Bienestar mental: ¿de qué depende?

Bienestar mental: ¿de qué depende?

Estar bien psicológicamente no siempre depende únicamente de nuestra actitud o de lo optimistas que seamos. Hay muchas cosas fuera de nuestro control que nos afectan. Y el hecho de que lo hagan es perfectamente normal. No somos superhéroes.

Bienestar mental: ¿de qué depende?

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

El filósofo Albert Schweitzer decía que estar bien es más que tener buena salud, es sobre todo una actitud mental. La idea es ciertamente lógica y significativa. La mayor parte del tiempo, sin embargo, lograr el bienestar mental no depende solo de nuestra actitud hacia los eventos.



Igor Grossmann, profesor de psicología científica en la Universidad de Waterloo (Canadá), señala que vivimos en una sociedad cada vez más individualista. Ha sido evidente desde el siglo pasado y ahora, en plena era tecnológica, está llegando a su apogeo.

Esto nos lleva a suponer, por ejemplo, que la felicidad se alcanza a través de la fuerza de voluntad y la determinación. También nos repetimos que cualquier objetivo se puede lograr con la motivación adecuada y que para sentirse bien solo se necesita tener pensamientos optimistas.

Sin embargo, es peligroso asumir toda la responsabilidad por nuestro bienestar, ya que podría desvanecerse ante el más mínimo "error". No todo está bajo nuestro control ni depende totalmente de nosotros.

A veces el destino nos da un contratiempo tan inesperado como doloroso; otras veces las personas que nos rodean se van, nos traicionan o nos defraudan. Ante estas situaciones solo podemos ser conscientes de que ser feliz no depende 100% de nosotros, nadie puede prever la adversidad.

Retos diarios para alcanzar el bienestar mental

Alcanzar el bienestar psicológico es un ejercicio diario y no un fin al que se llega y ya está. Aunque sintamos que estamos en un momento positivo de nuestra vida, sin embargo, debemos cuidarnos y enfrentar los pequeños y grandes desafíos que se presentan todos los días.



Por ejemplo, puede ser feliz debido a su relación romántica o al éxito profesional. Aun así, siempre surgen pequeños imprevistos que no se pueden controlar y que nos provocan estrés, ansiedad y preocupación. No significa que nos equivocáramos.

El hecho de que nuestra empresa se reduzca de repente no significa que valgamos menos. Entonces, si en algún momento nos encontramos sin trabajo, no significa que seamos menos válidos, menos valientes o débiles.

Ante todas las circunstancias complicadas, reaccionamos por lo que somos, seres humanos y no superhéroes. Somos personas interconectadas en un contexto de acontecimientos (a menudo inesperados) que siempre nos afectan en mayor o menor medida.

Entonces, ¿de qué depende el bienestar mental y emocional?

Alcanzar el bienestar mental no solo depende de nosotros. Entonces, ¿cuáles son los factores que lo determinan? Un trabajo de investigación realizado en la Universidad de Adelaida (Australia) destaca algo interesante.

A menudo nos decimos que el bienestar psicológico es sinónimo de felicidad y que su opuesto es la angustia mental. Sin embargo, no todo es blanco o negro, positivo o negativo.

A veces, lo opuesto a la felicidad no es la infelicidad, sino el miedo. Por ello es importante considerar que el bienestar mental está determinado por muchos factores hasta el punto de que pocas realidades son tan complejas.

El modelo de bienestar mental de Ryff

La psicóloga Carole Ryff enunció en los años 90 una teoría muy interesante y útil sobre cómo lograr el bienestar mental. Este enfoque se basa en la Ética a Nicómaco de Aristóteles y nos ofrece 6 estrategias:


  • Autonomía: definida como la capacidad de percibirse a sí mismo como independiente y capaz de llevar a cabo sus acciones sin presión social.
  • Control ambiental: se refiere a la sensación que tenemos de estar en control de muchos eventos.
  • Crecimiento personal: definido por el sentimiento de que estamos evolucionando, madurando para adquirir una visión más completa del mundo y de nosotros mismos.
  • Relaciones positivas: disfrutar de relaciones saludables es fundamental para lograr el bienestar psicológico.
  • Tener un propósito en la vida: como señaló Viktor Frankl, dar sentido a la vida es la clave para encontrar el equilibrio y la satisfacción.
  • Auto-aceptación: saber aceptarse, quererse por lo que se es y validar cada necesidad y rasgo característico es una forma de reafirmarse como persona y sentirse bien.

Si vemos y analizamos cada una de estas dimensiones, notamos que alcanzar el bienestar mental depende de factores sobre los que no tenemos un control total.



A veces la sociedad no nos permite una autonomía absoluta, no podemos controlar todo lo que nos rodea y en algunos casos las relaciones con nuestros seres queridos no son todo lo positivas que nos gustaría.

No siempre podemos estar bien y eso es normal

No siempre estaremos bien y esto es completamente normal. No podemos disfrutar todos los días de la misma energía, optimismo y motivación, porque somos personas, no robots programados por algoritmos.


Lo que nos rodea influye en nuestro estado de ánimo y nos hace vulnerables a lo inesperado, a lo que escapa a nuestro control; es perfectamente aceptable y comprensible.

Sólo hace falta saber afrontar los retos diarios. Habrá días en los que seremos felices y momentos en los que seremos profundamente infelices. Habrá momentos de dificultad y años de calma y satisfacción.

La existencia no es una línea recta o un mar en calma, debemos aprender a navegar a través de las incertidumbres mientras tratamos de sentirnos cómodos con nosotros mismos.

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