10 lecciones que aprendí de mi perro

    10 lecciones que aprendí de mi perroHace 17 años dejé que el primer cachorro entrara en mi vida. La nuestra era amor a primera vista, No lo niego. Sin embargo, no sospeché en lo más mínimo cuánto cambiaría mi vida. Viviendo con un perropero vivir realmente en él, es decir, pasar mucho tiempo juntos hasta el punto de que ambos sepan exactamente lo que el otro piensa y quiere, puede cambiar su vida, o al menos su visión del mundo. también capaz de transmitir una vida valiosa lecciones. Solo hay que estar atento y aprender a escuchar con el corazón, porque, como decía Saint-Exupéry, “lo esencial es invisible a la vista”.
    1. Ama incondicionalmenteEl verdadero amor no impone condiciones, se rinde. El amor no está sujeto a determinadas condiciones, amamos porque lo necesitamos y nos hace sentir bien, sin esperar nada a cambio y sin importar los errores que cometa el otro. Muchos animales son capaces de dar ese tipo de amor, la mayoría de las personas fracasan porque ven el amor como moneda de cambio.
    2. Expresa cariño, siempreNo importa si solo estuvimos 30 minutos afuera, cuando entremos a la casa nuestra mascota nos recibirá como si hubiéramos regresado de un largo viaje. Nuestros amigos de cuatro patas no pierden oportunidad de expresar sus sentimientos. Asimismo, no debemos perder ninguna oportunidad de mostrar afecto a las personas que amamos cuando son importantes para nosotros.
    3. Vive cada momento como si fuera el primero y el últimoNuestra mente es nuestro principal aliado, pero también nuestro más acérrimo enemigo. No podemos disfrutar de muchas de las situaciones que experimentamos a diario solo porque estamos demasiado preocupados por el futuro o estancados en el pasado. Obviamente, los perros tienen una psique mucho más simple que la nuestra, lo que funciona a su favor al permitirles vivir en el aquí y ahora más plenamente. Sin embargo, nosotros también podemos aprender a hacerlo, poniendo pasión en cada momento y viviéndolo como si fuera el primero y el último, porque en realidad nunca se sabe si tendremos otra oportunidad.
    4. Perdona siempre, no importa el insultoLos perros también se enfadan, todo el que tiene uno lo sabe. Y lo demuestran. Sin embargo, también pueden seguir adelante y perdonar. Hacen las paces muy rápidamente y nunca guardan rencor. Es mucho más difícil para nosotros perdonar y seguir adelante, nos hemos quedado estancados en el pasado, revivimos continuamente el insulto que hemos sufrido. Sin embargo, solo cuando perdonamos somos verdaderamente libres.
    5. Disfruta los pequeños placeres de la vidaPodría pasar horas viendo jugar a los perros o incluso escuchando su respiración mientras duermen. Una mascota nos enseña que la felicidad no está en las grandes cosas, sino en esos pequeños momentos que muchas veces descuidamos, atormentados por las prisas. Sin embargo, es fundamental aprender a ser felices con mucho y con poco, porque la felicidad está dentro de nosotros, no es algo que tengamos que buscar fuera.
    6. Sea leal y transigenteLos perros tienen un sentido particular de lealtad y compromiso, tan fuerte que a veces nos hace sentir avergonzados de nosotros mismos. Tu mascota sabe que debe amarte incluso cuando menos te lo mereces, porque es cuando más lo necesitas. Aprender a comprometerse, pero en serio, es una cualidad que solo es buena para nosotros.
    7. Acepta el caosA la mayoría de las personas les resulta difícil gestionar la incertidumbre y el caos, más bien prefieren la planificación y el orden, porque generan una sensación de seguridad. Sin embargo, la mayoría de los perros son felices en el caos absoluto e incluso lo disfrutan. Esto se debe a que no tienen demasiadas ideas preconcebidas, solo saben cómo adaptarse a las circunstancias cambiantes. Adaptan sus velas al viento cambiante, y así continúan navegando tranquilamente.
    8. Defiende el espacio personalLos perros también experimentan emociones negativas, y en esos momentos, te lo hacen saber defendiendo su espacio y privacidad. Entonces nos damos cuenta de que no es el mejor momento para jugar o abrazarlo. Asimismo, no debemos dejar que los demás invadan continuamente nuestro espacio personal e íntimo, por mucho que nos amen, sino que debemos aprender a defenderlo de manera asertiva. Se trata de asegurarnos de que otros no usen nuestro tiempo y recursos como les plazca, solo porque nos manipulan emocionalmente.
    9. Comunicarse sin palabrasLas palabras llenan el vacío provocado por la falta de conexión emocional. Por supuesto, no hace falta decir que en algunas situaciones expresamos lo que pensamos, pero cuando se trata de sentimientos, las palabras suelen ser demasiadas. Entonces, cuando buscamos una persona con quien compartir nuestra vida, debemos asegurarnos de encontrar alguien con quien podamos comunicarnos sin palabras, conectando a nivel emocional. A veces un abrazo o una mirada consigue transmitir más emociones que muchas palabras.
    10. Sentirse únicoEl amor por una mascota nos hace sentir únicos e insustituibles. Es como si siguiera diciéndonos que somos dignos de ser amados, algo que se olvida a medida que crecemos. Cuando nos demos cuenta de esto, no solo podremos desarrollar una mayor autoestima, sino que también podremos rodearnos de personas que nos hacen sentir igual de bien, que están de nuestro lado porque lo han decidido y porque realmente quieren. para compartir su vida con nosotros, haciéndonos sentir especiales.
    Añade un comentario de 10 lecciones que aprendí de mi perro
    ¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.