo: una verdadera creación de magia. Expertas en acariciar el alma sin tocarla y muy buenas en el increíble acto de dar desde el fondo del corazón.

Hablemos de buenas personas, un verdadero regalo para cada uno de nosotros ya veces nuestras mejores coincidencias.

"Si ves algo hermoso en una persona, dilo, esa persona puede estar en una guerra que le impide ver su propia belleza y puedes salvarla".

-Zab G. Andrade-

La bondad como signo de superioridad

La grandeza de las personas se dibuja en su corazón, en su capacidad de entregarse a los demás a través de gestos de auténtica bondad cuyo único fin es hacerlos felices. No hay nada más grande y reconfortante que ayudar.



Así de buena es la gente. Se distingue por la bondad como signo de superioridad y por la paciencia como estrategia para comprender a los demás. No presionan, no gritan ni fuerzan, todo lo contrario. Saben interpretar los silencios, respetar los tiempos y actuar como apoyo cuando alguien los necesita.

“En el punto más alto está la amabilidad afectuosa. Así como la luz de la luna brilla sesenta veces mejor que las estrellas, la bondad amorosa libera el corazón con una fuerza sesenta veces más eficaz que las respuestas de cualquier religión".

-Buda Gautama-

Las buenas personas contagian calma y una sensación de bienestar con su mera presencia. Además, tienen una pasión secreta que rara vez revelan: observar el brillo en los ojos de quienes han encontrado la felicidad.

Charles Darwin ya destacó la importancia de este valor. lo consideró el instinto más fuerte y precioso, lo que permite la supervivencia no solo de la humanidad, sino de todos los seres humanos. El problema es que este valor no suele ponerse en práctica ni es destacado por las personas que lo practican. Pero esta bondad es el único factor capaz de enriquecernos.

¡Hay tantos gestos llenos de amor y bondad que pasan desapercibidos!

“La gente buena sabe sobre el amor incondicional y la aceptación. Saben de cariño, de grandes abrazos que te hacen entrecerrar los ojos y esbozar una sonrisa. Estas personas saben de amistad, amor y familia.

Saben que "están a tu lado para apretar los dientes juntos" y confían en ti incluso cuando tú mismo has dejado de tenerlos. Son esas personas que no evitan que te marees o te caigas, sino que te apoyan con las palabras justas que solo saben los que han aprendido de sus heridas”.



-dal blog Reparando Alas Rotas–

El poder de la compasión en las buenas personas

La compasión es otro sello distintivo de las personas de gran corazón. Ponerse en el lugar de los demás, desearles que no sufran y asumir la responsabilidad de hacer algo por ellos son algunos de los maravillosos gestos que distinguen a las buenas personas.

Estas personas se alimentan de amor, sin embargo, entendiéndolo en su concepto más amplio: amor otorgado de manera desinteresada. Sin querer nada a cambio y gozando al hacerlo. Es un deseo genuino que nace del fondo del corazón y que tiene como única finalidad hacer el bien.

El maestro tibetano Thinley Norbu Riponche describe muy bien esta habilidad: “La esencia del amor es la compasión de los seres sublimes que siempre dan energía”, mientras que Thich Naht Hanh habla de él como “amor verdadero”. Y esto es precisamente de lo que se trata.


"Ninguna ingratitud aprisiona un gran corazón, ninguna indiferencia lo cansa".

-Leon Tolstoi-

Las buenas personas están llenas de compasión, bondad y amor.. Son los que, a pesar de la distancia, puedes sentir cerca de ellos porque son capaces de romper los límites físicos para conectar con tu interioridad. Esas que combinan a la perfección la empatía con el arte de comprender el dolor, habilidad que les hace capaces de descifrar cada una de nuestras roturas o heridas. Son artesanos de la armonía y la felicidad, capaces de volcar todos sus sentidos y sentimientos hacia los demás para transformar un día ordinario en uno extraordinario.

Los gestos llenos de amor son sus mejores armas, fruto de la nobleza de sus corazones. Gracias a ellos llenan el alma de los demás de energía positiva, sin pedir nada a cambio. Lo único que les hace felices es dar cariño, sin retorno alguno, por el simple hecho de hacerlo les hace sentir mejor.


Las buenas personas son las artífices del amor más genuino y sincero que se puede obtener. Verdaderos tesoros que cada uno de nosotros debe saber tratar con el máximo respeto.

Gracias gente de bien, gracias por darnos uno de los mayores regalos: ¡su compañía! Tu valor es incalculable.

"Aprendí que la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir".

-Maya Angelou-

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