Ámate a ti mismo: 5 signos que indican la ausencia de amor propio

Ámate a ti mismo: 5 signos que indican la ausencia de amor propio

Ámate a ti mismo: 5 signos que indican la ausencia de amor propio

Última actualización: 15 2017 noviembre

Amarse a uno mismo es fundamental, no solo para tener una buena autoestima, sino también para construir relaciones interpersonales de calidad. Si no nos amamos, tendremos dificultades para relacionarnos con los demás y aumentaremos el riesgo de sufrir depresión.

Identificar las señales de que no nos queremos como deberíamos puede ayudarnos a mejorar la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos (diálogo interno) y con los demás. Identificar estas señales también puede ayudarnos a encontrar una salida a estados de tristeza, desesperación o incluso a tomar las riendas de la situación que nos ocupa si nos sentimos decaídos.



"La peor soledad es no sentirse bien contigo mismo".

-Mark Twain-

No amarse unos a otros

Cuestionar lo que otros dicen o hacen por nosotros

Un indicador de baja autoestima, que muchas veces subyace a los pensamientos negativos que tenemos sobre nosotros mismos, es cuestionar los sentimientos, palabras y acciones que otras personas nos dirigen. Lo que otros hacen, dicen o sienten por nosotros nos genera incertidumbre.

Está claro que a todos nos gusta sentirnos amados y comprendidos. Sin embargo, las personas con baja autoestima tienden a sobrevalorar lo que otros dicen o hacen y lo cuestionan sistemáticamente. Piensan que nadie los quiere ni los aprecia, se revuelcan en las críticas y, peor aún, piensan que hay algo sospechoso detrás de las palabras positivas o de aprecio.

Todo esto depende de un pensamiento inconsciente extremadamente coherente: ¿Cómo puede otra persona amarme más que yo? ¿Cómo puede otra persona respetarme más de lo que yo me respeto? ¿Cómo puede otra persona ser más amable conmigo que yo?



estar siempre a la defensiva

Estar siempre a la defensiva es otra clara señal de que no te quieres tanto como deberías. La inseguridad y la falta de confianza en uno mismo nos mantienen en un constante estado de alerta injustificado. Esto eleva nuestros niveles de estrés y no nos permite ser objetivos sobre lo que sucede a nuestro alrededor.

Este estar a la defensiva no nos permite entender claramente lo que la gente nos dice o nos pide, y nos hace sentir inseguros sobre sus juicios sobre nosotros. También genera un estado de miedo y tristeza que no nos permite disfrutar de lo que nos rodea. Al estar a la defensiva, es fácil que nuestra actitud hacia los demás se vuelva grosera, desagradable o tensa, cuando no francamente violenta.

A esto agregamos que uno siempre espera lo peor, termina teniendo reacciones excesivas o inapropiadas. Esto suele generar conflictos que, en el peor de los casos, llevan a la realización de nuestros miedos más temidos, reconfirmando nuestro punto de vista.

Evita los conflictos fingiendo que todo está bien

También puede ocurrir que intentes evitar un conflicto fingiendo que todo está bien. Esto quiere decir que en vez de defender algo que está bien, que nos conviene, que nos interesa, a veces preferimos renunciar a ello para evitar problemas.

El problema es que esa falta de autoestima y amor propio no nos da fuerzas para defender lo nuestro o lo que nos interesa. Por el contrario, nos será fácil iniciar una discusión sobre cosas inútiles o fútiles.


El miedo a que los demás se enfaden o prescindan de nosotros porque defendemos nuestra opinión o reclamamos lo nuestro, nos lleva a aceptar lo que nos digan o dar nuestro asentimiento para complacerlos. Esto aumenta la sensación de que nuestra opinión no importa o que lo que queremos no le interesa a nadie.



Compárate con todos, incluso cuando no hay nada que comparar.

La costumbre de hacer comparaciones con todo el mundo es otra clara señal de no quererse. Compararse con los demás no sería malo en sí mismo, el problema es que las personas que no se aman a sí mismas exageran al hacerlo, especialmente en áreas donde sobresalen menos.

No solo. Una persona que no se ama a sí misma hace comparaciones incluso cuando no hay absolutamente nada que comparar y se deleita con el resultado negativo. Sigue un colapso de la autoestima y sentimientos como la envidia, el sentimiento de abandono o incluso ser víctimas de la injusticia. Esta condición erosiona aún más el amor propio.

Considera tus éxitos como una cuestión de suerte.

Es cierto que muchas de las cosas que conseguimos pueden ser fruto de un golpe de suerte, al menos en parte. Sin embargo, no todo es cuestión de suerte. Saber aprovechar las oportunidades es fundamental para transformar un golpe de suerte en un objetivo concreto.

Sin embargo, si no nos amamos lo suficiente, no podremos reconocer nuestro valor en nuestros logros. Precisamente por eso no apreciaremos nuestras habilidades ni nuestros esfuerzos. Además, no encontraremos a otros capaces de apreciarnos y no entenderemos los elogios que nos hacen para felicitarnos o elogiarnos. En cierto modo, esta tendencia a culpar a la suerte de nuestros éxitos nos hace sentir impotentes y desmotivados, a la deriva.


Debemos creer en nosotros mismos, no ser un elemento tóxico. Enamorémonos de nosotros y todo lo que nos rodea cambiará.

Añade un comentario de Ámate a ti mismo: 5 signos que indican la ausencia de amor propio
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.