Aprender a enfadarse es un reto

Aprender a enfadarse es un reto

Aprender a enfadarse es un reto

Última actualización: 25 de abril de 2020

Es fácil saber cuándo estamos molestos o cuándo nos comportamos de forma rencorosa y vengativa. Pero sabemos ¿Cómo identificar bien la situación que nos enfada? ¿Cómo se puede aprender a enfadarse y demostrarlo en el acto y con la persona adecuada? Se requiere trabajo personal.

Aprender a enojarse es un desafío que muchos no pueden superar. Aprender a enojarse significa aprender a tolerar la frustración y saber canalizarla correctamente para no desviarla o permitir que influya en más áreas o más tiempo del permitido.. Enfadarse requiere un trabajo intrapersonal, es decir, con nosotros mismos, e interpersonal, es decir, con los demás.



Tomemos un ejemplo para entender su importancia. Una pareja tiene una discusión en casa, gritan lo que pienso y el tema queda sin resolver. Uno de los dos llega al trabajo y ante un pequeño fallo de uno de sus subordinados pierde la paciencia y suelta sin permitir respuesta.

Esta persona, al no poder demostrar por qué cometió ese error, regresa a casa y se enfada con su hijo por no obedecerle de inmediato y lo castiga. El hijo, a su vez, cuando regresa a la escuela, discute con un compañero porque habla mal. Podríamos seguir con una cadena infinita que podría haber terminado con el par que resuelve el problema hablar y defender el punto de vista individual.

Aprender a enfadarse significa aprender a gestionar y canalizar la frustración.

Aprende a enojarte

Reconocer la situación que nos enfada

Quizá el error esté en creer que los demás nos hacen enojar. Y es que no todo el mundo se enfada por las mismas cosas, y mucho menos la misma persona se enfada por lo mismo en distintos momentos. El primer reto, por tanto, es reconocer qué acción o qué palabras han disparado la alarma.



Cuando podamos identificar este primer elemento, podemos trabajar en él y detenerlo. Conocernos a nosotros mismos nos da las herramientas para entendernos y saber que hay cosas que no podemos tolerar porque atañen a una parte de nosotros que no nos gusta, que no conocemos y sobre la que debemos seguir trabajando.

Enfadarse es normal y saludable, pero también es nuestra responsabilidad saber enfadarnos con la persona adecuada en el momento adecuado, no dejar que la ira se acumule y aprender a comunicar lo que no nos gusta y lo que nos hace sentir infelices. sosténganos para nosotros lo que nos enoja no es una solución permanente al problema.

Saber comunicar la ira

Podemos esbozar en varios pasos la mejor técnica para comunicar que que no nos gusta. El prólogo nos calmará para hablar en voz baja y buscar soluciones, debemos pensar que los gritos pocas veces llevan a un buen entendimiento. Los siguientes pasos pueden ser:

  • Mostrar cómo nos sentimos: Es importante mostrar cómo nos sentimos y no centrarnos en las acciones o palabras de la otra persona. Es diferente decir “me siento excluido cuando te organizas sin mí” que decir “me da rabia que salgas con tus amigos”.
  • Contextualizar el problema: evitar usar expresiones como siempre, nunca, todo... Saber acotar y concretar un problema también ayuda a comunicarlo y resolverlo mejor. Por ejemplo, "siempre estás con ellos" en lugar de "te has dedicado varias veces a tus amigos".
  • mostrar nuestro deseo: ahora es el momento de mostrar lo que nos gustaría, por ejemplo “Me gustaría que siguieras haciendo planes con tus amigos, pero que no dejes de pensar en el tiempo que nos dedicas”.
  • Mostrar empatía: tratar de entender por qué la otra persona actuó de cierta manera nos ayuda a no entender las acciones o palabras como una ofensa, lo que nos permite resolver la situación de manera más efectiva "Entiendo que disfrutas pasar tiempo con tus amigos de vez en cuando ".
  • Proponer soluciones: aquí está el reto más importante, que no es solo mostrar cómo nos sentimos, sino lo que queremos lograr. Por ejemplo, “podríamos buscar un momento para hacer algo juntos”.

Aprender a enfadarse requiere trabajo y práctica, pero los resultados nos permiten sentirse mejor y mejorar nuestras relaciones, tanto con nosotros mismos como con los demás. No te demores y empieza con tu reto, ¿sabes enfadarte?



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