Amar sin apego, amar con madurez

Amar sin apego, amar con madurez

Amar sin apego, amar con madurez

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Amar sin apego o sin desarrollar adicción significa amar sin necesidad de la otra persona. Entrégate a tu pareja en libertad y de manera consciente, comparte un proyecto donde nadie pierda, donde no se boicoteen las identidades y donde no conduzca al narcisismo. Vivir una relación así es posible, siempre y cuando se tenga en cuenta un principio: no importa cuánto seamos amados, sino cómo.



Antes de aclarar cómo amar sin apego, es necesario comprender a qué nos referimos en este contexto cuando hablamos de apego. Desde un punto de vista etológico, no hay nada tan importante para el ser humano como el apego. Esto es especialmente cierto para los recién nacidos. Se trata de establecer un vínculo intenso y duradero indispensable para nuestro desarrollo, un vínculo donde el amor sano nos ayuda a construir también nuestra personalidad.

"Establecer una relación de dependencia significa entregar el alma a cambio de un falso placer y una falsa seguridad".

-Walter Rice-

Desde el punto de vista de las relaciones afectivas, el apego requiere otra consideración. Está claro que todos necesitamos saber que la otra persona está ahí para nosotros. Queremos sentirnos amados. Queremos ser parte de un compromiso. Todo esto nos hace parte de una pareja. Sin embargo, este término abre un terreno fértil donde a menudo crece el miedo y la inseguridad.

Un niño necesita a sus padres para alimentarse y encontrar su lugar en el mundo. Construir el amor basado en el apego significa necesitar una pareja como un niño necesita a sus padres. Es un amor sin personalidad e inmaduro, donde solo existen necesidades, miedos y adicciones.



Amor sin apego, una meta a alcanzar

Amar sin apego no es fácil. esto porque la mayoría de nosotros nos hemos acostumbrado a amar condicionalmente. Queremos amores que sean adecuados para nosotros. Personas que llenan nuestra sensación de vacío y nuestra soledad. Camaradas que curan nuestros pedazos rotos y que cosen alas en nuestros hombros que nos permiten volar. Lo queremos todo, olvidando lo más importante: empezar por nosotros mismos.

Nadie es responsable de salvarnos, reconstruirnos o hacer de nosotros lo que siempre hemos soñado. Esta responsabilidad es solo nuestra. Sin embargo, nos hemos acostumbrado a darnos a los demás con la esperanza de sentirnos completos y realizados. Queremos satisfacer todas nuestras necesidades. La explicación de este tipo de dinámicas psicológicas y afectivas, por curiosa que sea, se encuentra en la sociedad en la que nos criamos.

Desde temprana edad nuestra cultura nos ha transmitido la idea de que la felicidad se logra poseyendo muchas cosas. Esto, sin embargo, nos presenta una triste idea emocional: la eterna sensación de que nos falta algo. De esta manera, orientamos nuestra existencia sobre la base de esta búsqueda constante de tener y acumular ciertas cosas, con la esperanza de estar bien. Desarrollamos vínculos obsesivos con objetos, ideales y personas. Pensamos que quizás de esta manera le daremos sentido a nuestra existencia.

Este tipo de apego corrompe y oxida. Nos hace eternamente prisioneros de lo que nos falta.. Empezamos a necesitar cosas o personas y esto no por una auténtica necesidad, sino por un impulso social y emocional. Un mecanismo ciego por el sufrimiento y el miedo a la carencia.


¿Vale la pena una existencia así? ¡Obviamente no! Darnos cuenta de esto nos permitirá crear relaciones emocionales más sanas, pero también tener una vida más feliz y plena.


¿Cómo amar sin apego y sin ansiedad?

Amar por el placer de hacerlo y no por necesidad implica amar a la pareja tal como es, no por lo que queremos que sea. Significa amar a alguien como amamos al sol, las lunas y las estrellas. No podemos ni queremos que nos pertenezcan, pero agradecemos que estén ahí para iluminarnos, para inspirarnos día tras día, acompañándonos en el camino de nuestra vida. No poder considerarlos nuestros no impide que los disfrutemos.

Veamos ahora algunas formas de amar sin apego y de crear una relación libre de adicciones.

Declararse: empezar por uno mismo

Declaraos emocionalmente libres. No necesitas a nadie para ser feliz. La felicidad debe ser ante todo parte de un individuo cuando está en soledad. Es un sentimiento de autorrealización con el que considerarse como personas que tienen valor y dignidad.


Declararse una persona sin apego. Libérate del miedo al abandono y de la persistente ansiedad de estar solo. Deshágase de todos sus "apegos", tales como ideales, patrones, falsas concepciones heredadas, etc. Ser capaz de ofrecerte a alguien en libertad y no por la necesidad de llenar tus sentidos con el vacío o tu soledad.

Amar sin apego, sin necesidad, con esperanza

Recuerda que el amor envenenado no solo implica una necesidad obsesiva de poseer a tu pareja y ser parte de ella. También se trata de la incapacidad de renunciar a esta persona cuando el vínculo es dañino.

Amar significa tener claro lo que es un amor sin límites. Los resultados son sufrimiento, depresión, celos, falta de control emocional, baja autoestima y adicción.

Amar implica invertir en nuestro desarrollo personal y el de la persona amada. Significa dejarle espacios que servirán para enriquecer la relación.


Asimismo, debemos ser capaces de establecer una relación basada en el libre comercio, libre de ansiedades e inseguridades. Hablamos de vínculos en los que no hay necesidades obsesivas, sino fuerza y ​​generosidad. Estos que se crean a través de la confianza y la complicidad. Una complicidad que se basa en el "dejo de ser" porque "sé que soy amado". Tengo fe en los que me han elegido, porque aman lo que soy y no están conmigo solo para ahuyentar el fantasma de la soledad.

Añade un comentario de Amar sin apego, amar con madurez
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.